El río Júcar ha excavado en el noroeste de Albacete una profunda y sinuosa garganta. Son las hoces del Júcar. Descubrir a pie, bici o piragua este entorno es todo un privilegio. Su paisaje rodeado de verde y acantilados, contrasta enormemente con la árida llanura que la circunvala.
En este maravilloso entorno descubrimos bellísimos pueblos como Alcalá del Júcar, uno de los más bellos de España y un enclave ideal para el turismo activo.
Alcalá del Júcar se encuentra a 50 kilómetros al noroeste de Albacete. Se va por la carretera de Alatoz (CM-332) hasta Casas de Juan Núñez y después por la CM-3254 pasando por Vilavaliente y Casas del Cerro, donde nos encontramos un maravilloso mirador del cañón.
La época ideal para visitarlo es en primavera y otoño, que es cuando las alamedas y saucedas de las hoces de Júcar se tornan de una gran intensidad cromática. Más información…
Puro contraste en el caño del Júcar
Uno de los paisajes que llama más la atención se encuentra en Albacete. Al noreste de la capital se extiende una gran llanura de unos 50 kilómetros. Campos lisos, carentes de vegetación, donde lo único que se levanta del suelo no son arboles ni arbustos, son las antiguas chozas de piedra que antiguamente usaban los pastores y labradores.
Sin embargo, tras pasar esa planicie y llegar al mirador de Casas del Cerro asombra el gran contraste. En medio del seco paisaje se descubre el abismo del cañón del río Júcar. Huertas ribereñas, verdes alamedas y entre tanto verdor, encaramado sobre un escarpado meandro del Júcar, el pueblo blanco de Alcalá del Júcar.
Una vez hemos llegado al pueblo, una de las vistas más increíbles del pueblo de Alcalá del Júcar es la que se contempla desde su puente romano. Este puente fue durante los siglos XIV y XV aduana del llamado Camino Real de Castilla a Levante.
Alcalá del Júcar
El pueblo parece dispuesto como si sus casas se encaramaran por la roca ladera vertical de la margen izquierda o se excavan ascendiendo hasta el castillo que lo preside, de tiempo de los almohades, en el siglo XII.
Ascenso al Castillo
Dominando el cañón, la población y el puente romano se encuentra este torreón pentagonal de origen almohade y remodelado por el marqués de Villena en el siglo XV. Abre todos los días y la entrada cuesta 2€.
Acceder a él a pie es toda una hazaña, pues hay que trepar por callejas empinadas y por las escaleras de la fortaleza.
Cuevas y pasadizos
Para hacer más llevadera la subida, los vecinos de Alcalá del Júcar han excavado en sus casas cuevas y pasadizos en la pared caliza del cañón, convirtiéndolo en un auténtico hormiguero gigante en esta auténtica Capadocia Manchega.
Cuevas del Diablo y Garadén
La cueva más conocida y extensa es la cueva del Diablo y aunque el nombre parece indicar que aquí vive un indeseable morador, la realidad es que quien vive es una persona con un particular bigote, que es quien la enseña desde hace 35 años. Entonces medía 180 metros y ahora se extiende unos 750.
En realidad son dos cuevas comunicadas entre sí. La inferior es como un pequeño almacén lleno de aperos, algunas piezas etnográficas singulares. De mucho mayor interés histórico en cambio es la superior o de Garadén es de origen árabe, y conserva intacta su decoración original, incluido un bonito palomar.
Abren los fines de semana y festivos de lunes a viernes. Se pueden visitar llamando a la puerta colindante. La entrada cuesta 3€ e incluye una consumición en el bar, con terraza con vistas hacia la hoz y también permite ver el vecino Museo del Cine.
Plaza de Toros
Una vez alcanzado el castillo, la vista del cañón y la población es impresionante. En medio de esta, como encajada en la roca se divisa una extraña plaza de toros de forma ovalada un tanto singular. Con aire rupestre recuerda más a un anfiteatro que a un coso taurino. Eso sí, se dice que es la más antigua de España.
La visita sale de la oficina de turismo. Sábados 13:30 y 16:00, domingos 13:30. Entrada 1,5€. Hay un bono para visitar la plaza y el castillo por 3€.
Tolosa y el mirador de Jorquera
Otra opción para recorrer las hoces del Júcar es bajar a Tolosa y disfrutar del paisaje de las riberas del Júcar y el embalse local.
También ir a Jorquera y subir a su mirador. El mirador de este pueblo con emplazamiento espectacular y restos de murallas mozárabes, se encuentra en la carretera que une Jorquera con Casas de Juan Núñez. Desde él se aprecia la magnífica posición que ocupa este pueblo, encaramado sobre un cerro y rodeado casi en su totalidad por el río Júcar, como si se tratase del foso de un castillo medieval. Esta posición nos da una idea del motivo por el que fuera la principal fortaleza y la capital de comarca en tiempos de los árabes.
Turismo activo
Si después de tanta subida aún te quedan energías, nada como un poco más de ejercicio. Empresas como Los Olivos, Avenjúcar y Turiaventura organizan rutas guiadas en piragua por el Júcar. A partir de 20€. También ofrecen rafting en las cercanas hoces del río Cabriel.
Las rutas en piragua por el Júcar es una manera ideal de contemplar el bosque, las milhojas de roca caliza de las paredes del cañón y las aves que anidan en ellas, sobre todo águilas reales y perdiceras.
Sin embargo, si tu eres más de tierra que de agua, por los alrededores de Alcalá del Júcar se extienden seis senderos señalizados. El más bonito y conocido es el del Morrón, un sendero circular de cuatro horas de duración que conduce hasta el pueblo de Tolosa por el borde superior de las hoces para luego volver por la orilla contraria entre bosques de pinos, nogales, higueras y huertos.
La Bici Verde 620483518 alquilan bicicletas de montaña por horas (6€) o días (20€).