Senda de montaña entre Tiermes y Caracena

Hoy visitamos Tiermes, las ruinas de la ciudad celtíbera y romana desde la que partiremos en dirección a Tarancueña y Caracena. Un rincón solitario situado en la esquina suroccidental de Soria, en su frontera con Segovia y Guadalajara.

Siguiendo el curso de un rio encañonado, nos encontraremos en uno de los lugares más bellos y solitarios de España. Solitario porque entre estos páranos y barrancos solo viven 0,5 habitantes por metro cuadrado.

Esto no siempre fue así. Hubo un tiempo en aquí se levantaba una ciudad celtíbera conquistada por los romanos en el siglo I a.C., concretamente en el año 98 a.C. Convertida en la Pompeya Española, una bulliciosa ciudad prosperaba con todas sus comodidades. Grandes mansiones, teatro, e incluso piscinas climatizadas. Hoy, de esta animada ciudad solo quedan sus ruinas.

Nuestro recorrido de hoy comienza a 102 kilómetros de la capital por la N-122. Una vez se llega hasta San Esteban de Gormaz, hay que desviarse por la SO-P-4003 hacia Atauta para llegara a Montejo de Tiermes.
Desde Madrid hay 157 kilómetros y se va bien por la autovía del Norte A-1 desviándose en el kilómetro 105 por la N-110 hacia Riaza y Ayllón, donde ya aparecen los primeros indicadores viales que guían hasta las ruinas pasando por Cuevas de Ayllón, Liceras y Montejo de Tiermes.

Tiermes

Si buscas absoluta soledad y solo relacionarte con los buitres que anidan en los cortados, cualquier época del año es adecuada para visitar las ruinas de Tiermes. Pero si lo que prefieres es algo de vida, has de ir en agosto, que es cuando se celebran representaciones teatrales en el graderío rupestre y otras actividades.

Museo de Tiermes

Este pequeño museo está situado cerca de las ruinas de Tiermes y funciona como centro de información del yacimiento y de la comarca.

Permite abarcar de un rápido vistazo los treinta siglos que duró la ciudad: desde la Edad de Bronce hasta su despoblación en el siglo XVI. Paneles explicativos, carteles, pedestales y maquetas ayudan a explicar cómo fue el proceso histórico de esta antigua ciudad.

En su interior alberga una exposición sobre los celtíberos y en sus vitrinas podemos ver tanto restos del pueblo arévaco, aliado de Numancia ,como los de sus enemigos, los romanos, encontrados en las excavaciones realizadas en dicho yacimiento. Armas, adornos de bronce y cerámicas, restos óseos y ajuares celtibéricos…pero también monedas y bustos de los romanos que sometieron a la ciudad, como Tito Didio.
Cierra los lunes, excepto festivos y vísperas de festivos y la entrada cuesta1€, siendo gratuito los fines de semana. Más información…

Ermita de Nuestra Señora de Tiermes

A tan solo unos 800 metros del museo se encuentra este precioso santuario románico. Es el único edificio en pie que puede visitarse en la zona de ruinas.
Edificada en la Edad Media sobre el solar de una antigua basílica paleocristiana. Destaca su galería porticada en el lado sur, en especial sus 12 capiteles decorados con motivos vegetales y geométricos, animales fabulosos y escenas bíblicas, bélicas o de caza de personajes morunos, sirenitas, grifos, centauros y soldados vestidos con cota de malla.
Alrededor del templo se ha inventariado más de 200 tumbas medievales. De sus anteriores moradores, los arévacos, solo se han inventariado sus enseres. Parece ser que los muertos en combate antes de ser incinerados eran abandonados a los buitres, que seguramente antaño ya sobrevolaban la zona, alimentándose de de su carne, para liberarlos de su cuerpo y así pudiesen ascender más rápido a los cielos.

Ruinas de Tiermes

A diferencia del museo las ruinas de la ciudad celtíbera y romana permanecen abiertas y son visitables todo el año, todos los días y a todas horas.

Las visitas a las ruinas de Tiermes salen del pórtico de la ermita románica, bajando hacia el río Manzanares (que evidentemente no es el madrileño). Tienen una duración aproximada de una hora de duración y el precio es de 5€.

