El archipiélago con forma de elipse de Las Islas Columbretes fue formado por los restos de un antiguo cráter. Un grupo de islotes y escollos volcánicos a tan solo 30 millas de Oropesa, conocido por los nombres de sus cuatro islas principales: Grossa, Ferrera, Foradada y Carallot.
Las desconocidas islas Columbretes se encuentran a dos horas de navegación del puerto de Castellón. Su riqueza de estas islas de oscuros perfiles volcánicos no se limita al ámbito terrestre, ya que sus aguas cristalinas albergan una gran riqueza en sus fondos, tal que le ha hecho merecedoras de ser Reserva Natural desde 1988. Por eso no podemos descubrir toda su belleza sin hacer una inmersión en su reserva marina.
La Isla Grossa es el único islote de las islas Columbretes que se puede visitar. Se puede llegar en barco desde el Real Club Náutico de Castellón.
Cualquier época del año es ideal para visitarlas, siempre que lo permita el estado del mar y se obtenga el correspondiente permiso de visita. Para más información puedes preguntar en el Centro de información de la Reserva 964 288912. Más información…
Visita a las islas Columbretes
Al llegar a las islas hay una tranquila ensenada rodeando el islote en forma de media luna, ideal para anclar el barco. La bahía está rodeada del contorno de un cráter, activo hace un millón de años, el cual la contornea y le proporciona abrigo de los temporales mediterráneos.
La abrupta geografía de verticales acantilados hace que solamente la Isla Grossa sea la única en la que se puede desembarcar, concretamente en el puerto de Tofiño.
La ruta por el islote transcurre desde la ensenada al faro, única edificación del archipiélago y que alberga un museo dedicado a los fareros y que recoge restos de sus habitantes más únicos, ya que algunas especies sólo habitan en estas islas, y de sus sucesivos moradores.
A lo alto del faro obtenemos una singular y relajante panorámica compuesta de pequeños cráteres y chimeneas pétreas.
El recorrido de 67 metros de desnivel es guiado por los guardas forestales de la reserva y aunque es gratuito requiere reserva. El cupo está limitado a 78 personas ampliándose a 120 los fines de semana de julio y agosto.
Historia y atractivos de la isla
Hoy, estas solitarias islas están apenas pobladas por investigadores y técnicos de la reserva que la habitan temporalmente, pero no siempre fuñe así.
Se sabe que estuvieron pobladas desde la época de las colonias griegas y que también piratas y contrabandistas encontraron en ella abrigo y descanso entre sus “hazañas” marítimas.
Los habitantes llevaron a la isla cabras y cerdos que paulatinamente acabaron con su vegetación, una vegetación primigenia de lentiscos, palmitos y zarzaparrillas, tal como se muestran en la isla Ferrera. El último farero abandonó la isla en 1975, cuando se automatizó la luminaria.
La isla cuenta con un ecosistema particular. Entre sus rocas podemos divisar lagartijas autóctonas. En el mar, con suerte algún rorcual, ya que estas aguas forman parte de su ruta de migración. También delfines mulares o alguna que otra tortuga. Y en el aire, gaviotas, cormoranes e incluso algún halcón de Eleanor.
Bucear en Columbretes
La verdadera belleza de las Islas Columbretes no se descubre al completo hasta que no se hace una inmersión en alguna de las 4.400 hectáreas de su reserva marina. Y es que sus fondos marinos intactos son considerados a nivel internacional entre los mejores del Mediterráneo para la práctica del submarinismo.
Entre sus formaciones rocosas se esconden langostas y coral rojo, mientras que las algas laminarias se mueven a merced del oleaje, mientras que en sus aguas transparentes podemos encontrarnos con distintas especies de peces; sargos, doradas…
Existen varias empresas de turismo activo que ofrecen inmersiones en la reserva de las Columbretes. Litri Travel Sub, con sede en Castellón ofrece un crucero de lujo Ibiza y Parque Natural de las Columbretes. Barracuda en Alcossebre y DXT náutico, con salidas desde Benicàssim.