El Parque de la Naturaleza de Cabárceno es un mundo natural a 15 kilómetros de Santander, donde es más fácil entender el ciclo de la vida.
Para llegar desde la capital cántabra hay que tomar la autopista a Bilbao hasta la salida que lleva a Sarón. La comarcal S-432 conduce en menos de ocho kilómetros a la entrada principal, en el mismo pueblo de Cabárceno, perteneciente al municipio de Penagos. También se puede acceder por el pueblo de Obregón en el municipio de Villaescusa.
Cualquier época del año es ideal salvo los días de lluvia, aunque en verano la afluencia de visitantes hace que en ocasiones haya que hacer largas colas con el vehículo para entrar.
Una vez allí podemos optar por realizar la Visita Salvaje o ir por libre y conocer más de un lugar singular. Un espacio cuya singularidad radica en la belleza de su orografía, su paisaje kárstico, los restos de las explotaciones de una antigua mina de hierro y el centenar de especies animales de los cinco continentes que lo habitan en semilibertad por sus 750 hectáreas de superficie.
Experimentando la Visita Salvaje en cabárceno
La Visita Salvaje es la experiencia más novedosa para conocer el Parque de la naturaleza de Cabárceno. Una visita de un día, con comida incluida, que se realiza los sábados en grupos de dos a cuatro personas y que permite acercarse a los animales tan cerca como nunca se han visto y vivir experiencias sorprendentes.
Solo hacen falta dos cosas: un cuaderno de campo y un plano del parque, el resto se va descubriendo poco a poco a lo largo de la jornada.
Acompañados por un monitor que nos va desvelando cada una de las experiencia.
El recorrido empieza en la antigua mina, que acoge el Aula de Educación Ambiental.
Luego el itinerario nos va desvelando las peculiaridades de algunos de los animales más significativos del parque. Elefantes, osos pardos, bisontes, cebras y jirafas.
Así, la visita salvaje a Cabárceno nos permite ofrecer un “aperitivo” a las jirafas e incluso tocar su lengua para comprobar si es blanda o como una lija. Conocer los osos, ya que aquí se encuentra la mayor reserva de osos pardos de Europa, visitar la guarida de los rinocerontes o entrar en los boxes de los elefantes. Después le toca el turno para conocer las aves rapaces.
Todas ellas son sensaciones reservadas a los que se animan a participar en esta nueva y salvaje aventura que propone el Parque de la Naturaleza.
Tras observar la parte geológica de la mina, que sorprende por las formaciones kársticas, la jornada acaba con la entrega de diplomas a los aventureros, como conocedores de las buenas prácticas y protectores de la naturaleza.
Conociendo el Parque por libre
Para los que opten por la visita convencional, el recorrido se hace por libre.
Guiados por el instinto lo mejor es echar mano al mapa y moverse a pie o en coche por la red de caminos, túneles y vías a través de sus más de veinte kilómetros de senderos.
El camino nos lleva entre lagos, desfiladeros, fisuras rocosas o pináculos. Los distintos hábitats en que desarrollan la vida sus especiales habitantes.
Así podemos visitar primero a los tigres leones y luego a los gorilas antes de que echen la siesta. También a los osos jugando en su estanque o a las jirafas. Conocer a las cebras grevi revolcadas en la tierra al atardecer o a un bebé gorila en brazos de su madre Noja.
También puedes visitar el reptilario y asistir a la demostración de leones marinos y al espectáculo visual que ofrecen las aves rapaces.
Porque aquí, los simpáticos mamíferos del Parque de Cabárceno invitan a una exhibición acuática con trucos, juegos, saltos, bailes y animación con horarios de pase establecidos en función de la temporada. Y las aves rapaces exhiben sus habilidades con sus técnicas de vuelo.
Buitres leonados, milanos negros, halcones peregrinos, águilas americanas…Una espectacular demostración aérea de aves procedentes de América, Europa y África en didáctico pase donde aprender las diferentes estrategias de caza de las rapaces..
Porque Cabárceno es eso y mucho más. Un lugar de estudio del comportamiento y reproducción de especies animales. Y un lugar donde pasar una jornada especial en familia, en un insólito paisaje con numerosas zonas de esparcimiento; merendero, miradores, parques, lagos…y restaurantes y cafeterías. Un lugar para disfrutar.
