El Parque Nacional de Cabañeros está situado en Los Montes de Toledo, al noroeste de la provincia de Ciudad Real y al suroeste de la de Toledo.
Es uno de las zonas naturales más singulares de España y el mejor representante natural del bosque mediterráneo.
Este es un lugar que podemos conocer a pié, a caballo, en todoterreno e incluso en canoa. Su paisaje nos recuerda recuerdan las llanuras de África y aunque aquí no hay animales africanos, como leones o elefantes, sí es refugio de águilas imperiales, buitres negros y ciervos.
En su cielo también encontramos uno de las visiones nocturnas más impresionantes de la península.
Cabañeros es definitivamente un lugar realmente único, en conexión especial con la naturaleza. Un lugar que engancha, por todo eso siempre se acaba volviendo.
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Pasado y presente del Parque Nacional de Cabañeros
Cabañeros es una enorme extensión que perteneció al obispado de Toledo durante 700 años hasta las desamortizaciones del siglo XIX.
Algunas de las fincas no habían sido cultivadas, ni roturadas, permaneciendo vírgenes durante siglos. Luego muchas de ellas fueron adquiridas por propietarios pero estos las continuaron manteniendo en ese estado y sin dividir.
Por eso sorprende encontrar un lugar tan grande, de unas 41000 hectáreas en tan buen estado de conservación.
Posteriormente la actividad ganadera introdujo animales en la finca, como los caballos, los cuales actualmente se utilizan para dar paseos, como ocurre en las riberas del río Bullaque, en la zona de Las Islas. Al ser este río un río tranquilo, en él se pueden realizar actividades de turismo activo como las que oferta la empresa Aventurascabañeros y conocer así el entorno.
Centros de recepción e interpretación del Parque Nacional de Cabañeros
En las entradas principales del Parque y en algunos otros puntos encontramos los centros de recepción e interpretación. Cada uno de ellos está centrado en unos aspectos concretos.
Por ejemplo, el de Casa Palillos explica la geología, la botánica y la fauna de la zona.
El de Horcajo de los Montes, el más nuevo, muestra el parque a lo largo de las estaciones del año, además de la cultura y tradiciones de los Montes de Toledo.
El de Torre de Abraham, junto al embalse del mismo nombre, alberga una exposición sobre el agua de Cabañeros…
Se han diseñado distintas rutas de senderismo señalizadas para hacer a pié, de las que podemos informarnos en cada uno de los centros de interpretación. Se trata de itinerarios de distintos niveles de dificultad (aunque la mayoría de baja dificultad) que se pueden realizar por libre o con un guía. Son gratuitos si se reserva con antelación.
Cabañeros, un lugar para la observación de las aves y del cielo
Cabañeros es un lugar estupendo para la observación de aves. Aquí se encuentran muchas y muy variadas: granívoras, rapaces, insectívoras, esteparias…
El embalse, en el término de Retuerta de Bullaque, es un lugar de gran interés ecológico que ofrece refugio a muchas aves, por lo que es un buen lugar para el avistamiento de aves. En especial la cigüeña negra.
Sobre la Sierra del Chorito planean buitres negros, la especie más grande de este tipo de rapaces. También encontramos aquí águilas imperiales, rabilargos y cernícalos entre otras muchas otras especies.
Pero además, la observación del cielo no solo se hace por el día sino también por las noches, al ser una zona alejada y protegida de la contaminación lumínica. Y es que Cabañeros ofrece un cielo nocturno espectacular.
En función de la estación del año se planifican las distintas actividades.
En verano, ya que por el día hace mucho calor, se planifica senderismo nocturno bajo las estrellas. Cuando llegan las grullas, se organizan salidas al atardecer para verlas y continúan con observación de las estrellas por la noche. En época de meteoros se planifican excursiones especiales.
Visita a Las Rañas y los Montes
Cabañeros es llamado el Serengueti español por el parecido del corazón del parque, La Raña, con el famoso parque de Tanzania.
La Raña es una gran llanura formada por herbazales y dehesas. Pero Cabañeros alberga otros ecosistemas como sierras y montes, donde crecen alcornoques, robles, quejigo, madroños, arces y encinas. También zonas de sotobosque y matorral, riberas de fresnos, alisos y sauces.
A esta especial flora le sumamos su fauna, con la gran cantidad de animales que aquí habitan, -entre otros ciervos, corzos o linces – y su peculiar geología lo que lo convierte en un lugar para visitar salvo en verano, en que hace realmente mucho calor.
En otoño se multiplican las visitas, con la época de la berrea del ciervo pero también en cualquier época del año es visitable, pues el resto de las estaciones la naturaleza es igual de activa e intensa.
Las visitas guiadas dentro del parque se hacen exclusivamente en vehículos todo terreno, a través de recorridos con guías especializados, que combinan el todoterreno con una pequeña ruta a pie y paradas interpretativas. Existe un número limitado de entradas al día, por lo que se requiere una reserva previa.
Parte de la excursión transcurre por el monte, por donde se puede hacer un tramo a pié que lleva a enclaves como el antiguo molino harinero del siglo XV del arroyo de Brezoso.
Hoy este antiguo molino rescatado de las ruinas se ha convertido en centro de interpretación en el que se da a conocer el modo de vida de la gente que habitaba estas tierras en otos tiempo. Mucho eran pastores que construyeron cabañas y que por eso el parque se llama y el propio parque ha sido bautizado con el nombre de Cabañeros.
