Los vetones fueron un pueblo celta que habitó la península Ibérica en los siglos previos a la conquista romana, del VII-V a. C., allá por la Edad de Hierro. En Ávila, en un radio de 30 kilómetros alrededor de la ciudad podemos seguir su rastro. Para ello solo tenemos que visitar los lugares donde habitaron y que hoy perviven como vestigios al aire libre, los castros vetones. El recorrido por los castros nos permitirá descubrir su historia, y a la vez disfrutar de enclaves naturales que un día fueron estratégicos.
Ávila se encuentra a 1.131 metros sobre el nivel del mar. La entonces llamada “Obila” brindaba a vetones y arévacos una excelente ubicación en lo alto de los oteros y altozanos. Esto les permitía tener una amplia visión de los pastizales, advertir la presencia de los enemigos y defenderse con cierta facilidad ante sus incursiones. Además de las propicias condiciones naturales del terreno, estas tribus celtas añadieron torres y potentes murallas, fosos y campos de piedras defensivos para dificultar el paso a las huestes enemigas. Si es que eran bárbaros o poco civilizados, lo cierto es que sabían de estrategia e ingeniería.
Si decides visitarlos, lo ideal es ir en el segundo y tercer fin de semana de agosto, que es cuando se celebra las fiestas vetonas en los castros de La Mesa de Miranda -Luna Celta- y Ulaca –Lugnasad-respectivamente. Durante su programa de fiestas tienen lugar representaciones teatrales de temática celta, visitas guiadas, mercados, música, exhibiciones de rapaces, degustaciones y queimadas.
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Los castros vetones de La Ulaca, La Mesa de Miranda y Las Cogotas
El castro de Ulaca se encuentra en Villaviviosa-Solosancho, a 20 kilómetros de Ávila por la N-502.
El castro de La Mesa de Miranda se encuentra en Chamartín, 28 kilómetros por la N-110 de la capital abulense.
Para llegar al castro de Las Cogotas a 10 kilómetros de Ávila, se toma la autovía A-50 hasta el kilómetro 4, donde se enlaza con la AV-804 que lleva a Cardeñosa, 3 kilómetros antes de llegar aparece a la derecha la pista que nos lleva al castro.
El mejor punto de partida para iniciar la Ruta de los yacimientos arqueológicos del entorno de Ávila es el Centro de Interpretación de los Castros Vetones que se encuentra en pleno casco histórico, en el Torreón de los Guzmanes, sede de la Diputación de Ávila. Comprende 12 salas que abordan la cultura vetona a través de paneles, maquetas y videos didácticos y la entrada es gratuita.
Aquí podrás conocer y entender al pueblo vetón. Cómo eran sus viviendas, su organización social y sus actividades diarias. También su complejo sistema religioso y funerario. A través de los restos arqueológicos encontrados podemos saber cómo era su arte y artesanía. Un pueblo que usaba el hierro en lugar del bronce y que elaboraba con torno su cerámica. También admiraremos sus joyas, fíbulas que usaban en sus vestimentas y sus peculiares esculturas zoomorfas de toros y verracos de piedra. Para más información…
Castro de Ulaca
El castro de Ulaca se encuentra en las estribaciones de la sierra de la Paramera. Se accede únicamente a pie por una senda desde el castillo de Villaviciosa a la ciudad dormida de Ulaca. La visita es libre y gratuita
Tras una ascensión larga y escarpada se levanta en lo alto de un gran cerro que vigila todo el valle de Amblés con el pico Zapatero a sus espaldas.
Es castro es el mayor de la provincia, con unas 60 hectáreas. En él se ven tramos de los tres kilómetros de muralla que debió rodear la ciudad. Una ciudad que llegó a albergar unas cuatrocientas viviendas levantadas aprovechando el desnivel del terreno.
Entre sus restos sobresale el altar de los sacrificios, uno de sus elementos más significativos donde los celtas rendían culto al dios Sol. Consiste en una gran losa tallada con gradas orientadas hacia el sol, que conduce a la plataforma que contiene varias oquedades comunicadas.
