Una ruta maravillosa por las Hoces del Duratón

Las verdes aguas del río Duratón, discurren bajo un cielo azul y entre inmensos paredones de roca gris y anaranjada. Las Hoces del Duratón se encuentran rodeadas de verdor con distintos tipos de vegetación cobijan una variada fauna. Sin embargo es en las cuevas y oquedades de los cortados donde se asientan los nidos de las aves que han hecho famosas a las Hoces, los buitres leonados.
Nosotros recorreremos en piragua la ruta del Monasterio de la Hoz a la ermita de San Frutos.

La época ideal para visitar este lugar es en otoño, cuando no hay restricciones y es cuando más bonitos están los fresnos, álamos, sauces, arces, olmos y alisos que crecen en las riberas del Duratón. En nuestro viaje, además de de esta espléndida naturaleza, disfrutaremos de mucho arte románico y como foodies que somos del mejor cordero asado del mundo.

Sepulveda Segovia Castilla LeónSepúlveda

Para llegar a las Hoces, primero hay que llegar a Sepúlveda, que se encuentra al noroeste de Segovia, a 62 kilómetros. Se va por la carretera N110 hasta la Salceda y luego por la SG-P-2322. Desde Madrid hay 127 kilómetros. Se va por la autovía A-1 tomando la salida 109.

Una vez aquí, podemos visitar esta villa, con historia. Prueba de ello es que su pintoresca plaza Mayor fue pintada por Solana y Zuloaga.

Además del recorrido en piragua que hoy os contamos, hay seis sendas perfectamente señalizadas en el entorno de Sepúlveda y las Hoces. Pero nuestros recorridos por la villa y sus alrededores ya los hemos hecho y contado en un post previoHoy vamos a hacer algo distinto, pues venimos a disfrutar del río y su entorno.

El río Duratón y su entorno

El río Duratón nace en la frontera entre Madrid y Segovia. Nada más nacer forma una de las mayores cascadas de España, el Chorro de Somosierra, con varios saltos de hasta 50 metros. Después, al pasar por el entorno de Sepúlveda se encañona durante 25 kilómetros entre acantilados calizos de 70 metros, son las conocidas Hoces del Duratón. Hoy en día, este espacio natural es de los más visitados de España.

Quizás la mayor razón sea que aquí anidan la mayor colonia de buitres leonados del mundo, unas 694 parejas en total. Estas espléndidas aves han elegido para anidar desde épocas inmemorables estos parajes. El motivo es porque aquí reina un absoluto silencio. Y es que estas enormes aves, de más de siete kilos de peso y dos metros y medio de envergadura y que pueden alcanzar los 30 años de vida, tienen de grande lo mismo que de asustadizos. Tal es así que si se ven amenazados son capaces de abandonar huevos y crías en el nido y no volver nunca. Por eso, entre los meses de enero a julio, el acceso a las hoces está regulado y hay que solicitar permiso a la casa del Parque.

La presa de Burgomillodo tapona el cañón más abajo, haciendo que el rio parezca más ancho, para finalizar “bebido” por el río Duero en Peñafiel.

La Casa del parque

La antigua iglesia románica de Santiago de Sepúlveda alberga un atractivo centro donde se explica la formación de las hoces, la Casa del Parque (921 540322).

Además de la ruta en piragua, aquí se orienta al visitante con otros cinco itinerarios señalizados que pueden realizar además de la Senda Larga. Algunos de los cuales de menos de un kilómetro es ideal para hacer con niños. Abre por la mañana de miércoles a domingo y la entrada a la exposición cuesta 1€.

Las Hoces en Piragua/kayak

La mejor y más maravillosa forma de recorrer las Hoces del Duratón es hacerlo en piragua. Inmensos entre los paredones pétreos, rodeados de un intimidador silencio y acompañados solamente de los buitres desde las alturas.
Varias empresas organizan la visita a las hoces en piragua durante todo el año. No entraña ningún riesgo, ya que al estar embalsado sus aguas son mansas. Algunas de ellas son:
Naturaltur, Hoces del Duratón y Bocanada.
Hay varias formas de hacerlo. Lo habitual es con guía en embarcaciones biplaza y en 3-4 horas (de mañana o tarde). El precio es de 25€ adultos y 15 € los niños. También se puede hacer una ruta en piragua combinada con la visita a un asador donde comerse un cordero o alquilar una embarcación e ir por libre.

El Monasterio de la Hoz

Además, la excursión a través del rio permite llegar a lugares que de otra forma sería imposible. Un ejemplo son las ruinas del Monasterio de la Hoz.
Las ruinas de este monasterio franciscano del siglo XIII, que abandonado en el siglo XIX desde la desamortización de Mendizábal, se encuentran sobre una afilada lengua rocosa que se adentra en las aguas del represado Duratón. Un paraje tan hermoso como inaccesible, salvo como hemos dicho, en piragua. Otra manera de admirarlo es desde la orilla contraria al río, después de conducir cinco kilómetros por un camino forestal que nace en Sebúlcor.

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