El trayecto por la Sierra de Albarracín en coche, partiendo del mismo pueblo hasta el nacimiento del río Tajo, es uno de los más bellos de España. Nuestro punto de partida es el pueblo de Albarracín, uno de los más bellos de España y que por eso por él mismo, ya merece una visita, que le hemos dedicado un post anteriormente.
Pero hoy realizaremos un recorrido en medio del Paisaje Protegido de los Pinares Rodeno, donde descubriremos pinturas rupestres, lagunas como la de Bezas, cascadas espectaculares y como la del Molino y un camino de pasarelas sobre el barranco de la Hoz en Calomarde, lugar de nacimiento del río Tajo.
El pueblo de Albarracín, punto de inicio de nuestra ruta de hoy de 105 kilómetros de recorrido se encuentra a 138 kilómetros de Teruel. Situado en una cerrada curva del río Guadalaviar, es con su larguísima muralla uno de los lugares más bonitos de España y un comienzo inigualable. ¡Comencemos pues nuestro trayecto!.
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Pinturas rupestres del Paisaje protegido de los Pinares de Rodeno
Partiendo de Albarracín por la carretera de las Bezas, en apenas unos minutos nos adentramos ya en el Paisaje protegido de los Pinares de Rodeno. Se extiende por los términos de Albarracín a Bezas y Gea. La carretera que va de Albarracín a Bezas, cuenta con varios miradores. El lugar es un maravilloso enclave de piedra arenisca roja, lleno de barrancos, como el de Cabrerizo, oquedades y abrigos rocosos como La Cocinilla del Obispo y pinos resineros o rodenos. Pero además aquí, se encuentra una de las mayores concentraciones de pinturas rupestres de Europa. En el kilómetro 4 se encuentra el área recreativa del Navazo, donde arrancan varios senderos señalizados que conducen a las pinturas rupestres más representativas. Las pinturas representan una manada de grandes toros bancos rodeados de diminutos arqueros. En realidad se ven pocos toros blancos en el arte rupestre levantino, pero aquí usaban siempre pintura de ese color, algo realmente insólito.
La Laguna de Bezas
A 20 kilómetros de Albarracín y a cuatro de Bezas, se halla la laguna de Bezas, el humedal mayor de la sierra. Cuatro hectáreas que en primavera y verano tiñe de rojo la planta llamada espiga de agua y donde se dan cita gran cantidad de aves acuáticas. Garzas y ánades reales, fochas comunes, cigüeñas negras…
La Cascada del Molino de San Pedro
Continuando nuestro recorrido pasamos por Valdecuenca, Toril y Masegoso. Desde este último parte el acceso a El Vallecillo que nos lleva a la Cascada del Molino de San Pedro. Este llamativo salto de agua está señalizado, 300 metros después de cruzar el puente sobre el río Cabriel.
La enorme poza, labrada por las aguas en la roca caliza, que hay al pie de la cascada junto a los restos de un antiguo molino, de ahí el nombre de la cascada, invita al baño en verano.
La Cascada mide aproximadamente unos ocho metros. Por detrás de ella podemos colarnos y contemplar sin mojarnos la charca de color verde esmeralda separada por la cortina de agua.
Calomarde
Una vez vista la cascada volveremos a Masegoso y Toril para continuar ahora por Terriente y Royuela, rumbo a Calomarde.
A dos kilómetros de la población, veremos señalizada la cascada del Molino Viejo o Batida. La cascada, con un desnivel de diez metros de altura, era aprovechado antiguamente para proporcionar energía motriz a un molino.
Rio arriba, en Calomarde, a una hora de camino (dos horas ida y vuelta), nace el espectacular sendero del barranco de la Hoz. El sendero cuenta con pasarelas metálicas colgantes para poder caminar, donde solo hay roca vertical y agua helada y avanza unos metros por encima del río Blanco, afluente del río Guadalviar. Y aunque atravesarlas parece que vas a volar sobre el cañón, en realidad no reviste ningún peligro.
Hacia Frías de Albarracín y el nacimiento del Tajo
Desde Calomarde hasta Frías de Albarracín hay unos seis kilómetros y otros once hasta el paraje de Fuente García, donde nace en los montes Universales de la Sierra de Albarracín, el río más largo de España: el Tajo.
En el paraje de Fuente García, punto exacto donde nace, se ha levantado un monumento que celebra su nacimiento. Aquí, aunque el río se irá haciendo grande en su recorrido, es poca cosa. Sin embargo podemos disfrutar de un paraje de pinares y praderas a su vera, con bancos y mesas donde comer y descansar.
Al río sin embargo, le queda un gran recorrido de unos 1007 km hasta llega al océano Atlántico en la ciudad de Lisboa donde desemboca, ya en Portugal, donde cambia de nombre, siendo bautizado como O Tejo.