No todos los caminos de Santiago llevan a Santiago. Algunos terminan antes, cómo es el caso del Camino Lebaniego. Una vía de peregrinación Jacobea, mediante la cual es posible ganar las mismas indulgencias que si se llegara a Compostela.
El Camino Lebaniego es una vía de peregrinación que permite unir el Camino del Norte (o de la costa) con el Camino Francés utilizando desde Santo Toribio hasta Mansilla de las Mulas el Camino Valdiniense.
Como el resto de los caminos de Santiago del Norte de la península se encuentra en la lista de bienes Patrimonio de la Humanidad.
71,9 kilómetros perfectamente señalizados en todo su trazado hasta el monasterio de Santo Toribio.
Parte desde San Vicente de la Barquera con una flecha roja junto a la cruz del Lignum Crucis y termina en medio del idílico paisaje montañoso del Valle del Liébana.
Puede realizarse en tres etapas: La primera lleva en 28,5 kilómetros desde San Vicente hasta Cades ; la segunda en 31,3 de Cades hasta Cabañes, y la tercera de 21,1 finaliza en Santo Toribio.
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Antes de iniciar la ruta, un poco de historia
El Valle de Liébana se encuentra entre auténticas murallas montañosas las cuales superan en buena parte de su perímetro los 2000 metros de altura.
Es difícil imaginar un sitio mejor para esconderse que esté cerrado sitio, sobre todo en la profunda Edad Media y en una guerra interminable cómo la conquista musulmana de la península.
Convertida Castilla en un campo de batalla, no es de extrañar que los vallucos cántabros y los astures se convertirán en fortines naturales donde refugiarse. De todos ellos, los 4 valles que conforman La comarca Liébana estuvieron entre los más destacados.
Iniciando la ruta del Camino Lebaniego
San Vicente de la Barquera es una bonita villa marinera respaldada por los Picos de Europa. Aquí se inicia esta ruta hacia el corazón del Liébana.
Para iniciar la ruta hay que dejar el coche en el puerto y subir a pie hasta la puebla vieja de San Vicente, en la parte alta.
Un paseo enlaza el castillo, resto de las murallas, alguna casona y la iglesia en el otro extremo. Los puentes son también signos de identidad de esta villa: el de la Maza y el del Parral.
LA Senda fluvial del Nansa
El monasterio, en la localidad de Muñorrodero es la puerta de entrada al valle del río Nansa, por cuyas orillas discurren los primeros kilómetros del recorrido. Cuenta con una señalización de sendero local de barras blanco y verdes. Entre Muñodorrodero y Cades median unos 14 kilómetros.
Este sendero fluvial lleva entre idílicos rincones hasta la Ferrería de Cades , final de la primera etapa a pié. Aquí podrás conocer el funcionamiento de ingenios de otro tiempo como el molino harinero y la ferretería, pues ambos se visitan de manera conjunta y con o sin demostración de funcionamiento y visita guiada.
Transitando hasta Cabañes Y Tama
Continuamos desde Cades por el camino por la CA-856 hacia las hoces de Lamansón hasta alcanzar Sobrelapeña y La Fuente.
Luego el peregrino tradicional prosigue la senda como lo hacían antaño, antes de que en 1863 abrieran la primera vía transitable del desfiladero de La Hermida. Aquí se encuentra el mirador panorámico de Santa Catalina sobre el desfiladero de la Hermida.
Quienes peregrinen en coche desde La Fuente tiene por delante un descenso en zig-zag hasta la Hermida y la emoción de recorrer hasta Potes un pequeño y estrecho tramo de uno de los desfiladeros más largos de España cuyas paredes alcanzan los 600 metros de altura.
La vía discurre hasta Lebeña donde se encuentra la hermosísima joya mozárabe de Santa Maria de Lebeña, principal monumento prerománico de Cantabria.
Pasamos por la canal de Francos para luego subir a Cabañes y continuar por Pendes y Tama, donde se encuentra el Centro de Interpretación del Parque Nacional de los Picos de Europa un moderno edificio de más de 4000 m2 dedicados a mostrar la biodiversidad del parque.
Potes, última parada hasta llegar A Santo Toribio
El casco urbano de Potes conserva aún parte del sabor hidalgo y montañés que fue acumulando durante siglos. Su edificio más representativo es la torre del Infantado.
Cerca está la Iglesia de San Vicente y pasando el puente de San Cayetano se descubren casonas hidalgas como la de La Canal y construcciones como la torre de San Cayetano.
En Potes podrás disfrutar de un exquisito cocido lebaniego, del queso y quesucos del liebana o un excelente orujo, que es una especie de aguardiente, para reponer fuerzas y recorrer los últimos escasos tres kilómetros hasta llegar al monasterio.
El Monasterio de Santo Toribio de Liébana y su santa reliquia
El Monasterio de Santo Toribio de Liébana fue fundado entorno el siglo VI. Situado a tres kilómetros de Potes , en su interior alberga la reliquia de Lignum Crucis el trozo más grande que se conserva de la cruz de Cristo.
El Lignum Crucis es una de las reliquias más importantes de la cristiandad. Procedente de Astorga con ella Llegaron los restos del obispo Toribio de Astorga encargado en su momento de traerla desde Jerusalén y también ponerla a salvo de los seguidores del islam.
La existencia de esta reliquia catapulto a la fama este monasterio, convirtiéndolo en punto de paso obligado para muchos peregrinos que en su camino de paso hacia Santiago por el Camino de la Costa se acercaban a besar el madero en el que se clavó Cristo. Más aún desde que el papa Julio II otorgó el privilegio a Santo Toribio de Liébana para celebrar su propio año Jubilar, cada vez que el 16 de abril cayera en domingo.
De esta forma, a través del camino Lebaniego, se podrían redimirlos pecados que el peregrino tuviera hasta la fecha, de igual forma que hasta la fecha solo era posible peregrinando a los otros tres santos lugares de la cristiandad; Jerusalén, Roma y Santiago de Compostela.
Aquí, en el monasterio además de la iglesia gótica, del claustro y de la capilla barroca, se pueden visitar en sus alrededores varias ermitas.
Una visitan indiscutible, las Cuevas del Soplao
Las Cuevas del Soplao son mitad cueva, mitad mina. El acceso se realiza en un tren minero hasta su entrada. Las cuevas son únicas en su género por la calidad y cantidad de espeleomas descubiertas en ellas y el hallazgo de yacimientos de ámbar.
Otra opción de acceso es desde el Monasterio de San Toribio, llegar al Telesférico de Fuente Dé, cuyo ascenso permite admirar buena parte de las cumbres de Picos de Europa.