Clunia, Peñaranda y el Monasterio de la Vid

Nuestro viaje por estas tierras de la Ribera del Duero burgalesa nos descubre una tierra donde el cultivo de la vid data ya de hace muchos años. Y es que los romanos se dieron cuanta hace más de 2000 años que esta ciudad tenía mucho futuro con el vino. Y así fundaron la antigua ciudad de Clunia Sulpicia.
La antigua ciudad romana de Clunia, que presumía de tener el teatro de mayor capacidad de toda Hispania, dista 100 kilómetros de la capital provincial.

Este es el lugar en el que se inicia este recorrido por el norte de la Ribera del Duero burgalesa.
Desde Aranda del Duero se enlaza Clunia, Peñaranda del Duero y el monasterio de la Vid. En nuestro camino pasaremos por el bonito pueblo de Peñaranda del Duero, conjunto monumental de visita obligada para seguir rodeados de viñedos hasta el Monasterio de Santa María de la Vid una auténtica joya monumental.
El otoño es la mejor época para visitar la zona, porque la vendimia y los vistosos colores de los árboles convierten el paisaje de la Ribera del Duero burgalesa en uno de los más bonitos de la naturaleza de España.
También es una época ideal para visitar esta zona en primavera, debido a la suavidad del clima. Y si te gusta el teatro, en verano se celebran espectáculos en los rehabilitados graderíos del teatro romano de Clunia y también visitas teatralizadas.

Triangulando la zona

La ciudad romana de Clunia

El valle de Arandilla se encuentra a unos kilómetros del río Duero. En él sobre una extensa meseta se encuentra las ruinas de la ciudad de Clunia.
En sus tiempos esta ciudad romana llegó a alcanzar los 30000 habitantes e incluso acogió el nombramiento de un emperador, Servio Sulpicio Gaba. Nerón la elevó a rango de colonia y le dio nombre.
La ciudad albergó un gran centro judicial, administrativo y religioso y por ella pasaban muchas de las vías de comunicación de la región. La ciudad estaba llena de grandes edificios públicos que daban servicio a sus miles de habitantes como la basílica judicial un templo dedicado Júpiter, sus baños públicos, el mercado-macellum-o el foro, una plaza rectangular porticada.
Pero lo más llamativo de la ciudad, el teatro romano, se encuentra a sus afueras. Construido en el siglo I, d.C. aprovechando una ladera en forma de media luna por donde descendía un pequeño barranco, tenía capacidad para más de nueve mil espectadores. Fue el teatro de más capacidad de la Hispania romana y además de representaciones teatrales, como las que hoy en día se realizan, albergó las luchas de gladiadores y combates entre fieras.
La visita incluye el Aula de Interpretación Arqueológica, el teatro y los mosaicos y restos de un gran número de edificios. Más información…

Peñaranda del Duero

Peñaranda del Duero es una villa con todos los ingredientes para ser un escenario de película. El Castillo domina la villa, convirtiéndose en un perfecto mirador para apreciar su trazado urbano medieval.

En su centro, perfectamente conservado destaca la amplia plaza Ducal. La plaza es un espacio armonioso, presidido por un artístico rollo jurisdiccional sobre la que destaca la torre de la excolegiata de Santa Ana, así como el Palacio de Avellaneda o de los Condes de Miranda, ambos de estilo renacentista.

También son dignas de admiración las casas con soportales y entramados de madera y adobe tan típicos de la arquitectura popular castellana.

El recorrido por el interior del palacio de Peñaranda del Duero, pasa por su elegante patio renacentista y sus nobles salones cubiertos de artesonados mudéjares.

Además de todo lo anterior, también hay que visitar en Peñaranda, la botica barroca de Ximeno, uno de los establecimientos farmacéuticos más antiguos de España. Inagurada en 1685, aún mantiene hoy en día su disposición original. En sus anaqueles reposan más de 300 tarros de Talavera y decenas de frascos de vidrio soplado con los más diversos mejunjes; Drogas, ungüentos, emplastos…
La oficina de turismo organiza visitas guiadas por los mayores atractivos de la ciudad.

Monasterio de la Vid

Para finalizar nuestra visita nos dirigimos al cercano curso del río Duero, por una tranquila carretera rodeada de varios de los viñedos más antiguos de la D.O. Ribera del Duero. A orillas del río Duero, a poco más de siete kilómetros de Peñaranda se encuentra el Monasterio de la Vid. En medio de un frondoso bosque de ribera, una inconfundible y elevada espadaña barroca nos señala la ubicación exacta de este cenobio fundado a mitad del siglo XII por canónigos premostratenses.
Hoy en día es un convento de agustinos, cuenta con una interesante visita guiada a través de su claustro renacentista con sala capitular románica, su impresionante biblioteca repleta de valiosos códices, su museo de arte sacro y otro de numismática.

Sobre el lugar de la milagrosa aparición de la Virgen de la Vid, se levantó una fábrica románica que fue sustituida por elementos góticos y por una magnífica cabecera renacentista de planta ochavada y cúpula sobre trompas. Una verdadera joya artística que por sí sola ya merece la visita a la comarca. Más información…

Otros lugares de interés en la zona

Coruña del Conde

Esta localidad recogió a comienzos de la Edad Media el nombre de la ciudad romana de Clunia. Su estratégico castillo, disputado por musulmanes y cristianos, sirvió de plataforma para el pionero de la aviación española Diego Marín Aguilera que en 1793 se lanzó desde sus torres montando un artilugio volador de fabricación propia. También, hay que admirar sus dos puentes romanos y la original iglesia románica de Santo Cristo.

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