Hoy recorremos la orilla norte de la Ría de Pontevedra, desde la capital provincial, la ciudad de Pontevedra, al comienzo de la Ría de Arosa.
Un trayecto que nos lleva desde Pontevedra por Poio, Combarro, Raxó, hasta Sanxenxo y Portonovo, dejando el trayecto por la península de O Grove desde San Vicente del Mar hasta la Isla de la Toja para otra ocasión.

Ya os contamos anteriormente los “Mil motivos para visitar la ciudad de Pontevedra”, capital de la provincia homónima. Y es que se está tan bien en esta ciudad, paseando por sus calles de granito, disfrutando de sus terrazas y tabernas, que puede ser que no quieras abandonarla y dejar que sean otros los que pasen de largo. Como los peregrinos que cruzan el puente del Burgo camino de Santiago.

Pero aún hay mucho que ver en la provincia de Pontevedra por lo que seguiremos una ruta que comienza en el puente de la Barca, para seguir por la carretera PO-308 y que además de un monasterio nos descubrirá la arquitectura tradicional de Galicia en el pueblo marinero de Combarro para terminar nuestro trayecto en Portonovo y Sanxenxo, capital del turismo de las Rías Baixas.

De Pontevedra a la Toja hay 33 kilómetros siguiendo la ruta de la costa.

Monasterio de San Juan de Poio

El monasterio de Poio fué fundado por San Fructuoso en el siglo VII, durante la Edad Media aglutinó el poder feudal sobre esta parte de la Ría de Pontevedra. Los monjes benedictinos abandonaron el monasterio en 1835, como causa de la Ley de Desamortización, y en 1890 se instalan la Orden Mercedaria. Por eso el monasterio en realidad son dos: el benedictino con su templo y sus dos claustros (del Crucero y de las Procesiones) que data del siglo X- ya que aparece citado por primera vez en el año 942, aunque se sabe anterior-, y el mercedario de mediados del siglo XX.

Destaca el hermoso claustro renacentista de las Procesiones es del siglo XVI. Es obra del arquitecto Ruíz de Pamames y del maestro Mateo López. La iglesia es renacentista, con elementos barrocos en las balaustradas del coro. También llama la atención en el monasterio un hórreo que se encuentra en su parte trasera y que es el más grande de Galicia. El monasterio cuenta con hospedería.

Combarro

Basta recorrer una distancia de seis kilómetros desde la ciudad de Pontevedra para encontrar el pueblo de Combarro, quizás el más fotografiado de las Rías Baixas. Su casco antiguo fue declarado Bien de Interés Cultural ya que constituye una muestra representativa de tres elementos arquitectónicos tradicionales de Galicia: las casas marineras, los hórreos, y los cruceros.

Casas marineras

Siguiendo por la calle de San Roque se accede a la calle A Rúa, donde se encuentran las tradicionales casas marineras, de estrechos soportales y balcones construidos en piedra o en madera, según fuera la economía del propietario.

Hórreos

Combarro posee la mayor concentración de hórreos de la región. Para ver los emblemáticos hórreos puedes dirigirte a la zona costera: es ahí, junto al mar, sobre una orilla de granito, donde se ubica una treintena de los cerca de 60 que se conservan en Combarro. Servían para almacenar alimentos y la mayoría datan de los siglos XVIII y XIX y hoy son todo un ejemplo de la arquitectura popular.

Cruceros

Los cruceros situados normalmente en plazas o cruces de calles, cuentan con una peculiaridad: la figura de la Virgen suele mirar siempre al mar y la del Cristo hacia tierra. En Combarro hay siete.
En la plaza de San Roque descubrirá el edificio de la biblioteca, del siglo XVIII, y dos de los cruceros de la localidad.
Al Peirao, el antiguo puerto de pescadores, se puede llegar caminando por las calles de la localidad, o bien, cruzando la playa de Padrón cuando la marea está baja.

Fiestas

Como ocurre en las poblaciones marineras, el 16 de julio se celebra Combarro la festividad de la Virgen del Carmen. La tradición manda engalanar los barcos con flores y banderas, para participar en una emotiva procesión marítima; la embarcación mejor adornada es la que portará la imagen de la Virgen. La Fiesta del Mejillón, el 15 de agosto, es otra cita señalada en la localidad.

Sanxenxo y Portonovo, playa y alegre vida nocturna

A partir de aquí se suceden playas hasta llegar a la playa urbana de Silgar, la más conocida de Sanxenxo. Cuenta con 800 metros de longitud y está recorrida por un paseo marítimo.
Sanxenxo ostenta el honorífico título de capital del turismo de las Rías Baixas y del turismo gallego. Y no es de extrañar. Hasta 24 playas y muy buenas tiene el municipio con más banderas azules de Europa. La playa de las Areas es la mejor. Desde aquí se puede hacer una visita a la isla de Ons con cruceiros rías baixas.

Pero además, esta localidad casi unida a Portonovo, además de gozar de numerosas playas son sinónimo de juventud, “movida” y tapeo. Tal es así que si población se multiplica cada verano y arropadas por el creciente urbanismo ha convertido estos pueblos marineros en destinos de modernidad.

El puerto de Sanxenxo es eminentemente turístico, ofreciendo posibilidades de fondeo sobre todo para naves de poco calado. También es utilizado por pequeñas embarcaciones de pesca que faenan en el interior de la ría. De todas formas, el barrio de los pescadores y las afueras de Sanxenxo siguen manteniendo ese aroma del pasado, tal como ocurre con Portonovo, atractivo y cercano núcleo marinero. El tipismo de su puerto lo convierte uno de los rincones más encantadores de las Rías Baixas.Más información… 

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