El valle de El Golfo, en la isla de El Hierro es un gran destino para el viajero que busque la autenticidad en cualquier época del año. Con un paisaje lleno de dramatismo y grandeza, aquí las fuerzas de la naturaleza se expresan con una belleza poderosa.
La isla ofrece experiencias intensas porque aunque es pequeña en tamaño es muy rica en contrastes. Para admirar su naturaleza extrema no hay mejor que recorrer sus rutas de senderismo donde encontraremos una red de miradores desde los que observar todos sus contrastes. La mejor manera de recorrer la isla es alquilar un coche en el aeropuerto y situarnos al inicio de alguno de sus senderos.
La isla cuenta con wifi gratuito en numerosos puntos de la misma donde podemos informarnos.
El Centro de Interpretación Geológica situado en el pueblo de El Pinar es un lugar didáctico donde se explica la formación de la isla y sus características más importantes a nivel geológico.
El Centro de Interpretación Vulcanológica gracias a la tecnología, ofrece en los dos edificios que lo conforma una experiencia interactiva para descubrir el vulcanismo de Canarias y revivir la erupción submarina cerca de la costa de La Restinga, al sur de la Isla.
Tabla de contenidos
Naturaleza y sostenibilidad
La gran roca que emerge del mar alcanza elevadas alturas, posee una atractiva naturaleza donde destacan los enormes acantilados y numerosos miradores. Aquí el contraste es máximo pues por un lado nos encontramos con dehesas recubiertas de verde y bosques de laurisilva y pinares, junto a zonas de volcanes apagados y aridez extrema.Por un lado la isla goza de miradores de vértigo sobre el valle y el mar y por otro presenta valles envueltos en una calma infinita.
La isla en si es pionera en desarrollo sostenible, ya que por ejemplo posee autonomía energética gracias a La Gorona del Viento, un sistema combinado de molinos de viento que bombean agua hasta un depósito alto, desde donde se deja caer hasta unas turbinas que generan electricidad.
El peñón, inmerso en el océano Atlántico, es barrido por los vientos alisios. En sus laderas emergen jardines botánicos llenos de interés debido a sus especies endémicas y todo el territorio es Reserva de la Biosfera.
Entre grandes rocas y acantilados, en su parte norte la isla guarda un espacio tranquilo de baja elevación, un valle abierto al mar pero protegido por acantilados de piedra, El Golfo. ¡Vamos a descubrirlo!
El Golfo y sus miradores
Es un espacio de baja elevación situado en el norte de la Isla , asomado al mar pero protegido de él por enormes acantilados algunos de los cuales superan los mil metros de altura. Este valles es tan espectacular que merece ser visto desde alguno de sus miradores, como el de La Peña o seguir hasta el de Jinama.
Mirador de La Peña
El más famoso es de los miradores de la isla de El Hierro es el Mirador de La Peña, en Guarazoca. Situado al este de la isla, en el municipio de Valverde, concretamente en la carretera antigua de Valverde a Frontera.
A casi 650 metros de altura sobre el nivel del mar, el mirador ofrece una vista excepcional del valle de El Golfo. Desde su petril hay más de mil metros de caída libre por los riscos de La Fuga de Gorreta. Desde este se domina por completo el espacio natural de El Golfo.
Sobre el mismo se levanta una espectacular obra del lanzaroteño Cesar Manrique, un artista que tenía un enorme respeto por el entorno y que valorizo que puso en valor como nadie las islas afortunadas. El artista acondicionó el restaurante y un mirador al borde del abismo. Mejor es visitarlo por la mañana o al mediodía para disfrutar de su restaurante. Está provisto de aparcamiento.
Mirador de Jinama
A escasos metros del anterior se encuentra el mirador de Jinama, también con unas vistas impresionantes sobre el valle de El Golfo. Situado al oeste de San Andrés, el mirador es un punto de partida de una ruta senderista, el Camino Real de Jinama, y punto de paso hacia la carretera que baja por la pared rocosa hacia Frontera, en las tierras bajas de El Golfo. Concretamente la Ermita de La Caridad es donde nace el camino de Jinama, sendero utilizado para las mudadas, movimientos trashumantes entre el valle de Frontera y la meseta de Nisdame.
