Descubriendo la costa de Agaete a Puerto de Mogán

Para pasar las navidades en familia, decidimos visitar en invierno la isla de Gran Canaria, un archipiélago con 236 kilómetros de costa. Estos fueron algunos de nuestros motivos.
1. El primero porque en invierno Canarias es un destino nacional ideal al no estar tan masificado en esas fechas navideñas.
2. El segundo porque queríamos solcito y cuando las lluvias y las bajas temperaturas se apoderan de la península, el archipiélago canario goza en diciembre de una temperatura realmente envidiable.
3. El tercero su cercanía. Pensamos que no hacía falta irse al Caribe para sentir de nuevo el sol del verano en España.

Nosotros fuimos de la península (de Vigo y Bilbao) al aeropuerto de Gran Canaria y de ahí al Puerto de Mogán, donde nos alojamos, recorriendo en un coche alquilado en el mismo aeropuerto, la isla por la parte más oriental.

Aquí os vamos a describir la excursión que realizamos luego, después de disfrutar de la piscina del hotel y del sol canario, pues no todo en esta vida iba a ser trabajo, …aunque dado lo que hago en este blog, un poco sí…o no…o qué se yo.

Descansando Piscina Radisson Blue Puerto de Mogan

Inicio de nuestra excusión en Agaete

Puerto de las Nieves

Uno de los días de nuestra estancia decidimos irnos de excursión y aquí vamos a contaros lo que hicimos pero iniciando nuestra ruta en el Puerto de las Nieves, una pintoresca villa marinera.

Además de en coche, también se puede llegar al Puerto de las Nieves en los ferries de Fred Olsen si partes desde Tenerife, o regresar hacia allí.

De Agaete a Mogán Gran Canaria

Aquí no nos podemos perder la visita al políptico de la ermita de la virgen de las Nieves, el molino de viento y el baño en las piscinas naturales de Las Salinas, unas maravillosas charcas de rocas volcánicas conectadas de forma tubular y en las que disfrutamos como patos.

Piscinas naturales Las Salinas Agaete Gran Canaria

Nada más salir del Puerto de las Nieves llegamos al bonito pueblo marinero de Agaete. El pueblo de Agaete está a 56 kilómetros del aeropuerto por autovía pero por la parte más occidental. El pueblo es conocido como el Dedo de Dios o Risco Partido, por la caprichosa formación rocosa, icono de la costa norte grancanaria. Aunque hay que decir que hoy ya no hay dedo, pues este fue arrancado por el viento y las olas durante la tormenta tropical de 2005.

Cartel Dedo de Dios AgaeteDedo de Dios Agaete Gran Canaria

El pueblo cuenta con unas especiales playas de guijarros y mucha historia, lo que se manifiesta en sus recuperados yacimientos, como el Parque Arqueológico de Maipés de Arriba.

Playa de guijarros Agaete Gran CanariaJunto a la Iglesia de la Concepción está el museo donde se planea una de las fiestas más populares de Gran Canaria, la de la rama. Y un poco más allá el Huerto de Las Flores.

El Huerto de las Flores Gran CanariaEl Valle de Agaete es como un vergel en medio del desierto, al albergar algunos de los cafetales más septentrionales del mundo. Sus plantaciones visitables. Nosotros lo hicimos y fue una experiencia de la que quedamos encantados por muchos motivos. Sobre todo por la amabilidad de la persona que dirige la plantación. No solo nos explicó los secretos del café y su elaboración, sino que degustamos con él unos estupendos cafés con pastas.

Café Platinium Agaete Gran Canaria Islas CanariasCafetal café Platinium Agaete

Ruta en el Parque Natural de Tamadaba

Seguimos a través de un serpenteante trayecto por la costa, por la GC-200.

Partiendo del valle tropical de Agaete,  recorriendo la Isla de Gran Canaria por su parte más occidental. Llegaremos a una Reserva de la Biosfera, el Parque Natural de Tamadaba, pulmón verde de Gran Canaria.

Aquí se alternan cumbres pobladas de impresionantes bosques de autóctono de pino canario, vertiginosos y casi inaccesibles acantilados costeros y barrancos llenos de biodiversidad.

Desgraciadamente  los bosques del Tamadaba fueron golpeados por un incendio en 2019.

Una ruta senderista de 45 minutos y unos 400 metros de desnivel comunica el Sao, donde acaba la carretera, y el poblado troglodita del Hornillo, declarado Patrimonio de la Humanidad.

Junto al resto del macizo de Tamadaba, un barranco, el de Guayedra dio origen a un arenal virgen. A unos 100 -150 metros del cartel que lo anuncia tomamos la pista de tierra que desciende a la playa de Sotavento. Más al norte a unos 300 metros está la playa de arena y piedras de Guayedra.

Luego el roque de Faneque inicia una caída de aproximadamente un kilómetro sobre el mar.

Paramos en las casas de El Risco y luego dejamos la carretera para continuar por un túnel de tres kilómetros hasta llegar al mirador del Balcón. Desde aquí podemos divisar la llamada cola de dragón que no es más que la escarpada costa con cumbres en zigzag que asemejan la cola del mítico animal.

A continuación, la carretera conduce al mirador del Andén Verde (Artenara) ante la playa fósil de Las Arenas.

La Aldea de San Nicolás y Artenara

La laguna costera de La Aldea de san Nicolás es un buen lugar para relajarse. Pese a las curvas, vale la pena subir por lo menos al Mirador del Molino y si puedes a Artenara y visitar el parque de cactus de Cactualdea a la salida del pueblo hacia Mogán.

De Tasártico parte la ruta de montaña envuelta en un agreste entorno volcánico de alto valor paisajístico. Se requiere madrugar, estar en forma y llevar agua para hidratarse. Aquí se suceden acantilados pero también encontramos idílicas playas como la de Guigui. Una playa de aguas frescas y cristalinas con dos arenales conectados en bajamar a los que hay que acceder en lancha desde la playa de Tasarte.

Llegando al Puerto de Mogán

Finalmente  llegamos a Puerto de Mogán, «la pequeña Venecia Canaria», nuestro «centro neurálgico de operaciones» y del que  no vamos a pararnos a escribir porque ya hablamos de él en un post anterior «Maspalomas y Mogán, itinerario de puro contraste«.

Playa de Mogán Gran Canaria CanariasDesde el Hotel Radisson Blue, donde estuvimos alojados planificamos nuestras rutas y viajes y celebramos un final de año inmejorable.  Porque este hotel es espectacular. Sus instalaciones y cena de Fin de Año memorable. Un lugar especial para un viaje familiar inolvidable, que ojalá volvamos a repetir. Adiós 2019. Hola 2020.

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