La provincia de Córdoba está situada al sur de España en Andalucía, a orillas del río Guadalquivir. Su capital es la ciudad de Córdoba.
Pero además Córdoba es un lugar con mucha vida. Aquí podrás descubrir el arte ecuestre, disfrutar un espectáculo flamenco en un tablao o relajarte en un baño árabe son experiencias especiales. También ir de tapas y saborear los platos típicos de la gastronomía local.
Productos con Denominación de Origen, como el jamón de Los Pedroches y el aceite de oliva virgen, y recetas características como el estofado de rabo de toro y el salmorejo. Un complemento perfecto a los caldos de la Ruta del Vino Montilla-Moriles.
Córdoba es la ciudad de las flores y de las cuatro culturas
En ella destaca sobre todo la Mezquita – Catedral, el Alcázar de los Reyes Cristianos, la Sinagoga, el puente y el teatro romano, ejemplifican el casco histórico de Córdoba.
Y entre las visitas más recomendadas, la Judería, la Torre de Calahorra, las Caballerizas Reales, la plaza de la Corredera… y a diez kilómetros de la ciudad, Medina Azahara.
El encanto de la ciudad va más allá de su monumentalidad. Un paseo te descubrirá un entramado de calles estrechas. No te puedes perder el callejón de la Luna y la calleja de las Flores, plazas, fuentes y los patios decorados con flores. Sus parres perfumados, las fuentes, los grandes árboles y las plantas traídas de lejanos lugares conforman un lugar único que hace de Córdoba un lugar maravilloso para vivir y visitar.
Una buena forma de conocer la ciudad son las visitas guiadas a sus monumentos o recorrer las rutas temáticas propuestas desde las oficinas de turismo. Entre las que se encuentran la Córdoba romana, la ruta del Califato o la ruta Fernandina por las iglesias medievales.
Córdoba no es solo su capital
Además de la ciudad, en la provincia de Córdoba hay otros muchos lugares que visitar. Por citar algunos no te puedes perder Priego de Córdoba, Lucena, Montilla, Montoro, Baena, Cabra, o Zuheros.
Merece la pena descubrir sus pueblos blancos y señoriales, sus campos de olivos y paisajes montañosos como los Parques Naturales de la Sierra de Hornachuelos y el de las Sierras de Cardeña y Montoro.
