La DOP -denominación de origen- Rías Baixas, comprende territorios en la provincia de Pontevedra y en el límite de esta con la provincia de A Coruña . En esta zona, tradicionalmente y desde tiempo inmemorial se producen vinos de altísima calidad.
Tabla de contenidos
ZONA GEOGRÁFICA de la DOP Rías baixas
La DOP Rías Baixas comprenden en términos municipales y parroquias las subzonas Val do Sanés, Condado do Tea, O Rosal, Soutomaior, y Ribera do Ulla e Monterrei y Ladera de Monterrei, en el sur de la provincia de Pontevedra. La superficie protegida por la DOP se extiende sobre 4.064 hectáreas de viñedos en 5 subzonas de producción: Val do Salnés, Condado do Tea, O Rosal y Soutomaior, en la provincia de Pontevedra, y Ribeira do Ulla, que se reparte entre la provincia de Pontevedra y A Coruña.
CARACTERÍSTICAS de la DOP rías baixas
Variedades de uva:
En la DOP Rías Baixas predomina la blanca autóctona Albariño y en menor proporción la Treixadura, Loureira Blanca, Caiño Blanco, Torrontés y Godello; y las tintas Caiño Tinto, Mencía, Espadeiro, Sousón, Loureira Tinta y Brancellao.
Parece ser, que las primeras cepas se plantaron en el monasterio de Armenteira (Meis).
Además del monovarietal Albariño, cada una de las cinco subzonas elabora sus propios vinos en los que una mayoría de uva local es mezclada con otras: el de Val do Salnés está elaborado con un 70% de Albariño; el de Condado de Tea tiene un 70% de Albariño o Treixadura; el blanco de O Rosal un 70% de Albariño o Loureira (también Godelllo); y el de Ribera de Ulla, 70% de Albariño mezclado con otras uvas.
Los vinos blancos monovarietales reconocidos por la Denominación de Origen son variedades elaboradas con al menos el 85% de uvas de la misma variedad. Las uvas admitidas para la variedad tinta son Caiño Tinto, Espadeiro, Loureiro Tinto, Sousón, Mencía, Brancellao, Pedral y Castañal.
Los vinos monovarietales de Albariño son amarillo-pajizos. Los vinos de la subzona de O Rosal y O Condado do Tea están más personalizados.
DATOS BÁSICOS
En el Consejo Regulador se encuentran inscritos casi 6.667 viticultores y 178 bodegas que elaboran y comercializan una media anual de casi 22,9 millones de litros de vino, de los que alrededor de un 24% se exporta.
Localización geográfica
Las diferencias climáticas y geográficas, así como el tipo de uva, convierten a los vinos de las diferentes subzonas en genuinos y con características propias. La DOP Rías Baixas se divide en cinco subzonas, cuatro de ellas en la provincia de Pontevedra y una al sur de la provincia de A Coruña.
En Pontevedra, tenemos el Val do Salnés, en el bajo valle del río Umia y centralizada en Cambados, una histórica ciudad costera situada en una península, suavemente ondulada, donde el viñedo se asienta tanto en laderas poco pronunciadas de diferentes orientaciones como en terrenos llanos. Es rocosa, con terrenos aluviales. Sus vinos son fresquísimo con un sabor a melón que permanece en el paladar.
Más al sur, a lo largo de la frontera este-oeste con Portugal y en la cuenca más baja del Miño, se encuentra O Rosal, que se extiende tierra adentro hasta la ciudad de Tui. Los viñedos forman aquí terrazas en las orillas del Miño, que se abre para formar un estuario. Los terrenos son aluviales. Los vinos de esta zona tienden a tener un sabor ligeramente dulce, con reminiscencias a melocotón.
El Condado do Tea, en el oeste, se extiende desde Tui a lo largo valle del Miño hasta encontrarse con la D.O. Ribeiro. Su orografía es mucho más accidentada, integrada por una serie de pequeños valles fluviales formados por diminutos ríos. Granito y pizarra cubren la superficie. Por su parte, los vinos de esta zona son más estructurados, con más cuerpo y menos fruta.
