Urederra, donde el agua se vuelve turquesa

En Urederra, en la Sierra de Urbasa y Andía se encuentran algunos de los más hermosos de Navarra. Su ubicación, enclavada entre el inicio de la España atlántica y la mediterránea, la convierten en una zona de enorme biodiversidad.

Además geológicamente este es un potente macizo calizo muy carstificado. Ancestral la acción humana, con la elaboración del carbón y la ganadería le han añadido un plus de interés a este lugar ya de por sí tan especial.

En el Parque Natural de Urbasa-Andía se encuentra la reserva natural de Nacedero del Urederra. Allí existe un profundo anfiteatro rocoso donde nace un río, el Urederra.

El lugar combina una potente vegetación de bosques de hayas centenarias, un paisaje rocoso y el río.

El Urederra brota de un importante acuífeno subterráneo que convertido en río, va dejando a su paso, en primavera, sucesiones de hermosas pozas y cascadas.

Las pozas, donde el río se remansa son de un llamativo color turquesa, tal que ha inspirado el nombre del propio río, Urederra, que en euskera significa “aguas hermosas”. Este fenómeno natural único en España se debe por una parte a la pureza de las aguas que brotan puras desde el Nacedero. Por otra parte de debe a la capa de carbonato cálcico que recubre los fondos del río y que crean este sorprendente efecto con la luz del sol.

Enfilando la ruta hacia el nacedero de Urederra

La mejor forma de conocer y admirar la fascinante escenografía natural de esta zona es internarse por sus senderos.
Desde el Centro de Información parten dos senderos que se internan en los hayedos de Urbasa.

El primero de ellos, el más sencillo es de solo 800 metros es el itinerario de Morterutxo.

El segundo es el itinerario de los Montañeros de casi 4 kilómetros y 205 metros de desnivel, por lo que se recomienda buena forma física para realizarlo.

Si vamos en coche desde Baquedano tomando la NA-718 ascendiendo al puerto de Zudaire, principal acceso a la Sierra de Urbasa llegamos a un aparcamiento. Allí se permite acceder al balcón de Pilatos, llamado también Ubaba (en euskera boca de agua).

A 300 metros de altura sobre el valle de Améscoas desde este mirador natural se divisa el macizo rocoso calizo desde donde brota el Nacedero del Urederra y observas distintas especies de aves rapaces (quebrantahuesos, buitres leonados, alimoches…).

A pié, tras atravesar el caserío de Baquedano y siguiendo un sendero entre encinas y robles se llega a la cancela que da entrada a la reserva natural.

Aunque en total son seis kilómetros entre la ida y la vuelta hay que calcular unas cuatro horas de marcha, ya que hay muchas maravillas que admirar.

Tomando la bifurcación a la izquierda nos internamos en un sombrío hayedo. Aquí tenemos el primer contacto con el río, que protegido en distintos tramos con pasarelas de madera, nos permite acercarnos a los distintos enclaves que se van sucediendo.

En este fascinante ecosistema proliferan aves como los mirlos acuáticos y anfibios como ranas y tritones.
Poco a poco vamos llegando al límite visitable y retomamos la vuelta, que es mejor realizarla por el camino que atraviesa el robleral.

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