Partiendo desde Puerto de la Cruz, por la costa noroeste, de tenerife se pueden realizar numerosas excursiones. Hoy recorremos una espectacular ruta cuyo itinerario nos llevará al valle de La Orotava, Los Realejos, Icod de los Vinos y Garachico. Comencemos!!!
Tabla de contenidos
La Orotava
La Orotava, situada en el valle homónimo, es una villa histórica que se extiende sobre un bello valle de plataneras.
Su centro histórico, posee abundantes ejemplos de casas señoriales de arquitectura canaria y está declarada Monumento de interés histórico artístico nacional.
Algunos de los edificios y monumentos más destacados del casco antiguo son la parroquia de Nuestra Señora de la Concepción, de estilo colonial y las Casas de los Balcones. Joya de la arquitectura popular isleña, que albergan en la actualidad el centro de artesanía Eladio Machado y el centro de documentación e investigación de la artesanía de España y América.
La Orotava cuenta también con la Hijuela del Botánico, – un jardín que alberga plantas tropicales procedentes de América del Sur, África Central y Australia-, el jardín de la Victoria, y bellas playas de arena negra.
Los montes de La Orotava ofrecen la posibilidad de realizar excursiones y deportes en contacto con la naturaleza.
Los Realejos
Siguiendo nuestra ruta por la costa noroeste de Tenerife, el siguiente municipio que encontramos, en medio del fértil valle de La Orotava, es de Los Realejos. Próximo a Puerto de la Cruz, dispone de una amplia oferta turística que incluye playas y rutas por el interior.
Los Realejos nace como municipio a mediados del siglo XX tras la fusión de los núcleos de Realejo de Arriba y Realejo de Abajo. Su término ocupa el sector occidental del Valle de La Orotava, que se caracteriza por la singular belleza de sus paisajes naturales.
En su fachada costera, Los Realejos cuenta con amplias playas como las de La Fajana, Castro y El Socorro, ésta última ideal para la práctica del windsurf.
A lo largo y ancho de su término municipal es fácil encontrar buenos ejemplos de arquitectura típica canaria. También cabe citar dos de sus principales monumentos: la iglesia de Santiago (siglo XV) y la de La Concepción.
Desde Los Realejos se pueden realizar numerosas excursiones. Los amantes de la naturaleza podrán acercarse al Parque Nacional del Teide, que cuenta con abundantes especies endémicas de fauna y flora canaria. Este recorrido puede completarse visitando el Parque Natural de la Corona Forestal, que circunda el parque nacional. Más información…
Icod de los Vinos
Situada en un valle al noroeste de la isla de Tenerife, Icod de los Vinos se enmarca en un entorno natural configurado por el mar y las montañas de origen volcánico. La localidad debe su nombre a la importancia que tuvo en el siglo XVI el cultivo de la vid, aunque esta actividad no se reguló hasta principios del siglo XX.
Icod de los Vinos está a 45 kilómetros del aeropuerto más cercano, el de Tenerife norte por la TF-5. El centro de visitantes de la cueva del Viento queda a tres kilómetros de la población, subiendo por el camino de La Patita y luego por el de Los Piquetes. Viajes El Corte Inglés ofrece en cualquier fecha vuelos o vuelos más hotel en distintos destinos de la isla.
En Icod de los Vinos podremos admirar un bello conjunto de arquitectura tradicional y estampas tan famosas como la de El Drago milenario (árbol autóctono) y símbolo de Tenerife, . En sus alrededores se pueden contemplar las cañadas del Teide-Pico Viejo y los acantilados de la costa del municipio.
La economía del municipio se basa en la agricultura, en concreto en el cultivo del plátano y la vid, la cual se puso en su escudo heráldico. En el comercio, principal actividad del centro urbano de Icod, y en la pesca. Aquí se encuentra la Cueva del Viento, uno de los mayores tubos volcánicos del mundo.
En nuestra excursión probaremos, como no, los vinos de esta localidad que le da nombre. Vinos de Malvasía para quitarnos el sentido. Unos vinos blancos realmente especiales al ser abonados por las erupciones volcánicas; licorosos, penetrantes, dulces, aromáticos y de alta graduación.
El mejor momento para visitar esta tierra es en la Fiesta de las Tablas de San Andrés. Se celebra los dos últimos días de noviembre y coincide con el estreno del nuevo vino de la comarca, acompañado de castañas asadas.
Cueva del Viento
La Cueva del Viento se formó en la prehistoria, hace miles de años por la lava del volcán Pico Viejo, el segundo más alto de Tenerife, después del Teide y pegado al mismo.
El torrente de lava basáltica que expulsó dejó el valle cubierto de una costra, un río candente que fue fluyendo hasta enfriarse dejando un tubo de unos 18 kilómetros. Ese tubo es hoy la quinta cueva volcánica más extensa del mundo (después de las 4 en la isla de Hawái) y la única con tres niveles superpuestos.
La Cueva de San Marcos, también localizada en Icod, pertenece a las mismas coladas que forman la del Viento.
