Vilaboa, en la provincia de Pontevedra, Galicia, destaca por su ubicación estratégica en la comarca de Pontevedra, a 9 kilómetros de la capital provincial Pontevedra, junto a Marín y Moaña en la comarca de O Morrazo. Larache, en Santa Cristina de Cobres, es el núcleo más poblado. O Toural es su capital.
Naturaleza
El relieve de este lugar se caracteriza por sierras que rodean la ría de Vigo, ofreciendo montañas verdes, miradores espectaculares y encantadoras playas como la de Deilán, Areeiros, Pousada, Estralo, La Calera, Pazos Punta Cabalo o Cobas. Puertos como el de Santa Cristina o San Adrián de Cobres, en el que se encuentra el Club Náutico San Adrián de Cobres.
Vilaboa comparte con Marín el Monte Cotorredondo, donde se encuentra el embalse de Castiñeiras, una reserva de agua creada artificialmente en los años 50 que se abastece del regato Castiñeiras. A su alrededor se encuentra uno de los parques forestales más antiguos de Galicia, el Parque Natural Laguna de Castiñeiras, un lugar espectacular sobre todo en otoño. El bosque de castaños, robles americanos, abedules, y otras especies alberga una diversidad biológica notable de especies silvestres. Además, cerca del embalse se encuentra el mirador de Cotorredondo, desde donde se pueden contemplar las impresionantes vistas de las rías de Vigo, Pontevedra y Arousa en días despejados.
En Vilaboa se encuentran las Salinas de Ulló, el complejo salinero más extenso conservado en Galicia. A día de hoy ya no producen sal, pero mantienen su importancia como un enclave natural y etnográfico. Surgidas de la unión de los arroyos Tuimil y Villil, estas marismas son hogar de una variedad de aves y plantas, y sirven como punto de descanso para las aves migratorias en la península ibérica.
Pero además de un rico patrimonio natural, Vilaboa cuenta también con un gran patrimonio cultural e industrial.
Historia y patrimonio cultural
Arqueológico
La historia de Vilaboa se remonta al periodo Megalítico y de la Edad de Bronce, como lo demuestran las mámoas y petroglifos en la zona de la laguna de Castiñeiras. Destaca O Chan dos Areeiros y el conjunto megalítico de A Chan de Castiñeiras, uno de los más importantes de Galicia, con la impresionante Mámoa do Rei –una de las más grandes de la comunidad -entre otros enterramientos colectivos. Del periodo celta, el castro do Monte da Croa es un vestigio muy conocido en la localidad.
Los romanos también dejaron su huella en Vilaboa, así como una ruta medieval del Camino Portugués a Santiago. La Iglesia Románica de Vilaboa y la cimentación del Castillo de Ubeiras en San Adrián de Cobres son vestigios de estas épocas.
Industrial y etnográfico
Vilaboa cuenta con un rico patrimonio industrial. Además de las antiguas salinas de Ulló, cuya se remonta al siglo XVI, no fue hasta el siglo XVII que Antonio Mosquera Villar y Pimentel recibió permiso para explotar la sal en estas salinas, destacan las ruinas históricas del Horno de Cal o Calero y la Cantera do Alto das Lapas, reconvertida hoy en día en área recreativa.
La ruta de los molinos del río Maior, y los pazos y casas rectorales, como la Casa rectoral de San Martiño con su impresionante hórreo, completan este legado histórico. Ubicada en el lugar de O Toural, es un valioso ejemplo de arquitectura que merece reconocimiento. Su hórreo, con una longitud de 17,3 metros, una anchura de 3,4 metros y una altura de 4 metros, es el más grande del municipio de Vilaboa y el segundo de piedra más grande de toda Galicia, después del del monasterio de San Xoán de Poio. El cuerpo del hórreo está íntegramente construido en piedra, con 36 pies dispuestos en tres filas de 12 pies cada una. Aunque la fecha precisa de su construcción es incierta, se estima que se remonta al siglo XVIII.
Por último, hay que mencionar también sus iglesias, entre las que destacan la Iglesia de Santa Cristina de Cobres, San Martín de Vilaboa, San Andrés de Figueirido, Santa Columba de Bértola o San Adrián de Cobres. También interesante ir a conocer el Peto de Ánimas de O Toural.
Fiestas y gastronomía
El Carnaval (Entroido en gallego) de Santa Cristina de Cobres es uno de los más singulares de toda Galicia. Su origen ancestral nos traslada hasta el siglo XVIII y es un reclamo turístico de la localidad y Fiesta de Interés Turístico en Galicia. Lo que lo hace tan especial son sus personajes, vestimentas y danzas. Las ropas tradicionales de colores y con sombreros floreados y muy coloridos de madamas y galanes son la seña de identidad de este Carnaval que también cuenta con otros personajes como el predicador, los de blanco o los aldeanos. Las danzas de estos personajes se extienden desde el sábado de carnaval hasta el martes y son parte del ritual, como también lo es la tradicional corrida do galo, ya el martes de carnaval, su día más especial.
También destacan las fiestas patronales de cada parroquia del municipio. En julio se celebra la de Santa Cristina de Cobres, una fiesta que también homenajea al apóstol Santiago en el día festivo autonómico por autonomasía. La Fiesta de San Adrián de Cobres se celebra a mediados del mes de junio. Esta parroquia también tiene marcado en julio las celebraciones en honor a San Roque y a la Virxe do Carmen.
En Paredes se celebra el San Xoán, en Postemirón el Sagrado corazón de Xesús y en la parroquia de Figueirido las fiestas son en honor a San Bieito.
Desde hace mñas de diez años se celebra a finales del mes de julio la Mostra do Viño, unas jornadas de degustación vitivinícola que permiten probar los caldos de la zona, blancos y tintos bajo la IXP Ribeiras do Morrazo, como el de Os Areeiros.
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Sus parroquias
El municipio abarca cinco parroquias; Bértola (Santa Columba), Cobres (San Adrián), Figueirido (San Andrés), Santa Cristina de Cobres (Santa Cristina) y Vilaboa (San Martín).