Pura aventura recorriendo el cauce del río Genil

El río Genil nace en Sierra Nevada y desemboca en el río Guadalquivir, recorriendo gran parte de la provincia de Granada. En su recorrido transcurre por la Vega de Huétor Tajar hasta alcanzar el embalse de Iznájar, ya en la provincia de Córdoba, donde regula su caudal.

En la Sierra Subbética cordobesa el rio alcanza su máximo caudal convirtiéndose en uno de los pocos ríos andaluces en los que se pueden practicar actividades náuticas como el rafting. Especialmente en el tramo que va de Benamejí a Palencia, el cual se encuentra lleno de rápidos y piedras y ramas que sortear.

El mejor momento para visitar la zona y disfrutar de actividades acuáticas como el rafting es de abril a septiembre ya que el caudal del Genil depende de la apertura de las compuertas del embalse de Iznájar y esta coincide con el buen tiempo, en abril, cuando demandan agua los regantes.

Nosotros recorreremos su cauce desde Benajemí en primavera, que es cuando los amantes del rafting llegan al pueblo en busca de aventura, para recorrer sus rápidos. También visitaremos el hermoso pueblo de Iznájar, para asomarnos desde las alturas a su gran embalse.

Desde la ciudad de Córdoba A Benamejí hay 90 kilómetros por la A-45 y de Málaga queda a 50 minutos. Benamejí está de Iznájar a 30 kilómetros de distancia, aproximadamente media hora.

Rafting en el río Genil

Las frías aguas del rio Genil, en torno a los once grados, motivan que antes de cualquier actividad acuática debamos enfundarnos en un traje de neopreno.
El rafting, descenso de ríos o balsismo, es una actividad náutica que consiste en recorrer el río en la dirección de la corriente (río abajo), por lo general sobre algún tipo de embarcación o balsa, ayudado de un remo. Lo importante es dejar fluir la adrenalina.
Luego, lo único que hay que hacer es agarrarse a las agarraderas de la balsa neumática, ser prudente y seguir las indicaciones de los monitores de cualquiera de las empresas de turismo activo que ofertan estos servicios.

Empresas de turismo activo

Distintas empresas locales ofrecen la actividad entre los meses de abril a septiembre. Entre ellas está Alúa, con base en el Camping-Rafting Benamejí. Su oferta consiste en dos pases diarios con un recorrido ideal para disfrutar en familia o con amigos, ya que dura unas cuatro horas y no es necesaria experiencia previa.
Otras empresas que ofertan estos servicios son también Saltaríos, y Rafting Río Genil.
Desde la Estación Náutica Lago de Andalucía  también se ofrecen multitud de actividades acuáticas.

Ruta entre rápidos, bosques de ribera y olivos

Los tres primeros kilómetros de la ruta sirven de iniciación pues es a partir del cuarto cuando los rápidos se endurecen y alcanzamos el máximo disfrute.
El bosque de ribera que domina las orillas del rio, donde se alternan sauces, alisos, olmos, álamos y zarzamoras, va poco a poco cambiando hasta que se abre paso un inmenso mar de olivos, la pura esencia de Andalucía.
Rio abajo, sobre el mismo Genil pasamos por un espectacular puente renacentista.
Tras dos horas de descenso, la actividad llega a su fin y toca volver a tierra para regresar a Benajemí, esta vez a pie.

Benajemí

La localidad de Benjemí es conocida como Flor de Luna del Genil, un lugar de gran riqueza patrimonial. De trazado renacentista, destaca la parroquia de la Inmaculada Concepción, ejemplo del barroco cordobés, ubicada en la plaza de la Constitución.

Además de su patrimonio, la ciudad es un excelente mirador. Desde su famosa Grieta de Benajemí, un enorme desnivel que constituye uno de los fenómenos geológicos más singulares de Andalucía, podemos divisar tres fronteras, las de las tres provincias que confluyen en este lugar; Córdoba, Granada y Málaga.
Además, este es un lugar de gente abierta y acogedora, de alegre acento y animada y ocurrente conversación.

Iznajar

Continuamos por la carretera A-344 por un tramo de unos treinta kilómetros lleno de curvas para llegar a la joya cordobesa.

Iznajar es una auténtica península en un entorno natural privilegiado, por lo que ha sido considerado en muchas ocasiones uno de los pueblos más bonitos de España. Por su ubicación en lo alto de una colina, es un balcón privilegiado sobre el embalse al que le da nombre, el embalse de Iznájar. Un inmenso mar interior, el más grande de Andalucía, con más de un centenar de kilómetros de orilla.

Patrimonio

Su pasado musulmán está muy presente en su casco histórico y en su castillo, el Castillo de Iznájar. Levantado en el siglo XIII sobre una antigua necrópolis tardorromana. El castillo corona el barrio de la Villa, en la zona más alta de la localidad. Esa posición estratégica hizo de la fortaleza un lugar clave durante la época en que Iznájar se hallaba en la frontera con el reino nazarí de Granada. Las visitas guiadas se realizan de martes a domingo a las 12:30 previa reserva en el 957 534479.

Dentro de su patrimonio de interés destaca el Patio de las Comedias de Iznájar, cuyo nombre deriva de las representaciones que se hacían en este espacio en otro tiempo. El antiguo corral de comedias se encuentra hoy adornado al más puro estilo de los patios cordobeses. Unas escalinatas descienden a un mirador de la muralla.

Entre las blancas casas del pueblo también se encuentra un silo de la época de Carlos III, la Iglesia parroquial de Santiago Apóstol y la pintoresca plaza de Rafael Alberti. También uno de los cementerios considerado de los más bonitos de Andalucía, entre otras cosas por sus espectaculares vistas.

Miradores y otros lugares de interés en la zona

Su ubicación en lo alto de la península hace que el pueblo goce de excelentes miradores que tienen como protagonista su espectacular embalse. En su margen se halla el paraje de Valderenas un lugar ideal para pasear, practicar deportes náuticos o simplemente pescar.

El sendero Iznájar-Fuentes de Cesna es una de las rutas más conocidas y solicitada por sus inmejorables vistas sobre el embalse de Iznájar. De dificultad moderada, lineal y de 19 kilómetros.

Rute y sus Museos

Para acabar la visita con un buen sabor de boca hay que acercarse a Rute, a 20 kilómetros de Iznájar.

En sus calles, repletas de flores al más puro estilo cordobés se encuentran museos gastronómicos, como el Museo del Anís.

El museo del Anís está ubicado en una centenaria destilería y cuenta con más de 25 años de historia a sus espaldas.

No es el único museo. Completan su oferta el Museo Artesanal del Turrón, Mantecado y Mazapán. El Museo del Aguardiente o los dedicados al Jamón y la Chacina. Todos ellos son lugares obligados para un foodie que se precie.

 

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