En esta ruta transitaremos por la Zona Media de Navarra donde confluyen lo mejor de la ribera y la montaña. De Artajona a Ujué, pasando por Olite.
Aquí descubriremos tres fascinantes fortificaciones medievales; el Cerco de Artajona, el Palacio Real de Olite y la Iglesia fortaleza de Ujué. Además saborearemos lo mejor de la gastronomía navarra y cataremos sus excelentes vinos.
Iniciaremos nuestra ruta en Artajona en el corazón de Navarra, a 31 kilómetros al sur de su capital Pamplona. Para llegara has de tomar la AP-15 en su salida 71 (Puente de la Reina) y a continuación desviarse por la N-121 hacia Tafalla y luego por la NA-6020 dirección Artajona.
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El Cerco de Artajona
Si pensamos en Navarra lo que más nos viene a la cabeza son los San Fermines. También sus bosques de hayedos y robles, sus vinos y su excelente huerta. Pero aquí, en Navarra hay también castillos y muchos. Sobre todo en su Zona Media, ya que llegó a acumular más de cien fortalezas durante la Edad Media.
Construidos por los reyes navarros para hacer frente a los ataques de los reinos vecinos y también de los árabes, de entre todos ellos destaca el Cerco de Artajona. Se encuentra en una colina, al norte de la villa homónima de Artajona. Su impresionante silueta da la impresión que tras él se encuentra una gran ciudad, sin embargo la muralla esconde una villa de apenas 177 habitantes.
Esta espectacular ciudadela amurallada por los canónigos de Saint Sernin de Toulouse es el mejor conservado de Navarra. Construido entre los siglos XI y XII el Cerco de Artajona posee un perímetro de 770 metros. Consta de nueve torres prismáticas y acanaladas. Cerrado por murallas que se adaptan a la orografía del cerro, cuenta con dos portales de acceso al interior. En el interior del recinto se encuentra la Iglesia-fortaleza de san Saturnino con recios muros y contrafuertes, fachada cuadrada y monumental portada gótica.
Si paseas por sus murallas es probable que tu imaginación te lleve a esa época medieval, y más si has visto la película de Sean Connery y Andrey G¡Herpburn , Robin y Marian la cual se rodó aquí.
El Palacio Real de Olite
Al sureste de Artajona , a 18 kilómetros se encuentra Olite, la capital del vino navarro. Tal es así que el primer fin de semana de septiembre se celebra la Fiesta de la Vendimia, con pisada de uvas, degustaciones y otros actos como conciertos.
La primavera y el final de verano son las mejores fechas para visitar esta tierra, pues en septiembre coincide con la vendimia.
De hecho, en Olite se encuentra el Museo de la Viña y el Vino de Navarra. Una moderna instalación que aborda las cuatro temáticas, historia, viticultura, enología y cata con proyecciones, audiovisuales y música de fondo de Kepa Junkera. Ademas aquí podrás adquirir entradas para visitar las bodegas del municipio.
También aquí en Olite se encuentra el Palacio Real de Olite, un castillo de cuento romántico, lleno de galerías, hermosos ventanales, jardines colgantes y altísimas torrecillas. De estilo gótico su origen no fue bélico sino que fue concebido con otro fin, servir a los placeres del rey Carlos III, que lo levantó entre 1402 y 1424. Aquí el rey y la reina concibieron nada más ni nada menos 13 hijos, dedicándose a la vida del lujo y arte.
La visita por libre y con autoguía recorre 22 espacios de este castillo palaciego. Desde las profundidades arqueológicas hasta la torre del homenaje.
Junto al Palacio Nuevo, que es la parte del castillo que se visita, se encuentra el Palacio Viejo, que es la más antigua (del siglo XIII) y que actualmente ocupa el Parador. Al lado se encuentra la iglesia gótica de Santa Maria la Real.
La Iglesia de San Martín de Tours
Continuamos nuestra ruta en la Zona Media de Navarra hasta llegar a San Martín de Unx, donde se encuentra a lo alto su iglesia, joya del románico navarro.
La iglesia del siglo XII alberga entre otros tesoros una preciosísima cripta bajo la cabecera que fue construida para nivelar el templo con el terreno, a la que se accede una escalera de caracol.
El pueblo de San Martín de Unx es también un pueblo de viticultores. Sus caldos de uva garnacha son excepcionales.
El origen defensivo de esta localidad está claro. Las numerosas casas blasonadas y sus murallas que rodean sus calles empedradas son un fiel testigo de su pasado.
Iglesia Fortaleza de Santa María de Ujué
Por último, llegamos a Ujué. Este pueblo fue uno de los principales bastiones del Reino de Navarra frente a los dominios musulmanes del Ebro.
La iglesia se encuentra en la parte más alta de este pueblo medieval. De estilo románico, su fachada sur es una obra maestra gótica y la galería abierta de la meridional proporciona y una amplia perspectiva sobre la Ribera de Navarra. Sus torres almenadas, sus robustos contrafuertes y sus pasos de ronda la convierten en una fortaleza realmente intimidante. E intimidados, pero también encantados dejamos esta ruta por la zona Media de Navarra.
