La hermosa villa medieval de Pedraza bien merece una visita en cualquier época del año. Sin embargo es en los dos primeros sábados de julio, el momento ideal para visitarla y asistir a los mágicos Conciertos de las Velas.
Es durante los conciertos nocturnos, cuando suena la música y miles de teas iluminan el lugar llenado de nostalgia la Plaza Mayor, cuando la bonita villa se convierte en un lugar muy especial.

La villa segoviana es además un lugar de película. Su aspecto medieval ha motivado que haya sido y sea escenario de grandes producciones cinematográficas, además de de series de televisión y anuncios publicitarios.

Desde 1550, en el pueblo se celebran las fiestas patronales, donde destacan los encierros alrededor de la muralla y las corridas de toros en la Plaza Mayor.

Para llegar a Pedraza desde Segovia, hay que seguir dirección noreste por la N-110 unos 40 kilómetros. Si vienes desde Madrid, algo que hacen habitualmente muchos madrileños, hay que subir unos 80 kilómetros, por lo que tardarás poco más de una hora. Más información

Los Conciertos de la Velas

La Fundación Villa de Pedraza lleva más de veinte años revolucionando cada verano el lugar cuando la villa medieval se transforma por la música y las miles de teas que ambientan los Conciertos Nocturnos, llamados Conciertos de las Velas, donde se interpretan obras de música clásica: Bach, Vivaldi, Verdi, Rimnski-Korsakov…
Aunque el decorado se repite año tras año, los dos sábado que tienen lugar los conciertos son los de más encanto. En esa fecha se reparten 50.000 velas para que al atardecer los vecinos las enciendan e iluminen con ellas, patios, balcones y calles, creando un ambiente nostálgico.
El Concierto de las Velas se celebran los dos primeros sábados de julio en la Plaza Mayor, un coqueto enclave porticado que se cierra al público para los asistentes a los conciertos.
En la página de la Fundación Villa de Pedraza encontrarás información tanto de los programas y precios de los conciertos de verano, ventas de entradas…etc. Así como información de otros atractivos de la villa como la Cárcel de la villa de Pedraza o el Centro Santo Domingo.

Qué ver en Pedraza

La centenaria villa es uno de los pueblos medievales de mejor arquitectura de Segovia. Lo cual, contrasta con los desabrigados páramos segovianos. La villa es pequeña, con apenas un centenar de vecinos, por lo que no hay mucho que ver, pero sí lo suficiente para disfrutarla despacio y pasar un fin de semana de lo más entretenido.

Muralla y Puerta de la Villa

Como típica antigua villa castellana está rodeada de murallas y a su interior solo se puede acceder por la Puerta de la Villa, por lo que si esta se cierra, no hay quien pueda entrar en el recinto. Pero la puerta de Pedraza siempre está abierta al visitante…

Sobre la muralla, surge una muralla del tipo coracha que remata en una torre con aspecto de baluarte, la torre albarrana. En su interior hay un mini auditorio y un pozo de agua, que funcionaba también como aljibe.

Casco histórico

La localidad es famosa por sus edificios medievales. Las calles Real y Mayor conforman la mejor muestra de arquitectura popular, con caserones y palacios blasonados. La primera arranca de la puerta de la Villa y desemboca en la plaza de la Villa, una de las plazas porticadas más bonitas de toda Castilla, de donde parte la calle Mayor que conduce hasta el castillo.
En la plaza se encuentra el Ayuntamiento y junto a él la casa balconada de la Casa de la Comunidad de Villa y Tierra.

Iglesias

En el flanco contiguo se encuentra la iglesia de San Juan Bautista, la cual preside la plaza, a cuyos pies se sitúa el escenario de los Conciertos de las Velas.
La segunda gran iglesia de Pedraza fue la Iglesia de Santa María, aunque hoy presenta un estado ruinoso. Era la favorita de los Duques de Frías y Señores de Pedraza, y cuando estaban en la zona, realizaban ahí sus actos religiosos.

También hay que visitar la espectacular iglesia románica de San Miguel de Sotosalbos y más cerca la también románica Iglesia de San Pedro de Gaillos, donde destaca su portada.

Castillo de Pedraza (o de los Zuloaga)

Como toda villa noble que se precie Pedraza tiene un castillo, el castillo de los Zuloaga. Esta fortaleza del siglo III ¿??(y su puerta en el siglo XIII) está enclavada sobre un barranco que perteneció a los condestables de castilla.

Adquirida en 1926 por el pintor vasco Ignacio de Zuloaga sirvió de estudio al pintor y después su familia convirtió en un museo sobre el mismo, donde se exhiben sus obras. Contiene además del museo un aljibe y un patio de armas. El castillo cierra lunes y martes y el precio por persona es de 6€.

La antigua Cárcel de la Villa

La villa tiene una larga historia que nos habla de la importancia como lugar de residencia de familias hidalgas. Su pasado la vincula a la prosperidad que vivió con La Mesta, un Concejo creado por Alfonso X El sabio en 1273, que otorgó importantes privilegios a los pastores de León y Castilla.

Su cárcel, a la que fueron a parar ilustres rehenes, se puede visitar y descubrir cómo era una auténtica mazmorra en la oscura España del Medievo. La cárcel abre todo el año y la entrada cuesta 3€.Tel. 921 509955.

Otros atractivos

No puedes abandonar la villa sin asomarte al mirador de la Vega o de la Hontanilla y disfrutar de la mejor vista de Pedraza.

También hay que recorrer la cueva de los Enebralejos, un paseo de 500 metros bajo una bóveda de estalactitas de gran variedad cromática, y el refrescante Chorro de Navafría.

Gastronomía, artesanía y mucho más

Ya en el siglo XX, entre los años 60 y 70 el pueblo comenzó a recuperar su esplendor, cuando artistas y famosos comenzaron a restaurar viejas casas y a abrirse hoteles con encanto, tiendas de artesanía y restaurantes.
Porque sí, a Pedraza, conocida como villa del buen yantar, también se viene a comer.

Lo puedes hacer en cualquiera de sus tabernas que proliferan en su Plaza Mayor, mientras te tomas un vino.

Su gastronomía es la tradicional segoviana. Destaca el lechazo y el cochinillo asado en horno de encina. El judión de la Granja, una judía de gran tamaño que se cultiva en un área cercana a Real Sitio de San Ildefonso y que habitualmente se sirve en asados y cocidos acompañados de embutidos como chorizos de Cantimpalo, morcilla, oreja de cerdo…

Para finalizar nada como con un ponche segoviano, que a pesar de su nombre no es una bebida, sino un tipo de dulce tradicional.

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