Ruta de Tossa de Mar a Sant Feliú de Guíxols

El tramo más meridional de la Costa Brava, el que nos lleva de Tossa del Mar a Sant Feliú de Guíxols por la sinuosa carretera, la GI-682, es uno de los tramos costeros más bonitos de España. Un lugar que además de belleza ofrece al turista una increíble oferta de historia, arte y ocio, a orillas del Mar Mediterráneo.

En nuestra ruta de hoy por la comarca de la Selva nos esperan salvajes acantilados en medio de una vegetación exuberante de pinares, junto a playas y calas de aguas turquesa y esmeralda.

Tossa del Mar punto de inicio de nuestro trayecto se encuentra a 8 kilómetros de Girona, completamente rodeada por el macizo de Cadireles, por lo que para llegar has de sortear una gran cantidad de curvas de la carretera GI-681, que enlaza con la más llevadera C-35. La AP-7 es la autopista principal para llegar hasta la zona.

Tossa del Mar

La bonita Tossa del Mar es una antigua población pesquera con un gran bagaje histórico. Primero romana, luego medieval y más tarde refugio de artistas e intelectuales. Pasear por sus calles es como hacer un apasionante viaje en el tiempo.

Un paseo imprescindible es realizar el trayecto hasta el faro, atravesando el recinto amurallado y el barrio de pescadores de Sa Roqueta-delimitando con las calles Portal y Estolt-, donde se consiguen unas vistas espectaculares. También lo es la visita a la villa romana de Els Ametllers.

Esta localidad gerundense pone a disposición del viajero una amplia y variada oferta de alojamientos, a la medida de todos los gustos. A esto se le une una gastronomía, otra de las riquezas culturales de este lugar, la cual convencerá a los paladares más exquisitos. Más información… 

Vista de Tossa del Mar, con las imponentes torres y murallas del castillo, resguardando su casco viejo y el faro en lo alto.

Los caminos de Ronda

Desde la playa de Tossa del Mar hay dos opciones para conocer la abrupta costa que va hasta San Feliu de Guíxols.

La primera es realizarlo íntegramente por la carretera, siguiendo un trayecto de 22 kilómetros de curvas. La otra, mucho más placentera es realizar un primer tramo alternando caminatas a pie con baños en las numerosas calas y playas que nos vamos encontrando desde la playa de la Mar Menuda hasta la cala Giverola.

Este es uno de los llamados caminos de ronda, los cuales son una de las mejores formas d recorrer este tramo de la Costa Brava.
Un hermosísimo camino que transcurre entre pinos y encinas, donde se disfruta del exquisito olor de sus plantas aromáticas y medicinales y de pequeñas calas de aguas cristalinas procedentes de las montañas que lo rodean en el macizo de Cadiretes.

Un recorrido lleno de sorpresas, como los vestigios de lo que antaño fueron puestos de vigilancia y pozos de contrabando, pues la ruta que en origen era un sendero de pescadores, luego llegó a ser un recorrido habitual de contrabandistas.

Calas, playas y miradores

En el trayecto se suceden unas calas tras otras; la pequeñita cala Bona, Pola, Giverola. A partir de ahí solo podemos continuar el trayecto por carretera.
En el camino podemos admirar la panorámica desde varios miradores, como desde los que se divisan cala Futadela y Salions, rodeadas de acantilados y pinos.

Más o menos a la altura de la cala Salions se encuentra un desvío que atravesando la montaña que va hasta Llagostera para por el Santuario de Sant Grau, desde el que también se divisa una panorámica espectacular.
Ya en el término de Santa Cristina d´Aro se encuentran la remota y pedregosa cala de Vallpresoa y el amplio arenal de la cala del Senyor Ramón, punto de encuentro de naturistas.
Y un poco más adelante, entre grandes montañas, asoma la estrecha playa dels Canyerets a la que se accede desde la urbanización Rosamar, cala Urgell, situada en un entorno natural y paisajístico privilegiado, y la salvaje Can Dell, a la altura de la urbanización Punta Brava, antes de llegar a Sant Feliu de Guíxols.

Sant Feliu de Guíxols

El conjunto arquitectónico del monasterio benedictino es el máximo exponente patrimonial de esta bonita población costera.

Además del monasterio hay que visitar la románica Porta Ferrara, la Iglesia de la Mare de Déu dels Àngels, el Museo de Historia de la Ciudad y el Espai Carmen Thyssen-Bornemisza, con una programación continua de exposiciones temporales de la colección privada de la baronesa. Y es que es una muestra más del amor de Carmen a este lugar, en el que veranea desde décadas.

En las playa de Sant Pol de Sant Feliu de Guixols no nos podemos perder sus casas modernistas, ni las señoriales del paseo del Mar.

También merece una visita el mirador de la ermita de Sant Elm, un lugar excepcional donde el periodista Ferrán Agulló dio nombre a la Costa Brava. Un nombre que refleja lo que desde aquí se divisa: una costa brava, donde el mar golpea sobre tremendos acantilados. Más información… 

Actividades

La oferta de actividades viene de la mano de diversas empresas de turismo activo. Como la ruta en Kayak para aproximarse a las formaciones de la roca desde el agua y atravesar cuevas, que propone Kayaks Nicolau.

También puedes navegar en una embarcación con suelo transparente con Fondo de Cristal, la cual nos permite explorar el rico fondo marino y las paraderas de posidonia de este excepcional enclave.

Otra opción es hacer una inmersión en este excepcional entorno, uno de las principales zonas de buceo de la Costa Brava, de la mano de Tossa Sub, donde además, si tienes suerte podrás avistar delfines en su ruta migratoria.

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