Desde que se estrenó Jurassic Park en 1993, muchos mayores y niños comenzaron a soñar con los tiranousaurio Rex, diplodocus, triceratops, velociraptor…Dinosaurios todos ellos que un día habitaron la tierra y que de repente, sin saber porqué desaparecieron. Eso sí dejando su rastro, huesos, fósiles e ignitas que en la Rioja se encuentran esparcidos por un montón de yacimientos. Yacimientos que están generalmente a cielo abierto y que se pueden visitar por libre.
Enciso es el epicentro perfecto como punto de partida para ir en busca de las huellas de los dinosaurios en los numerosos yacimientos que se encuentran en su entorno y que contienen más de mil cuatrocientas huellas.
Esta localidad se encuentra a 72 kilómetros de Logroño.
Para visitar los yacimientos hay que cruzar el puente sobre el río Cidacos. Para llegar a ellos hay que seguir la carretera que une Enciso y Cornago.
Vayamos pues tras las huellas de estos prehistóricos animales que hace aproximadamente unos ciento veinte millones de años poblaron el campo riojano.
Enciso
En su tiempo, Enciso, junto a sus aldeas formaba un núcleo de ganadería lanar de cierta importancia en torno al río Cidacos. De ese pasado le viene su patrimonio, que aunque rico, no es realmente el motivo por el cual hoy lo visitan tantos turistas.
Aún así, además del centro paleontológico, que se fundó dados los importantes hallazgos de la zona, Enciso posee un importante conjunto urbano. Destacan la Iglesia de Santa María de la Estrella del siglo XV y la Iglesia de San Pedro construida sobre un viejo templo románico. También de un castillo y sus puentes sobre el río Cidacos.
Pero los que vienen a Enciso vienen buscando sobre todo el rastro de los dinosaurios. Y como no podía ser de otra forma, al pasar por el ayuntamiento cuando el reloj de su fachada marca las horas, de su interior surge un dinosaurio que prepara al visitante con un rugido para lo que vendrá después. Un montón de yacimientos en sus alrededores que os contamos a continuación.
Yacimiento de la Virgen del Campo
El yacimiento de la Virgen del campo se encuentra a 400 metros de Enciso, en el camino que lleva a la ermita del mismo nombre. El yacimiento contiene 506 pisadas de dinosaurio, algunas con las marcas de su piel fosilizada.
Yacimiento de Poyales
El yacimiento de Poyales se encuentra a cinco kilómetros de Enciso, a pie de la carretera. Su gran interés es que en este yacimiento además de las 84 huellas de dinosaurios se ha definido huelleas palmeadas y por primera vez en el mundo, la nueva huella Theroplantigrada encisensis, llamada así en honor al pueblo.
Yacimiento de Navalsaz
El yacimiento de Navalsaz se encuentra a ocho kilómetros de Enciso. Contiene 138 huellas, la mayor parte ornitópodas, además de uno de los rastros de iguanodón más grandes de La Rioja. Una huella de setenta y cinco centímetros a través de la cual se ha podido calcular la longitud de su pata, ni más ni menos que 5,5 metros.
Yacimiento de Valdecillo
Situado a dos kilómetros del puente sobre el río Cidacos. Es el más destacado de todos por dos motivos. Por la calidad de las huellas halladas y por la espectacular panorámica que desde él se divisa.
Aquí puedes admirar icnitas de un grupo familiar de dinosaurios y tener una experiencia realmente didáctica. Ya que es uno de los más fáciles de interpretar pues cuenta con paneles explicativos y reproducciones a tamaño real. Lo que nos permite hacernos una idea de las características de estos animales. Algunos eran carnívoros y por ello tenía dientes y garras descomunales, en cuerpos de hasta diez metros de longitud.
El yacimiento cuenta con un aparcamiento al inicio del recorrido.
Yacimientos de Munilla
Por último, a cinco kilómetros de Enciso, encontramos los dos yacimientos de Munilla. Son el barranco de la Canal y Peñaportillo. Entre ambos reúnen el mayor número de huellas de dinosaurios de La Rioja.
Museo Cretácito de El Barranco Perdido
Y si algo es fundamental en nuestra visita es visitar, sobre todo si viajas con pequeños, el museo de paleoaventura de El Barranco perdido. Situado en Enciso, en una zona declarada Reserva de la Biosfera.
El museo muestra piezas originales y reproducciones de huesos y fósiles: cráneos, huevos, garras, dientes… La entrada a este parque incluye el acceso al museo cretácico y el uso de piscinas. Sus instalaciones están pensadas para todos los públicos y edades. Puentes tibetanos y de equilibrio, tiro con arco, circuito xtreme y una gran tirolina.
Cuenta también con una playa cretácica y una colina donde los pequeños pueden jugar a buscar fósiles y “recibir el título de paleontólogo”.
Para los más interesados en la rama científica, acoge un museo cretácito en 3D. También se organizan excursiones en todoterreno para ver los yacimientos originales del entorno.
Resumiendo, un parque con todo tipo de actividades y servicios para conocer de primera mano a estos grandes desconocidos de la prehistoria.