Disfrutando mar y paisaje en Cabo de Gata

En esta ocasión nos vamos al Parque Natural de Cabo de Gata, una esquina desértica de la península ibérica, donde hace unos quince millones de años la lava brotaba del cerro del Fraile, de la caldera de Majada Redonda y de los demás volcanes actualmente dormidos.
Pasamos por aquí cuando recorrimos la ruta de los faros. Hoy vamos a detenernos a disfrutar de sus atractivos de forma distinta, pues este lugar es un destino perfecto para los amantes del turismo activo.
En verano, principalmente a finales de julio, principios de septiembre es el momento ideal para visitar este lugar, pues podemos pasear en kayak y realizar submarinismo. Y en invierno, cuando el sol ya no aprieta tanto, hacer senderismo o montar en bicicleta.

En este paradisíaco lugar, donde el Mediterráneo se muestra más virgen, iniciamos nuestra excursión para disfrutar de su entorno, de sus playas vírgenes y de sus ricos fondos marinos. Descubriremos además calas salvajes, faros, restos de volcanes y dunas fósiles.

Un montón de planes de turismo activo

Para disfrutar de este lugar solo tienes que acercarte. El resto lo proporcionan las empresas de turismo activo de la zona: las rutas, los guías, los kayaks o el material de buceo.

Buceo y snorkel

Debido a la ausencia de grandes poblaciones cercanas y a su protección como reserva marina, las cristalinas y rebosantes de vida aguas del parque Natural del Cabo de Gata son ideales para practicar submarinismo. El Club Isub en San José, organiza bautismos de buceo, inmersiones y también experiencias de snorkel con guía.

Rutas en Kayak

Hay rutas para hacer en kayak para todos los niveles y guiadas por monitor. Empresas como Mediaventura, Cabo de Gata Activo, o Cabo de Gata Kayak organizan rutas en kayak de mar biplaza de tres horas de duración por 35€. También hay de una hora y media para nivel básico por 25€.

Algunas de las rutas son las que parten desde La Fabriquilla, San José y la Cala del Cuervo (en Las Negras) y regresan al punto de partida. Distan 34,39 y 66 kilómetros de la capital almeriense respectivamente y son accesibles en coche.

Ruta 1: De la Fabriquilla al arrecife de Las Sirenas

La primera de ellas parte de La Fabriquilla y llega hasta el arrecife de las Sirenas, situado al pie del faro de Gata, el cual se bordea.

Desde la Fabriquilla ya se ven las montañas de sal y los flamencos en Las Salinas del cabo de Gata. Para ver el faro de Cabo de Gata, activo desde 1863, se ha de palear casi un kilómetro, pasando por la Cala Corralete. Un lugar fantástico para la práctica del snorkel debido a sus aguas impolutas repletas de peces y paraderas de posidonia.
Al doblar el faro nos encontramos con el arrecife de Las Sirenas, llamado así por las focas monje que en su día lo frecuentaban. Desde aquí regresamos a nuestro punto de partida.

Ruta 2: De San José a Cala Tomate

El segundo recorrido nos lleva desde San José a la Cala Tomate, una ensenada pedregosa y escondida tras la punta de los Frailes y que es inaccesible a pie.
Este es un lugar ideal para hacer snorkel en sus ricos fondos marinos, plagadas de sargos, pargos y lubinas. Al aproximarnos en kayak podemos ver el Cerro del Fraile, máxima altura del parque natural.
En el camino pasamos por Cala Higuera, esta ya accesible también en coche o andando desde San José. Un poco más adelante se encuentra, bajo la Torre de Cala Higuera, una gruta de unos 15 metros de profundidad llena de corales y aguas templadas donde se agradece el baño. Tras el mismo regresamos a nuestro punto de partida.

Ruta 3: De la Cala del Cuervo a la Cala Bergantín

Esta es quizás, si cabe, la ruta más espectacular de las tres. Parte de la Cala del Cuervo hacia Cala la del Bergantín, rodeando la abrupta costa de Las Negras y Rodalquilar.

La Cala del Cuervo se encuentra junto al camping La Caleta a un kilómetro de Las Negras. Enseguida empezamos a orillar por los Acantilados de la Molata, unas dunas fósiles doradas bañadas por un mar verde menta que ya admiramos cuando hicimos nuestra excursión por Rodalquilar, cuando seguimos la ruta a pie siguiendo desde el Playazo de Rodalquilar el sendero que rodea el Castillo de San Ramón, levantado en el siglo XVIII para protegerse de los piratas.

Entre ellos se encuentra la cueva de la Paloma, una enorme gruta abovedada solo accesible por mar, que en su día fueron refugio de piratas.

Pasado el Playazo de Rodalquilar se arriba a la punta de la Polacra, coronada por la Torre de los Lobos, el faro más alto de España y al doblar la punta llegamos a Cala del Bergantín, un lugar ideal para el buceo. La cala, separada del playazo de Rodalquilar por un cerro, apenas es frecuentada porque pedregosa y solitaria cala es accesible en barco o por un sendero de unos 1,5 kilómetros sin señalizar, abrupto y empinado.

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