Vilaboa, en la provincia de Pontevedra, Galicia, destaca por su ubicación estratégica en la comarca de Pontevedra, a 9 kilómetros de la capital provincial, junto a Marín y Moaña en la comarca de O Morrazo. El municipio abarca las parroquias de Bértola (Santa Columba), Cobres (San Adrián), Figueirido (San Andrés), Santa Cristina de Cobres (Santa Cristina) y Vilaboa (San Martín). Larache, en Santa Cristina de Cobres, es el núcleo más poblado. O Toural es su capital.
El relieve de este lugar se caracteriza por sierras que rodean la ría de Vigo, ofreciendo montañas verdes, miradores espectaculares y encantadoras playas. Destaca el Parque de la Naturaleza del Lago Castiñeiras en el Monte de Cotorredondo, compartido con Marín, donde el Mirador de Cotorredondo presume de una de las vistas más privilegiadas de la ría de Vigo. La playa de Deilán y el pintoresco puerto de San Adrián de Cobres son visitas imperdibles. Una buena opción para acabar una tarde de verano, degustando una copa de vino IGP Ribeiras do Morrazo.
En Carnaval, las parroquias de San Adrián y Santa Cristina acogen su fiesta más popular, con desfiles de «madamas» y «galáns»y la tradicional «corrida do galo». La celebración culmina con el «Sermón del carnaval», narrando los eventos del año en el pueblo.
Historia y patrimonio
La historia de Vilaboa se remonta al periodo Megalítico y de la Edad de Bronce, como lo demuestran las mámoas y petroglifos en la zona de la laguna de Castiñeiras. Destaca el conjunto megalítico de A Chan de Castiñeiras, uno de los más importantes de Galicia, con la impresionante Mámoa do Rei –una de las más grandes e Galicia-entre otros enterramientos colectivos. Del periodo celta, el castro de Monte da Croa es un vestigio muy conocido en la localidad.
Los romanos también dejaron su huella en Vilaboa, así como una ruta medieval del Camino Portugués a Santiago. La Iglesia Románica de Vilaboa y la cimentación del Castillo de Ubeiras en San Adrián de Cobres son vestigios de estas épocas. Actualmente, el Camino de Santiago portugués atraviesa Vilaboa por las parroquias de Figueirido y Bértola, procedente de Ponte Sampaio, pasando por la capilla de Santa Marta antes de dirigirse hacia Pontevedra. Allí el peregrino podrá admirar su espléndido cruceiro.
Además de su patrimonio natural, Vilaboa cuenta con un rico patrimonio cultural e industrial. Destacan las antiguas salinas de Ulló y las ruinas históricas, como el Horno de Cal o Calero y la Cantera do Alto das Lapas, reconvertida en área recreativa. La ruta de los molinos del río Maior, pazos y casas rectorales, como la de San Martiño con su impresionante hórreo, completan este legado histórico.
