La Laguna de Gallocanta, el hogar de las grullas

La laguna de Gallocanta está considerado el mejor lugar peninsular para observar grullas. Situada entre las provincias de Zaragoza y Teruel es un lugar sin igual donde disfrutar del turismo ornitológico, escuchando el sonido de estas maravillosas aves.
Aquí llegan miles de grullas, en sus migraciones o a pasar el invierno.

En los primeros diez días de marzo y la última semana de Octubre y la primera de Noviembre. se produce la mayor concentración de grullas durante sus pasos migratorios. Sin embargo también en invierno puedes acercarte, pues unos 10000 ejemplares pasan aquí la estación fría. Por eso, no importa que estación del año elijas para visitarla, pues en este lugar disfrutarás de uno de los espectáculos naturales más maravillosos del sur europeo.

El mejor momento para visitar la laguna y deleitarnos con su sonido rompiendo el silencio es al atardecer, cuando las grullas regresan a sus nidos después de haber pasado el día alimentándose en los campos de cereales y praderas de la altiplanicie del rio Jiloca.

Si vienes desde el Levante tiene un buen acceso para llegar a la Laguna de Gallocante por la carretera A-23, que comunica con la ciudad de Zaragoza. Si tu origen es Madrid has de tomar la A-2 y luego la N-234 hacia Daroca. Más información…

El pueblo de Gallocanta y sus festividades

En el tranquilo pueblo de Gallocanta al que pertenece la laguna destaca su iglesia fortaleza barroca, en la cual se encuentra la Virgen del Buen Acuerdo. En torno a esta bonita talla medieval de madera policromada se celebra una fiesta a la cual se acude en romería a la ermita sobre la laguna, cada 23 de abril y el martes de Pentecostés.
Sin embargo, lo más singular de esta celebración es el baile con palos y espadas que cada 25 de agosto rememora el acuerdo entre pastores que dio nombre a la Virgen. Más información…

La Laguna de Gallocanta

La laguna de Gallocanta es la mayor laguna de Aragón y una de las laguas esteparias más extensas de España. Se encuentra en una planicie a mil metros de altura sobre el nivel del mar.

Año tras año, huyendo de la estación fría del norte de Europa aparecen con su inconfundible trompeteo las grullas. La mayoría hacen escala antes de continuar su ruta hacia la cálida costa africana, o más cerca, hacia los climas más templados de Extremadura y Andalucía. Otras resistirán el invierno en la laguna, cuando las lluvias y los diversos cursos fluviales rellenan sus catorce kilómetros y medio de extensión.

En primavera estas mismas grullas iniciarán su viaje de regreso, en esta ocasión en dirección opuesta, hacia el norte, para iniciar su reproducción. Es en este momento cuando las grullas de paso coinciden con las que permanecieron el invierno en Gallocanta y se produce la mayor explosión de vida y sonido en la zona. Por eso, ese es el mejor momento para ir a verlas, pues ni precisamos de prismáticos ya que pasan tan cerca que no nos hacen falta.

Sobre todo al atardecer, cuando grandes bandos regresan volando formando una uve, buscan refugio de los predadores en la laguna, y su silueta destaca sobre el azul ultramar y púrpura del cielo.

Observatorios

Cuando amanece hay que acercarse a alguno de sus observaciones para vivir la experiencia, porque además de grullas, aquí también se dan cita otras especies de aves. Cigüeñas, el ánade azulón, la cerceta común, el pato colorado, la avoceta, el porrón, la focha y la cerceta común, entre otros.

De esta ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) el más característico de todos estos miradores es el altozano de la ermita románica de la Virgen del buen Acuerdo. Desde aquí se puede contemplar el lagunazo de Gallocanta, el lagunazo Grande, con sus dos islotes –Pesterre y Lomerón del Colorado-y el carrizal de agua dulce que se conoce como Los Ojos, cuyas aguas más cálidas atemperan las otras aguas más frías y saladas de la laguna.

Centros de Interpretación

La laguna dispone de de dos centros de interpretación. Uno ubicado en la propia laguna de Gallocanta, el Museo de las aves (976 803069), junto a la iglesia del pueblo que custodia la Virgen del Buen Acuerdo, y el otro en Bello (978 734031).

El Museo de las aves es un rincón del conocimiento sobre la flora y fauna de la laguna cierra los lunes y la entrada cuesta 1€.

El centro de Bello se encuentra en la carretera que une las localidades de Tornos y Bello y ofrece información sobre excursiones, observatorios y datos prácticos sobre la visita a la Laguna. Dispone de un audiovisual y una exposición permanente sobre las grullas, las aves acuáticas, la sal y otros aspectos de interés natural en este importante humedal peninsular, además de un observatorio con prismáticos y catalejos.

Los yacimientos del Castellar y Las Cuerlas

Esta tierra, es hoy un lugar volcado en tradiciones agrícolas y ganaderas que conserva las huellas de su pasado romano y celtíbero en sus correspondientes yacimientos El primero, el de Castellar, se encuentra en la carretera que enlaza los pueblos de Berrueco y Tornos. El otro es el de Las Cuerlas, situado sobre el mismo enclave originario, extendiéndose hasta el cercano cerro de San Pedro.

Sin embargo, los vestigios más antiguos de civilización humana en el municipio, corresponden a la Edad de Bronce, con elementos de cerámica y silex, lo que indican que ya fue poblada desde el Neolítico.

Daroca

No puedes abandonar la zona sin acercarte a visitar la villa de Daroca. Atravesar sus puertas que salvan la antigua muralla y sentir su peso histórico en lugares como la Puerta Baja, junto a la que brota la fuente de los 20 caños. También son imprescindibles el torreón del Arrabal o Portillo de San Valero, o la colegiata de Santa María. Además de los palacios de larga historia y belleza mudéjar como el de los Luna, iglesias como las de San Juan y Santo Domingo o el museo de los Sagrados Corporales.

Últimas Entradas

keyboard_arrow_up