Actualmente también se puede acceder por un moderno túnel que enlaza en solo veinte minutos con Valverde, la capital, pero el otro camino es mucho más bonito.
Es un mirador excepcional a gran altura, sobre unos 1200 metros, sobre el valle de El Golfo. Admirar desde sus alturas el mar de nubes sobre la dorsal de Frontera es una experiencia excepcional. Envuelto en la humedad con que los vientos alisios impregnan las rocas del El Hierro.
Descendiendo vertiginosamente desde el alto centro de la isla atravesaremos pinares, bosques de laurisilva y de helechos. Al final encontraremos los viñedos que producen los excelentes vinos de Frontera.
A la entrada de esta población se encuentra la ermita de Nuestra Señora de Candelaria, con su campanario exento sobre la montaña volcánica de Jaopira, junto a un terrero, construido para celebrar los tradicionales encuentros de lucha canaria. El retablo está presidido por una pequeña imagen de la virgen morena con el Niño en brazos.
Senderos y atractivos de la isla
El incomparable paisaje de la Isla del Hierro, ha hecho de su red de senderos una de las más atractivas del mundo.
Los pueblos de Frontera y su vecina Tigaday , rodeados de cultivos de frutales parecen el centro desde el que se distribuyen los distintos caminos que nos llevan a lugares exóticos.
Al oeste de Frontera
La Ruta de la LLanía ofrece un espectacular recorrido por el bosque de fayal/brezal, además de unas increíbles vistas sobre el valle de El Golfo y la caldera de Fileba.
Situado en El Golfo, hacia el oeste en la costa, concretamente en Los Llanillos en Frontera, se encuentras las piscinas naturales de El Charco Azul.
Este enclave virgen de aguas turquesas protegidas por un roquete del océano es una maravilla volcánica que nos regala baños impensables.
Colofón de lujo del sendero PR EH-2, que atravesando todos los pisos vegetales de la isla desde los 1300 metros de altura de El Pinar nos conduce hasta la áspera orilla del mar.
Disfrutar de este entorno es algo único, una experiencia inolvidable. En las piscinas naturales de la accidentada costa volcánica de El Golfo podemos nadar tranquilamente en el agua salada mientras las olas rompen con fuerza frente a los obstáculos que rodean la tranquila pileta natural de aguas azules. Las piscinas cuentan con instalaciones de agua potable y zonas de picnic.
El sendero cuenta además con un sendero interpretativo que discurre por una zona volcánica, se localiza en una carretera que baja a la Restinga.
Siguiendo hacia poniente se llega al balneario de El Pozo de la Salud y al pueblo más pintoresco de la isla, Sabinosa. De hermosa arquitectura tradicional herreña, el pueblo se encuentra cuajado de flores y rodeado de viñedos. Vinculado al vecino Sabinar y a la Reserva Natural Integral de Mencáfete.
Por encima se encuentra la parte más salvaje de la isla. Deshabitada , aquí solo aparecen sabinas de troncos retorcidos por el viento, cerca del santuario de Nuestra Señora de los Reyes.
Al este de Frontera
Aquí es posible bañarse en las piscinas costeras de El Charco de Los Sargos, en La Maceta y en la zona de Las Puntas.
A su espalda se encuentra el monumento natural del Tibataje y a tres kilómetros el Ecomuseo de Guinea. Visita obligada para conocer la dureza y originalidad de la manera de vivir y construir de los antiguos herreños.
A su lado se encuentra El Lagartario se pueden ver los lagartos gigantes de El Hierro, que alcanzan los 60 metros de longitud y que hoy en día, aunque en peligro de extinción, todavía viven en libertad en los riscos de Tibataje y en los Roques de Salmor.
