En los cañones del Ebro, al noroeste de la provincia de Burgos, entre la cordillera Cantábrica y la meseta castellana, las aguas del rio Ebro han tallado durante unos cuantos millones de años un profundo desfiladero en las rocas calizas. A esta sucesión de hoces, algunas de más de 200 metros de profundidad se le unen valiosa fauna adaptada a la humedad y una exuberante vegetación que sorprende al senderista que decide recorrer esta zona.
A toda esta imponente naturaleza se le une una serie de bonitos pueblos de piedra de buena gastronomía, lo que hace que este sea considerado uno de los lugares más bonitos de España. ¿Cómo no vamos a visitarlo?
Lo mejor es ir en otoño, porque es cuando la vegetación es más exuberante. En invierno por la contra hace mucho frio, e incluso es imposible realizar algunas de sus rutas.
Para llegar al Parque Natural de las Hoces del Ebro y Rudrón, lo mejor es ir hasta Burgos y coger la N-623. Unos 58 kilómetros después, pasado el puerto de Masa, la vía entra en el valle del Rudrón. También se puede salir en cualquiera de los términos municipales que concluye el parque.
Rutas por el Parque Natural de las Hoces del Alto Ebro y Rudrón
En la árida castilla encontramos un lugar fresco y verde repleto de agua, cuyo paisaje responde más al de la España verde del Norte que a la meseta castellana. A su paso por Burgos, los páramos calcáreos de La Lora abren una brecha de más de 200 kilómetros. Un paisaje sin igual de hoces y cañones, riberas escarpadas, y meandros que discurren entre los valles.
Tanto el Ebro como su hermano menor, el Rudrón, alimentan con sus aguas una verde vegetación de nogales, hayas, encinas y robles. Un paisaje extraordinario salpicado de pueblos que podemos admirar desde el abismo de sus miradores.
El Parque Natural abarca unas 46000 hectáreas de espacio protegido por donde discurre el Camino Natural del Ebro GR99, que acompaña el curso del río a lo largo de 930 kilómetros y 42 etapas, 8 de ellas en la provincia de Burgos. Además de esta Ruta de Gran Recorrido existen otras de distinta dificultad ideales tanto para la práctica de senderismo como para recorrer en bicicletas. Vamos a conocer algunas de ellas.
La Ruta del Cañón del Ebro
La ruta del cañón del Ebro es la más popular de entre las numerosas rutas que se pueden hacer en este parque natural, tanto para recorrer a pie como en bicicleta. Son 15 kilómetros perfectamente señalizados (PR-C-BU-1) para recorrer en unas seis horas y media desde Pesquera de Ebro a Orbaneja del Castillo.
Pesquera del Ebro es un pueblo de la comarca de los Páramos. Conocido por ser el pueblo de los escudos con sus casas blasonadas y sus antiguos palacios señoriales.
La ruta transcurre por el fondo de la garganta hasta alcanzar una pasarela por la que hay que cruzar las aguas verde esmeralda el río Ebro y atravesando bosques mixtos en todo su esplendor.
Con un poco de suerte podrás encontrar a tu paso nutrias nadando en el río y ver en el cielo aves rapaces como águilas perdiceras, buitre leonados, alimoches o halcones peregrinos. Y si visitas la zona en verano, sentirás el olor de las plantas aromáticas como el espliego o el tomillo.
El final de la ruta la marca el pueblo de Orbaneja del Castillo, el cual se encuentra amparado por altas paredes que lo rodean. Declarado conjunto histórico artístico en su centro brota una poderosa cascada: la Cueva del Agua. Y es que aquí se ve pasar agua por todas partes: por abajo se mira en el Ebro y por los costados se refresca en sus cascadas. Cascadas que el arroyo de la Cueva brindan tan rebosantes que salen en escalera para llegar hasta el río en un refrescante y bello espectáculo. Un entorno natural ambientado por el murmullo del agua, los márgenes rocosos del cañón y el vuelo de las aves.
Ruta de los tornos de Tudanca
Esta ruta forma parte de la sexta etapa del GR-99. Discurre entre Pesquera de Ebro y Manzanedo. Son 11 kilómetros (3 horas y media) a pie por un estrecho desfiladero que el Ebro ha modelado en la Sierra de Tudanca
Los Cañones del Rudrón
La senda discurre paralela al curso del río por el fondo del desfiladero. Atravesando Covanera donde tras un paseo, se llega al Pozo Azul, que en realidad es una surgencia del río que exhibe un intenso color turquesa y una característica, que no tiene fin. Se ha contabilizado unos 13 kilómetros de longitud pero la cueva continua más allá, lo que la convierte en una de las galería subacuáticas más interesante del continente europeo.
Otros lugares de interés en los cañones del Ebro
Otros pueblos de piedra
En el camino visitamos algunos de los imprescindibles pueblos de piedra, en los que su gastronomía disfruta de un merecido reconocimiento, ideales para reponer fuerzas. Algunos de ellos son:
Cortiguera
El pueblo, abandonado durante décadas, alberga todavía ruinas de edificios y casas blasonadas de los siglos XVI, XVII y XVIII La Iglesia, hoy en estado de ruina e invadida por la vegetación, fue construida en el siglo XVII y pertenece a un estilo gótico tardío. Fue aquí en 1978 donde Miguel Delibes se inspiro para escribir su novela El disputado voto del Señor Cayo.
Valdelateja
Este maravilloso enclave es donde el Rudrón se une el Ebro y donde prolifera un bosque de ribera con tilos, sauces, chopos, sabinas, robles, hayas…laderas y páramos
Ojo Guareña
A menos de una hora por carretera, en plena comarca de Las Merindades se encuentra Ojo Guareña, un monumento natural que es el mayor complejo kárstico de España (y uno de los diez del planeta). Una impresionante cavidad formada por 18 cuevas y más de cien kilómetros de galerías distribuidas en seis pisos superpuestos. La cueva Palomera y la cueva de San Bernabé permiten visitas guiadas. Más información…