Descansando en el hotel rural Fontequeiroso

Quizás conocer la gastronomía local sea uno de los alicientes cuando realizamos un viaje. Y es que nada transmite mejor la esencia de un territorio que aquello que se lleva a la mesa. Este ha sido uno de los motivos por los que vale la pena destacar un hotel rural  Fontequeiroso, situado entre Nemiña y Touriñán. Porque aquí, en el Hotel rústico más occidental de Europa, se cocina como en casa.

El hotel es una típica casa  gallega, que tras pasar por una acertada restauración y mucho esfuerzo abrió sus puertas hace unos añitos. En ella, se preparan a fuego lento una gran materia prima donde destacan los pescados de proximidad. Calidad y cantidad que llega a la mesa para sus huéspedes y que convierte a la tranquilidad reinante y a su cocina en los aliciente para alojarse en él.

Aquí, en el Hotel Rural capitaneado por Mari Carmen van a parar peregrinos agotados y caminantes del Camino de los Faros como nosotros, ya que muy cerca finaliza la etapa que transcurre desde Muxía a Nemiña.

Llegada al hotel

A la misma playa de Nemiña llegamos para finalizar la etapa y allí quedamos varados, sentados con buenas vistas y una caña fresquita. Dado lo mucho que se valora la comida y lo conocido de la hospitalidad de los gallegos, echamos de menos unas aceitunas o algo con que acompañarla.

Digo yo, que con 2,5 euros cada una, algo de margen tendrían para convertir ese instante en un momento perfecto. Hospitalidad que echamos de falta y que sin embargo sí nos prestaron cuando nos llevaron de Nemiña a Fontequeiroso, lugar donde elegimos dormir.

Llegamos al hotel rural con unas enormes ganas de descansar. Os muestro la foto, ya que como se dice, una foto vale más que mil palabras.

¿Cómo fue la cena?

Lo que más nos ha llamado la atención es lo rápido que se cenaba aquí. A las 8:30 ya estaban todos sentados a la mesa de lo más dispuestos. He de matizar sin embargo, que la mayoría de los comensales eran ingleses o alemanes. Ya se sabe, los visitantes del centro y norte de Europa se ajustan, que no disfrutan, horario europeo. Así que aquí nosotros éramos los raros.

También me resultó un poco extraño que aquí no se pidiera a la carta. Lo que hay, es lo que hay. Tienes tres platos a elegir. Si te gustan, bien. Si no…pues o a dieta o a pedirle a Mari Carmen que sea condescendiente. Ese día se sirvieron lentejas con chorizo, caldeirada de pescado y ensalada. Contundente para una cena…Aquí os dejo una muestra.

Comentar que a mi me gusta la cena un tanto ligera y esta para mi era un poco excesiva. Pero bueno, después de tanta caminata, me la merecía.

Devoré las lentejas, aunque cedí el pescado a mi acompañante, que a él sí le gusta mucho y a mi…, a mi algunos y lo justo. Para él estuvo estupendo. Buena materia prima, abundancia y muy correcta preparación.

De la ensalada…le quitaría el vinagre de Módena. No sé qué manía hay ahora con echarle ese brebaje a todas las ensaladas….Que no, que a mí me gusta que una nuez sepa a nuez un tomate a tomate y no todo a lo mismo.

Luego vinieron los postres, bizcocho y filloa, es decir, crepe a la gallega. Y cafés y …ya no me acuerdo que más. Hambre no se pasa, hambre no, lo que pasa es que si fuéramos vegetarianos…las opciones eran reducidas y pagar 20 euros/comensal por ensalada y postre…Sinceramente, preferiría poder elegir un poquito más. Pero además de cenar, también nos alojamos y disfrutamos de un completo, sano y energético desayuno.

 

Valoración del hotel rural Fontequeiroso

Nunca miento en un post Independientemente de que me una amistad, afecto o cualquier otra tipo de relación no puedo hacerlo. Sencillamente porque como viajera quiero conocer de antemano lo que luego me vaya a encontrar. Por eso, y porque creo que las críticas son constructivas y ayudan a mejorar escribo este post sobre el Hotel.

Si el Hotel Fontequeiroso fuera un sitio que no mereciera visitar no lo escribiría. La verdad, podemos cambiar pequeñas cosas de un sitio pero no su esencia. El hotel Fontequeiroso a mí me gusta. Me gusta porque tiene alma, el alma y el esfuerzo de su propietaria. Compartimos charla con ella durante el desayuno. Nos contó cómo nació el hotel y las dificultades de su emprendimiento.

A costa da Morte vive durante los periodos vacaciones pero durante el invierno se adormece. Mari Carmen quiere hacer cosas nuevas. Por ejemplo, jornadas micológicas o gastronómicas. En mi humilde opinión cualquier iniciativa en ese ámbito le daría un poco más de vida, al hotel y al pueblo. Esperamos sus iniciativas vayan tomando forma y de alguna manera nos abrimos a colaborar con Mari Carmen en lo que precise.

Puestos a valorar, lo mejor de este hotel son las personas que lo hacen posible y ese fantástico desayuno con pan de pueblo. Si he de comentar lo que menos me gustó quizás diría que nuestra habitación. Era correcta, sí, pero solo eso. Estaba situada en una esquina de la parte baja de la casa. Sin vistas y para mi gusto, y sin ser invierno, un poco fría. Supongo que el hotel tiene otras de mayor calidad y precio, pero comparando con hoteles en los que ya hemos estado con la misma tarifa, no es de las mejores estancias, si no fuera por varios motivos. Porque el entorno es único, y para la zona es de lo mejor. Porque la propietaria es encantadora y porque su cocina lo merece.

Esperemos que tengan mucha suerte y poder volver en otra ocasión al hotel rural Fontequeiroso.

Resumen de precio y valoración:

Precio: noche para 2 personas: 50 euros. Cena : 20 €/p.p. Desayuno: 5 €/p.p.
Valoraciones:
Habitación (de 1 a 10): 6,5.
Cena: 7.
Desayuno: 9
Lo mejor: La Conversación, la amabilidad de Mari Carmen y del resto de personal. Sin dudas también el desayuno.
Lo peor: La habitación.

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