Una buena idea para recorrer las ruinas de Tiermes es hacerlo acompañado de uno de los arqueólogos que las han puesto al descubierto, llamando al 639 185905, ya que así, conoceremos más sobre el conjunto arqueológico.

En ella se descubre junto al río una gradería prerromana de 60 metros labrada en la arenisca. Aquí aún se celebra todos los veranos alguna representación teatral de autores tan diversos como Plauto, Aristófanes, Lope de Vega, Moliere o Cervantes.

Parece ser que los habitantes de Tiermes eran muy aficionados a picar la roca, pues tanto las piscinas de las vecinas termas romanas, como en las viviendas rupestres situadas debajo de ellas, se encuentran excavadas en las rocas. También bordeando el cerro hacia el oeste podemos ver tallados numerosos cubículos, hornacinas, escaleras e incluso los mechinales de una casa de vecinos de siete plantas. Tras esta se encuentra un canal subterráneo de unos 140 metros labrado en la roca y la Puerta Oeste, por la que se puede subir a las terrazas del mediodía de Tiermes.

Otros puntos interesantes del recorrido son la Casa del Acueducto, una mansión de nadas más y nada menos que 35 estancias repartidas en 1800 metros. Y, por último, en lo más alto, el foro, la mayor plaza romana.

Tarancueña

A unos 11 kilómetros del yacimiento se encuentra la Tarnkunya, de las crónicas sarracenas, Tarancueña. Desde aquí parte el sendero más bonito de toda la comarca de Villa y Tierra de Caracena.
El trayecto entre Tarancueña y Caracena (incluida la vuelta por el mismo camino) es de unos 17 kilómetros pero de dificultad baja, con un desnivel acumulado de poco más de 300 metros, que puede hacerse en unas 4 horas.
Todo el recorrido discurre por el Cañón de Caracena o Cañón del río Adante , siguiendo el GR86 o Sendero Ibérico Soriano, cuyas marcas de pintura roja y blanca nos guiarán sin posibilidad de extraviarse. Un paraje en la más estricta soledad, solo alterada por el sonido de los buitres entre los cortados.

Valderromán

A siete kilómetros de Tiermes se encuentran las Encinas Gigantes de Valderromán. La más grande tiene un tronco de 5,19 metros de perímetro y cuatro brazos hercúleos, sostenes de una copa que proyecta 300 metros cuadrados de sombra y que nada tienen que envidiar a las bóvedas de las catedrales góticas de Burgos, Lelida, Toledo…de las que es contemporánea.

Caracena

Aunque no hagamos el camino a pie, hay que acercarse como sea a Caracena. En coche tardamos unos 20 minutos desde Tiermes. De El Burgo de Osma dista de 26,7 km. y de Soria 89,2 km, desde dónde se accede por la carretera N-122 hasta El Burgo de la SO-P4123.

Se encuentra situada en las estribaciones de la Sierra de la Pela y Picos de Grado, en la comarca de Tierras del Burgo. En un macizo calcáreo enmarcado por tres cañones conocidos por el nombre de las Gargantas, de los Pilones, y el de Caracena.

La localidad fue un enclave estratégico que, por su situación entre las plazas fuertes de San Esteban de Gormaz y Atienza. Esto condicionó durante parte de su historia que fuera frontera entre árabes y cristianos.
El pueblo está rodeado por uno de los más agrestes parajes de la provincia y de la más absoluta soledad, pues solo viven 16 vecinos. Es un rincón que aún sigue fiel a su pasado medieval. Un lugar sobrecogedor, fiel a la roca sobre la que se asienta, donde las calles de roto empedrado y sus casa caídas destilan belleza.

Se conservan dos iglesias románicas: Santa María de la Asunción y San Pedro Apóstol (declarada Monumento Histórico Artístico Nacional en 1935).

En la galería porticada de esta última se reunía antiguamente el concejo en un acto de democracia medieval.

En la Plaza Mayor, y en su centro, destaca el imponente rollo o picota, de estilo barroco (tiene escrita la fecha 1738).

En las afueras del pueblo se encuentra la ermita de Nuestra Señora del Monte, (es una de las más importantes de la zona). Y a diez minutos caminando monte arriba se encuentra el castillo de Caracena, uno de los mejores conservados de la provincia.

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