Dos subzonas más lejanas han sido incorporadas recientemente: Soutomaior, justo al sur de la ciudad de Pontevedra, en la desembocadura del río Verdugo en la Ría de Vigo, fue registrada en 1996; y Ribera de Ulla, al norte de Pontevedra, en la provincia de A Coruña, registrada en el 2000. Los suelos de Soutomaior son ligeros y arenosos, cubiertos con granito, mientras que Ribera de Ulla posee principalmente terrenos aluviales.
Clima
El clima atlántico, con inviernos húmedos y con brumas marítimas, varía entre las diferentes subzonas.
En general, la pluviometría es elevada y las temperaturas son suaves, con máximas que no suelen sobrepasar los 30º C y mínimas que tan sólo en diciembre y enero se acercan a los 0º C. Las zonas más frías son Ribera do Ulla y Val do Salnés, dada su posición cerca de la costa. La más cálida es Condado do Tea, con temperaturas ocasionales que pueden rondar los 40 grados, aunque también posee inviernos fríos con frecuentes heladas y con lluvias superiores a los 2.000 mm. O Rosal es bastante cálida, pero también es un área templada gracias a la influencia de la costa.
Los fuertes vientos pueden ocasionar problemas a los viñedos, particularmente para aquellos se encuentran en la cara oeste de la costa. Las heladas, el granizo y el calor del verano también pueden producir complicaciones.
PROCESO DE ELABORACIÓN DE LOS VINOS
Los viticultores cultivan las vides en tierras de baja altitud y próximas al mar. La plantación más típica, aunque no la única, es el emparrado. Los parrales son pérgolas de granito cuyo objetivo es protegerlas de la humedad y darles mayor cuerpo gracias a la luz solar del verano. Sin embargo, en la actualidad los viticultores están experimentando con el sistema de cortina doble (sin empalizamiento de vegetación pero sí de brazos), aunque muchos de ellos están ya pensando en emplear en el futuro la recolección mecánica.
En esta DOP las producciones son relativamente altas comparadas con otras áreas productivas de España y los vinos son jóvenes, normalmente sin crianza.
La vendimia varía según las subzonas: comienza a mediados de septiembre (entre el 15 y el 19) en O Rosal y en Condado de Tea; entre el 20 y el 25 en Val do Salnés y Soutomaior, y a finales de mes en Ribeiro do Ulla.
ÚLTIMAS INNOVACIONES
Alrededor de 500 hectáreas de viñedos son cultivadas en la actualidad de forma ecológica.
El control de la temperatura y la cuidadosa vendimia han revolucionado la producción vinícola de la Rías Baixas. Los viticultores entregan las uvas en las bodegas tan rápido como es posible para evitar la oxidación. El control de la temperatura puede comenzar con agua helada hinchando la prensa neumática y continúa con la fermentación maloláctica. Este es el procedimiento habitual para los vinos ligeramente afrutados. Hay también una cierta tendencia hacia la fermentación en barricas, para lo que se está realizando una considerable inversión en nuevos barricas de roble americano y gallego. Algunos bodegueros realizan esta fermentación de sus blancos albariños y esto ha sido uno de los mayores éxitos de esta denominación en los últimos años, obteniendo de este modo vinos untuosos y con larga vida por delante.
El control por ordenador de la maquinaria ha contribuido a que se haya producido un espectacular salto en la calidad de los vinos de esta zona en los últimos veinte años. Las mejores bodegas limitan su primer prensado a veinte gramos para asegurar que la uva más madura produce su primer mosto de flor. Por otro lado, hay un constante esfuerzo para mantener lo mejor de las técnicas artesanales. Así, por ejemplo, muchos productores cultivan su propia levadura natural para la fermentación.