Guadalajara, la esplendorosa ciudad de los Mendoza

La ciudad de Guadalajara está situada en la orilla izquierda del valle del río Henares, en la parte más elevada de la meseta sur, entre las comarcas de La Alcarria, de la que es capital, y la Campiña de Henares.

La ciudad posee una larga historia vinculada al paso por ella de los duques del Infantado. En su interesante legado monumental sobresale el soberbio Palacio del Infantado, auténtico símbolo de la ciudad. Iniciada por Juan Guas en 1480 por encargo del segundo de los duques, Don Íñigo de Mendoza. Más información… 

Historia de la ciudad de Guadalajara

Los orígenes de Guadalajara se remontan a la época romana, con la fundación del primitivo núcleo de Arriaca. Fue bajo la dominación árabe cuando este asentamiento pasó a denominarse Wad-al-Hayara (“río de piedras”), topónimo que evolucionaría hasta su actual nombre.

Su importancia como urbe se vería aumentada en el siglo XII, cuando el rey Alfonso VII concedió un fuero a la ciudad, que se vio ampliado posteriormente por los monarcas Fernando III y Alfonso X.

Pero, sin duda, la huella histórica más destacada fue la dejada por la dinastía de los Mendoza, que a mediados del s. XV recibió el señorío de Guadalajara y dio esplendor a la ciudad durante siglos.

Patrimonio arquitectónico de la ciudad

La rica historia de la capital alcarreña ha dejado un importante legado arquitectónico en su casco antiguo.

Arquitectura civil

La peatonal calle Mayor vertebra la parte histórica de la capital, con edificios de gran valor histórico como el Ayuntamiento, los caserones de la plaza de los Dávalos o el antiguo palacio de los Mendoza, cuyo patio interior es una excelente muestra de arte plateresco.

La construcción civil más importante de la capital alcarreña es el Palacio del Infantado, un edificio, que actualmente es la sede del Museo de Guadalajara, el Archivo Provincial y la Biblioteca Municipal.

Se trata de una magnífica obra de estilo isabelino presidido por una soberbia fachada renacentista y que se estructura en su interior en torno al patio de los Leones, que consta de 2 galerías.

Arquitectura religiosa

Guadalajara conserva abundantes muestras de arquitectura religiosa, como la iglesia barroca jesuítica de San Nicolás el Real, de la que destaca su retablo y un sepulcro de alabastro del s. XV; la iglesia de Santiago (s. XIV), templo gótico mudéjar de bellas capillas y fachada barroca; y la Concatedral de Santa María la Mayor, construida y reformada en el siglo XVII a partir de una antigua mezquita de estilo mudéjar.

Otros templos dignos de mención son la Capilla de la Piedad, Capilla de Luis Lucena o de los Urbina y las iglesias de Nuestra Señora la Antigua, San Ginés y Los Remedios.

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