Castro de la Mesa de Miranda
Es el segundo mayor castro de la región, con 30 hectáreas. Al yacimiento se puede llegar andando o en coche después de recorrer unos tres kilómetros desde el pueblo de Chamartín, donde previamente hay que hacer una parada en el aula arqueológica, ubicada en las antiguas escuelas.
Aquí ya podemos entrar en contacto con el pueblo vetón y sus habitantes a través de paneles, maquetas audiovisuales y reproducciones de armas, enseres y útiles diarios. También podeos entretenerlos en el túmulo que se abre para mostrar cómo enterraban los vetones las cenizas de sus difuntos o mirar al arqueólogo Juan Cabré, cómo excavaba el yacimiento hace más de cincuenta años.
Como complemento, las antiguas escuelas del pueblo, acogen un entretenido y muy didáctico centro de interpretación sobre la cultura vetona. Para acceder primero hay que contactar 608 925325. Entrada 2€.
Tras visitar el área arqueológica la visita se puede realizar por libre, ya que una serie de paneles colocados en cada punto de interés. El acceso es gratuito. Ya envuelto en el paisaje de encinas centenarias y berrocales, en la confluencia de dos ríos, donde pastan las vacas avileñas de las que degustaremos un excelente filete de carne, distinguimos sus tres recintos amurallados y la necrópolis de la Osera del Castro de La Mesa de Miranda, donde se han excavado más de mil tumbas.
Castro de las Cogotas
Para visitar nuestro último castro tenemos que volver hacia Ávila e ir luego en dirección norte hacia el pueblo de Cardeñosa. La visita se hace por libre ya que también está señalizada.
Ubicado en la Sierra de Ávila, para llegar a este castro hay que recorrer cuatro kilómetros de pista en coche, desde la carretera que lleva a Cardeñosa para llegar a este castro al pie del embalse de Las Cogotas, desde donde se disfruta de unas impresionantes panorámicas.
El castro acoge la necrópolis de casas adaptadas a la topografía del lugar rodeadas de dos recintos amurallados, el campo de piedras hincadas y otras muchas cosas perfectamente señalizadas con paneles informativos.
Para entender el castro existe un aula arqueológica en el pueblo, situada en el mismo edificio del ayuntamiento (920 260001). Abre de miércoles a domingo por la mañana.
Otros lugares de interés:
La cascada del río Rihondo
Si además de visitar los castros en plena naturaleza quieres dar una caminata más grande, en primavera tras visitar el castro de La Mesa de Mirada te puedes acercar a la cascada del río Rihondo, un refrescante paseo que se toma a la derecha antes de entrar en el recinto y que alberga un maravilloso salto de agua de 10 metros de altura.
Yacimiento de El Freillo
En El Raso de Candelera a una hora y media de la ruta de los castros vetones, hacia Extremadura se encuentra el yacimiento de El Freillo, del siglo III a.C. Rodeado de un paisaje muy distinto al de la meseta se encuentra el castro celta de El Raso. Desde el mirador podemos disfrutar de la Garganta de Alardos, del Pantano de Rosarito y de Madrigal de la Vera.
Santo Tomé el Viejo
Si estás interesado en la cultura vetona, no puedes perderte la visita a este antiguo templo románico de santo Tomé el Viejo situado en la capital abulense y convertido en un interesante almacén de restos arqueológicos, muchos de los encontrados en los castros vetones.
Por último…ya en la ciudad de Ávila
También puedes salir a la caza de verracos que adornan muchos rincones, calles y palacios en la ciudad de Ávila, -entre otros el de la Plaza de Adolfo Suárez, el jardín del Parador o el que vigila el palacio de los Verdugo-, y en otros enclaves de la provincia como el Verraco en Chamartín.
Además no puedes marcharte de Ávila sin dar un paseo por el adarve de la Muralla y tomar distancia para verla, de día o de noche abrazando la ciudad.