La visita a la cueva del Viento
La cueva es una de las pocas abiertas al turismo que carecen de iluminación artificial. Esto es así para preservar a las especies que la habitan. El recorrido por la cueva es de aproximadamente una hora. Pero a este tiempo hay que sumarle el que nos lleva el desplazamiento en furgoneta y a pie desde el centro de visitantes y la vuelta, más el tiempo de las explicaciones de los guías.
La cueva es visitable todos los días pero dado que la visita se realiza a oscuras, las visitas están limitadas a un máximo de 14 personas, por lo que hay que reservar telefónicamente tres o cuatro días antes.
Para la excursión se recomienda vestir pantalón largo y botas de senderismo o calzado cerrado.
El nosotros el momento más asombroso de la visita es cuando los visitantes apagan la luz de sus cascos y en medio de esa oscuridad pétrea percibimos el ruido del goteo del agua filtrada y de una brisa que le da nombre al lugar.
Los vestigios del pasado
Aquí se han encontrado vestigios de los aborígenes canarios o guanches. Pues parece que ya conocían la cueva hace más de dos mil años, dándole un uso funerario como lugar de enterramiento.
Además de estos restos, se han encontrado fósiles de animales endémicos de la isla, hoy ya desaparecidos, como ratas y lagartos de tamaño considerable. Las primeras, la Canariomys Goliath, ratas del tamaño de conejos. Los lagartos los Gallotia goliath, de unos 125 centímetros, se extinguieron con la llegada de los españoles a la isla.
Drago Milenario
Este magnífico ejemplar de Dracaena draco de 18 metros de altura y 20 de perímetro que es el símbolo de Tenerife, se puede observar gratuitamente desde la vecina plaza de San Marcos, junto a la iglesia parroquial. También, pagando, se puede entrar al céntrico parque donde se levanta.
Este drago de más de 800 años fue declarado en 1917 monumento nacional.
Mariposario del Drago
Un poco más abajo, a menos de 100 metros del Drago Milenario se encuentra el Mariposario del Drago. En este parque, vuelan en libertad más de 800 mariposas exóticas, por un jardín de plantas tropicales.
Cada día se pueden contemplar como las crisálidas salen de los huevos y despliegan sus alas , así como bailes de apareamiento y nupciales de lo que se permite realizar fotos.
Una experiencia de la vida fugaz de las mariposas que contrasta con la antigüedad de la cueva del viento y la longevidad del Drago Milenario.
Museo de Malvasía
Como su nombre indica, lo que ha dado fama, notoriedad y prosperidad a Icod de los vinos es precisamente eso, sus vinos.
El malvasía creció bien en las lavas de Icod, convirtiéndola en la cuarta localidad más importante de Tenerife, que durante los siglos XVI y XVII se exportaba a las colonias portuguesas y británicas más que ningún otro.
Puedes degustar estos caldos en bares, guachinches y bodegas de la isla, pero quizás el mejor lugar para conocerlos por primera vez es en el Museo de la Malvasía.
El museo se encuentra en la plaza de la Pila, la más céntrica, antigua y bonita de Icod, rodeada de palacetes y casonas de típica arquitectura canaria.
Aquí se ofrece un recorrido por la cultura del vino de Icod, que culmina con una degustación de caldos locales, acompañado de otros productos como quesos, sobrasada, mojo picón…
Artlandya
Por último has de acercarte, más si viajas con niños, a Artlandya, una hermosa casona canaria situada a 4 kilómetros de la población. Cuenta con un precioso jardín tropical, fuentes y lagos. Alberga una preciosa colección de muñecas de porcelana, papel maché, vinilo, cera, tela…elaboradas por medio centenar de artistas europeos y una colección de 600 ositos de peluche.
La austríaca Ingrid Taupe y su pareja tienen un taller donde se explica paso a paso como se fabrican las muñecas de porcelana.
Entre su colección sorprenden la serie Niños del Mundo, de la artista alemana Annette Himstedt. Muñecas del tamaño de persona y un par de ellas de más de un centenar de años.
Garachico
El punto final de esta ruta por la costa noroeste de la isla es el pueblo de Garachico.
La villa histórica de Garachico fue antaño, hasta 1706 en que fue arrasada por la erupción volcánica del volcán Pico Viejo, el principal puerto de Tenerife.
Actualmente conserva edificios de gran valor histórico. Con Buenavista y Los Silos, la conocida como “isla baja”, un precioso lugar repleto de monumentos y construcciones de interés artístico, como las iglesias de Santa Ana y Nuestra Señora de los Ángeles, los conventos de San Francisco y Santo Domingo, y el castillo de San Miguel.
La lava sepultó para siempre el viejo puerto, formando el brazo de mar conocido como El Caletón, con sus distintos charcos; Las Viejas, Los Niños, Los Chorros…, que hoy forman un conjunto de piscinas naturales ideales para el baño.
Una buena oportunidad para visitar y conocer la villa es durante la festividad de San Roque, declarada de interés turístico nacional y que se celebra con una popular romería. Más información…