Hoy realizaremos una ruta de unos cien kilómetros por La Marina Baixa, una comarca de Alicante situada al noreste de la provincia. Su ciudad más conocida es la ciudad Benidorm, parte de la conocida como Costa Blanca.
El trayecto por esta comarca nos llevará por las montañas de la Serra Gelada y el Puig Campana y a poblaciones tan bonitas como Guadalest y Altea.
La Ruta comienza y acaba en Benidorm, pasando por las localidades de Finiestrat, Sella, Penáguila, Confrides, Guadalest y Callosa dén Sarriá, junto a la que se encuentra las Fuentes del Algar, donde disfrutaremos de un delicioso baño en el oasis de pozas y cascadas.
Desde Callosa se puede regresar por Polop de la Marina y La Nucía o por Altea. Más información…
Tabla de contenidos
Benidorm
La ciudad de Benidorm punto de partida de nuestra ruta de hoy, fue una pequeña villa pesquera hasta la década de los 60, para pasar a convertirse hoy en día en un popular y concurrido destino vacacional.
La Manhattan del Mediterráneo, forma de la famosa Costa Blanca de la región de Valencia. Sus dos amplias playas de arena, la playa de Levante y la playa Poniente, están bordeadas de paseos costeros con palmeras, bares y filas de rascacielos. De hecho, es la ciudad con más rascacielos del mundo por metro cuadrado después de Nueva York. Por ese motivo por el que a veces se bromea diciendo que su nombre es Beniyork.
Uno de ellos es el Intempo, el 5º edificio más alto de España y el 1º de uso residencial. Con 202 metros es seguido del hotel Bali, de 198 metros, el hotel más alto de Europa. Ambos gozan de una vista privilegiada del skyline de Benidorm, de sus dos playas, islote y montañas circundantes. Solo se puede subir en ascensor al segundo, pues el primero es privado. Desde allí obtienes unas vistas privilegiadas que no puedes perderte y recordar una vieja leyenda.
Cuenta la leyenda que la isla es un trozo de roca del cercano Puig Campana que el valiente Rolando cortó con su espada durante una expedición guerrera de Carlomagno. Más información…
Serra Gelada
Al este En Benidorm se levanta la sierra costera de Serra Gelada, el primer parque marítimo-terrestre de la Comunidad Valenciana. Abarca 5564 hectáreas, casi 5000 de suelo marino, en el que conviven las posidonias con una de las pocas poblaciones de delfines mulares del litoral peninsular.
Su cima está coronada por la Cruz de Benidorm, a la que podemos subir en coche y desde allí admirar la ciudad. Podemos subir a pie por una carretera cerrada al tráfico hasta la Torre de les Cañetes desde la playa de Levante de Benidorm en algo más de media hora. Y desde l´Alfás del Pi al faro de Albir, en una hora. Desde la punta de Cavall podemos contemplar acantilados de 300 metros de altura.
El faro, del siglo XIX aloja un centro de interpretación.
El Puig Campana
A solo ocho kilómetros de la playa se alza la segunda montaña más alta de Alicante y la litoral más alta de España con más de 1400 metros, el Puig Campana. Tan alta es que desde ella se puede divisar Mallorca, la cual se encuentra a 250 kilómetros.
Para subirla a pie desde Finestrat necesitamos estar en forma. La podemos rodear siguiendo el sendero PR-CV 289. Son doce kilómetros, alguno más si se abandona el sendero en el Coll des Pouet para trepar a la cima. El trayecto nos llevará entre seis o siete horas y hay que tener en cuenta los detalles e instrucciones que se dan en www.linkalicante.com y en www.femecv.com.
También podemos dar una vuelta en coche por la sierra de Aitana al norte, pasando por Sella, Penáguila, Confrides, Guadalest y Callosa d´en Sarriá, Polop de la Marina y La Nucía.
Guadalest
Guadalest es un pueblo encastillado en una peña a más de 500 metros, entre la Sierra de Aitana y Xortá. De origen musulmán, se ha conservado tal y como lo dispusieron los árabes en su momento. Un conjunto amurallado que protege el castell.
Patrimonio monumental
Guadalest conserva, sobre un peñasco, un casco antiguo que ha sido declarado Conjunto Histórico-Artístico. Merece la pena subir al castillo de San José, fortaleza musulmana del s. XI a la que se accede por un túnel natural, la puerta de Sant Josep, excavada en la roca. Desde ella se puede contemplar una espléndida panorámica. Del castillo de La Alcozaina, del s. XI, en la actualidad sólo queda una torre.
El pueblo solo tiene acceso por el portillo horadado en la roca. Intramuros se apiñan las casas del pueblo antiguo, las cruces del cementerio y hasta ocho museos para todos los gustos. Belén y Casitas de Muñecas, de Instrumentos de Tortura, de Microminiaturas, Museo Etnológico, Microgigante, y el Museo Municipal Casa Orduña, una de las casas solariegas del municipio. La visita a esta última es imprescindible, porque además de lo que guarda da acceso al castillo y a las mejores vistas.
De su patrimonio monumental destacan la iglesia parroquial de Ntra. Sra. de la Asunción, del s. XVIII; y la prisión del s. XII que se encuentra en los bajos del Ayuntamiento.
Alrededores
El pueblo se asoma al embalse de aguas turquesas de Guadalest, el cual abastece de agua a la comarca del La Marina Baixa. Rodeado de las montañas más altas de Alicante la ruta alrededor del embalse, es una ruta fácil, ideal para hacer con niños.
Fiestas y eventos
Las dos primeras semanas de Julio se desarrollan unas jornadas culturales, en las que destaca el “día del turista”, cuando se da la bienvenida a todos los turistas y se prepara una paella gigante. Más información…
Fuentes de Algar
A tres kilómetros de Callosa d´en Sarriá, en dirección a Bolulla se encuentran las Fuentes de Algar. Aquí, el río Algar, al poco de nacer, atraviesa un paraje más tropical que mediterráneo, lleno de pozas y cascadas.
Por eso os recomendamos llevar bañador y disfrutar de un baño. También protección solar y zapatillas adecuadas para moverse por las orillas rocosas del rio. La entrada cuesta 4-5€.
Este es un lugar ideal para degustar una típica paella valenciana, pues hay media docena de restaurantes que la preparan.
Altea
En vez de regresar a Benidorm por Polop y La Nucia, podemos dar un rodeo para visitar la bonita Altea. Hay tanto que ver en Altea, el emblema de la Costa Blanca, que lo dejamos para otra ocasión.
