La joya castellana de la Catedral de Burgos

Cuenta la historia que la Catedral de Burgos fue construida por amor. El amor que le demostró el rey Fernando III a su joven y bella esposa Beatriz de Suabia. Un amor que según cuenta la historia les convirtió en una pareja feliz, algo que no era muy habitual en los pactados enlaces monárquicos. Y aunque el suyo también lo fue, para afianzar una alianza política entre Castilla y Alemania, también fue amor a primera vista.

Del amor viene el origen de la Catedral de Burgos, pues según se cuenta, cuando Beatriz viajaba hacia Burgos en 1219 se detuvo en París, ante Notre-Dame para admirar su belleza. Llegado este acontecimiento a oídos del monarca, el enamorado rey castellano pensó que el mejor regalo de boda era mandar edificar la catedral gótica más impresionante construida hasta la fecha.
Bien fuera por amor a su reina, amor divino o exaltación de la monarquía castellana, en 1221 se puso la primera piedra de esta joya donde pasar las horas disfrutando del arte sacro, de capilla en capilla.

Por eso, hay que ir a verla. Y si no eres muy friolero, puedes visitar Burgos en cualquier época del año. Si lo eres, mejor evita el invierno, pues aquí las temperaturas son realmente bajas.

Burgos está muy bien comunicado por carretera y ferrocarril. También cuenta con un aeropuerto que opera con Barcelona. Para los que parten desde Barcelona hay un paquete turístico www.aytoburgos.es de fin de semana y puentes que desde 250€ incluye el vuelo directo de ida y vuelta, tres noches de hotel con desayuno, visitas gratuitas y guiadas a todos los monumentos, degustación de productos burgaleses tapeo y ruta gastronómica

Visitando la Catedral de Burgos

La bella duquesa germana, con sus ojos azules y sus largos cabellos rubios, pero también por su cultura e inteligencia impresionaron tanto a Fernando que este se convirtió en un abnegado esposo. Este gran amor está presente en la catedral, latente en cada una de sus piedras y en la grandiosidad de todo su templo.
La catedral de Burgos es la obra cumbre del arte gótico español y europeo, por saber conjugar con armonía las influencias francesas y germánicas con los elementos más propios del arte hispano. Por eso, es uno de los monumentos más impresionantes y más fácilmente identificable a primera vista. Es, además, la única catedral española declarada Patrimonio de la Humanidad por sí sola.

La catedral se empezó a construir hace ya ocho siglos, en 1221, sustituyendo a otra románica que se había quedado pequeña. Los recursos del monarca, la sabiduría de sus asesores, y la visión de futuro que tenía, propició que vinieran hasta la capital de Castilla a varios de los maestros de obra que antes habían trabajado en la Gran Dama de París. Nadie se lo impidió, no podía ser de otra forma ya que el rey era primo hermano de Luis IX, rey de Francia.

La visita turística se inicia en la puerta del Sarmental, la más antigua de todas ellas y considerada una de las obras de la escultura gótica española. Entrar por esta hermosa puerta en esta impresionante catedral supone una intensa y gozosa experiencia para los sentidos, tal como han constatado durante siglos los testimonios escritos de los más ilustres viajeros. Entremos¡¡¡

Interior de la Catedral

El interior de la catedral luce hoy en día en su máximo esplendor, gracias a las distintas restauraciones de los últimos años. Una combinación magnífica de elementos decorativos y estructuras arquitectónicas, en especial en las capillas funerarias, financiadas a lo largo del tiempo por clérigos y nobles.

Hay tanta belleza concentrada que puedes sufrir el síndrome de Stendhal al ser imposible fijar la vista en un solo punto.
En su interior se pueden admirar las esculturas policromadas del rey Fernando III y su esposa Beatriz, evocando su boda, celebrada en el interior de la catedral, cuando el rey en un románico gesto le entrega el anillo a su futura esposa.

Son también algunos de sus tesoros; los sepulcros del Cid Campeador y su esposa Doña Jimena ubicados bajo la cúpula estrellada de estilo renacentista. La Escalera Dorada de Diego Siloé, una de las obras pioneras del renacentismo, La pequeña capilla gótica de Santa Ana y la de los Condestables, una auténtica catedral dentro de la catedral. En esta capilla diseñada por Simón de Colonia a finales del siglo XV están enterrados es un vistoso sepulcro de mármol d e Carrara los que fueran poderosos representantes del rey de Castilla.

Antes de salir al exterior hay que disfrutar de los tesoros del Museo Catedralicio y del claustro alto y cumplir con el rito de todo buen turista: escuchar las horas y ver el Papamoscas, una entrañable figura que abre y cierra la boca cuando el reloj de la catedral da las horas.

Exterior de la Catedral

Tras visitar su interior, merece la pena rodear caminando todo el perímetro del monumento. En el paseo uno se cruza con multitud de peregrinos que recorre el Camino de Santiago y se disfruta de su panorámica más famosa desde lo alto de la escalera de la plaza de Santa María.

Desde el exterior podemos admirar esta construcción en todo su esplendor. Destaca las torres rematadas por unos puntiagudos chapiteles, la alargada nave central, el renacentista cimborrio y el elegante hastial de la puerta del Sarmental.

Desde las alturas o desde las terrazas de la diáfana plaza del Rey San Fernando se puede disfrutar de la insuperable juego de volúmenes de la catedral de Burgos y sus torres. Más información…

Otros lugares de interés en la ciudad

Burgos es mucho más que su catedral. Para contemplar el fin de semana hay que visitar también el Museo de la Evolución Humana, Las Huelgas Reales y la Cartuja de Miraflores, un cenobio para recordar la historia de amor y también locura protagonizada por Juana I de Castilla “ Juana La Loca” y su esposo Felipe el Hermoso.

…y fuera de ella

Las canteras donde se extrajo la piedra de la Catedral

En Hontoria de la Cantera y Cubillo del Campo, a unos 25 kilómetros de Burgos, se encuentran las gigantescas cuevas artificiales excavadas para localizar la más blanca y pura piedra caliza con la que se levantó hace 800 años el grandioso edificio de la catedral de Burgos y otros importantes monumentos burgaleses.
Existen rutas guiadas que permiten visitar con seguridad las canteras más representativas y, puntualmente admirar las representaciones de cómo se transportaban en bueyes las piedras hasta la ciudad.

Ruta de San Olav

De la Catedral de Burgos parte un itinerario muy relacionado con los míticos amores de la realeza. La ruta senderista perfectamente señalizada nos conduce hasta Covarrubias, el Camino de San Olav, que recuerda a la bella princesa Kristina de Noruega y su matrimonio con el infante Felipe, hijo de rey Fernando III y Beatriz de Suabia.

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