De todos los Caminos de peregrinaje a Santiago de Compostela, el Camino Inglés es quizás el menos conocido. Sin embargo este era el que seguían los habitantes del norte de Europa para llegar a pié la ciudad del Apóstol, después de dejar sus barcos en el puerto de Ferrol y A Coruña. Prueba de ello son las numerosas monedas inglesas que se hallaron en las excavaciones de la catedral y las ofrendas al Apóstol que probablemente dejaron los ingleses en su peregrinación a Santiago durante la guerra de los 100 años con los franceses.
Fue después de que Enrique VII rompiera con la Iglesia católica cuando el Camino Inglés cayó en desuso durante siglos y quizás por eso es aún hoy en día una ruta un tanto desconocida y poco transitada.
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Ramales del Camino de Santiago inglés
El Camino Inglés consta de dos ramales. El primero de ellos parte de la ciudad de Ferrol (a 112 kilómetros) y el segundo desde A Coruña (a 73 kilómetros). Ambos confluyen en la localidad de Bruma, a 40 kilómetros de Santiago. En A Calle, una inscripción en la jamba de piedra de una casa recuerda que allí reposó Felipe II en 1554 cuando iba de camino a Inglaterra a casarse con Maria Tudor.
PARTIENDO desde EL Ferrol
El ramal que parte desde el Ferrol parte desde los muelles de Curuxeiras y tras pasar por la Calle Real y el barrio de A Magdalena un barrio que en su momento se construyó para albergar a los trabajadores del Arsenal, allí por la época de la Ilustración. Hoy en día es el espacio donde atracan las fragatas de la Armada y el astillero de Ferrol, donde se construyen buques.
El camino podemos recorrerlo a pié en unas cinco etapas de unos 20 kilómetros cada día. Otra opción es hacerlo en coche durante un fin de semana, parándonos en distintos sitios para conocer lo más destacable de cada lugar. De esta forma podemos prepararnos para luego hacerlo a pié en 2021 y ganar así la compostelana.
Tras salir de Ferrol pasamos por Xubia, Neda, Fene hasta llegar a Cabanas, donde hay una hermosa playa que en los meses estivales invita al baño.
pasando por Pontedeume…
Luego llegamos a Pontedeume llamado así por el largo puente sobre el río Eume que en su día mandado construir a finales del siglo XIV por Fernándo Pérez de Andrade o Boo (el Bueno) -y que posteriormente fue sustituido por otro más moderno-. El mismo mandó construir el Torreón de los Andrade y que hoy alberga la oficina de turismo del pueblo. Allí nos indicarán como llegar a As Fragas do Eume, el bosque costero atlántico mejor conservado de Europa. Un bosque espeso, casi, impenetrable, repleto de castaños, fresnos, abedules, robles, avellanos, acebos …y cascadas.
Desde Pontedeume hay que seguir la carretera DP-6092 hasta el centro de interpretación de As Fragas do Eume. A dos kilómetros, junto al puente colgante de Cal Grande se inicia una senda (el Camiño dos encomendeiros). Camino de unos cinco kilómetros y medio que nos llevará al milenario Monasterio de Caaveiro, en el propio corazón de la Fragas.
…y por Betanzos
Bordeando el monte se alza la ermita románica de San Miguel de Breamo. Rodeada de leyendas y misterios de brujas y templarios. De hecho, se dice que hay que dar nueve vueltas a la ermita para gozar de buena salud.
Llegamos a la playa Grande de Miño y ya en Betanzos no podemos dejar de tomar la famosa tortilla de patatas de Betanzos, tan sencilla como deliciosa. Este manjar tan típico de la gastronomía española tiene en este pueblo su referencia, porque es donde más y mejores tortillas se hacen. Betanzos fue la capital de una de las siete provincias del antiguo reino de Galicia. Reflejo de su pasado es su conjunto histórico monumental.
Final del camino de Santiago Inglés
Desde aquí solo quedan menos de 30 kilómetros para llegar a Santiago de Compostela tras pasar por Siguiero y A Bariciela y a lo lejos, nos espera pétrea e inmóvil la monumental Catedral de Santiago de Compostela.
