Visitamos la Rioja Baja, un lugar que rebosa vida y salud, y…aunque cualquier época del año es maravillosa para visitar Calahorra, nosotros iremos la última semana de abril, luego os contaremos el porqué.
Somos lo que comemos, y todos sabemos que la verdura es sana, por eso visitar estas localidades es cargarse de salud. Porque Calahorra es la Ciudad de la Verdura y del pueblo de Pradejón salen el 30% de todas las setas que se producen en España. Así que aquí podrás disfrutar de unas tapas exquisitas y bajas en calorías, solo tienes que acercarte.
Por si esto fuera poco, para completar este recorrido de salud también nos podemos dar el gustazo de ir al pueblo de Arnedillo y relajarnos con sus maravillosas aguas termales.
Empecemos pues nuestra excursión que esta vez será la mar de relajante.
A la localidad de Calahorra, primer lugar de nuestra excursión se llega yendo por la autopista vasco aragonesa AP-68 49 kilómetros desde Logroño.
Tabla de contenidos
Calahorra
Si alguien menciona a Calahorra, enseguida nos viene a la mente su excepcional huerta, regada por el Ebro y el Cidacos. Y es que aquí todo gira en torno a ella.
En Calahorra encontrarás cinco senderos de la verdura con 100 kilómetros de recorrido. Unos itinerarios que nos permiten contemplar los campos de cultivo y huertas de Calahorra. También hay un museo muy dinámico y didáctico situado en pleno casco antiguo, a 200 metros de la catedral, el Museo de la Verdura y muchos, pero que muchos restaurantes donde se cocinan con cariño unas suculentas preparaciones donde dominan las verduras.
El momento ideal para visitar Calahorra es en la última semana de abril, pues es cuando se celebran las Jornadas gastronómicas de la Verdura. Durante las mismas hay degustaciones, rutas de pintxos, talleres de cocina y conferencias. También desde el año 2012 hay un desfile un tanto singular con modelos elaborados con verduras, entre otras muchas actividades.
También, cada jueves te puedes acercar a la plaza de Raso y alrededores pues se celebra un bonito y productivo mercado de verduras.
La Historia de Calahorra
El Museo de la Verdura muestra la historia local ligada en parte a la actividad conservera y las últimas tendencias en alimentación humana. Tiene varias secciones como La Agricultura, El territorio y el hombre y Las Conservas.
Cuenta también las historias que durante las guerras sertorianas romanas los vecinos muertos de hambre se vieron obligados a comerse entre sí. Verdad o no, hoy en día una escultura de La Matrona con un gran cuchillo en la mano en la mano derecha y con un brazo amputado en su mano izquierda representa esa hambre, la fames calagurriana. La escultura se encuentra en el paseo del Mercadal, en el fondo norte de o que fue el circo romano.
También en el Museo de Romanización de Calahorra puedes conocer más sobre la historia de la localidad, pues aquí se muestran los hallazgos de los distintos yacimientos arqueológicos locales y del resto de La Rioja. Su pieza más emblemática es la Dama Calagurritana, un busto femenino del siglo II de 21 centímetros de altura y labrado en mármol blanco.
El museo ocupa un palacete modernista de 1930 en la calle Ángel Oliván, junto a la plaza de Raso, donde estuvo el antiguo foro romano.
Los senderos de la verdura
Cinco senderos discurren por las huertas calagurritanas. Una de ellas, el sendero de Campo Bajo, parte del santuario de Nuestra Señora del Carmen. Transcurre a lo largo de unos 15 kilómetros del margen derecha del río Cidacos.
Desde este lugar se observa la ciudad que desde aquí parece ser de otra época. Sobresalen la Catedral, el Convento de San José, la Iglesia de San Francisco y la Iglesia de San Andrés.
Pradalejo
A unos 11 kilómetros al noroeste de Calahorra se encuentra Pradalejo, el mayor productor de setas de España.
En sus cultivos predomina el champiñón pero también se cultivan otras variedades como el shiitake, la seta de ostra y las codiciadas setas de cardo.
Tal es la importancia de la setas en esta localidad que aquí se encuentra el Centro de Fungiturismo de España.
Aquí se enseña todo lo que hay que saber de la micología y el cultivo de setas a través de microscopios, paneles informativos y videos. Por ejemplo la manera de obtener el micelio e inocuarlo en los granos de centeno. Se puede visitar todos los días, eso sí, bajo reserva.
También se puede visitar las naves y recorrer las enormes cuevas de alguna explotación para sentirse como un setero profesional, pudiendo recolectar ejemplares estupendos sin tener que pasar horas buscando por los bosques. Aunque hemos de reconocer que esto no tiene ni la misma emoción ni encanto que la búsqueda silvestre, es un buen sucedáneo para los que no quieren pasar horas en el bosque.
Arnedillo
Al sureste de Calahorra se encuentra Arnedillo que nos recibe con una Iglesia, las ruinas de su Castillo, su puente de sillería, miradores y ermitas. También es recomendable visitar el centro dedicado al alto valle del Cidacos en el antiguo lavadero.
En su entorno habitan una colonia de buitres leonados que sobrevuelan su cielo y a los que está dedicado el centro de interpretación y observación El Mirador del Buitre, situado en el antiguo cargadero de la cantera del pueblo.
Pero sobre todo a Arnedillo se va por sus aguas termales, indicadas para afecciones respiratorias y reumáticas pero también para liberar estrés y tratar la piel.
Las termas de Arnedillo se encuentran a orillas del río Cidacos. Sus aguas minero medicinales manan con una temperatura de 52,5 grados. Se puede disfrutar de ellas de dos formas. Pagando un tratamiento termal en el balneario o de forma gratuita en las tres pozas que hay al aire libre. Aunque estas están bastantes concurridos sobres todo en invierno, que es cuando más se agradece el agua calentita.
Hasta aquí podemos llegar en coche y dejarlo en el aparcamiento que existe junto a las pozas o en bici, siguiendo la vía verde del Cidacos, el tren de vía estrecha que unía Calahorra y Arnedillo . Son unos 34 kilómetros que hoy en día se puede recorrer en bicicleta.
Qué no nos debemos perder
Los pinchos de los bares
Para los amantes de la gastronomía Calahorra es un destino excepcional. Porque como ocurre en el País Vasco, aquí las barras de los bares se llenan de pinchos exquisitos, sobre todo durante las Jornadas Gastronómicas de la Verdura de Calahorra.
Por ejemplo en el bar-restaurante El Albergue, dirigido por el chef Miguel Espinosa, ganador de importantes certámenes gastronómicos podemos degustar su sorprendente tapa El Hortelano. Una masa rellena de verduras y algo más que vamos a intentar copiar en nuestra casa (ya os contaremos como sale).
Los múltiples yacimiento arqueológico
Por último, aquí en el valle de Cidacos podrás admirar en sus más de 40 yacimientos, las huellas de dinosaurios del jurásico -icnitas-y en el de Valdecillo, representaciones tridimendionales de los mismos. Si esto te interesa solo tienes que seguir otro de nuestros post aquí.
Después de todo lo que os hemos contado…¿Acaso no es este lugar un destino excepcional para un Foodie?
