Toledo, conocida como la ciudad imperial o la ciudad de las tres culturas, también fue capital del reino visigodo. Un fascinante periodo de la historia de España que hoy os proponemos en la ruta visigoda de y que nos llevará a un pasado repleto de restos artísticos monumentales, aventuras arqueológicas y misterios por descubrir.
Toledo, punto de inicio de esta ruta dista once kilómetros de su primer destino Guarrazar. La ruta continúa por Orgaz y Arisgitas hasta llegar a la iglesia de Santa María de Melque. Visitarla es transportarse casi de manera inmediata a ese periodo misterioso y desconocido que fue la antigüedad tardía.
A principios de febrero los días empiezan a alargarse y la temperatura es agradable, no tan extrema como los meses de verano, por lo que los días soleados de ese mes serán perfectos para realizar estas agradables visitas durante toda la jornada.
Tabla de contenidos
El reino visigodo de Toledo
Para empezar esta ruta visigoda, primero hay que conocer quienes fueron este pueblo, una rama de los pueblos godos que a su vez pertenecen a los pueblos germánicos orientales.
los visigodos entraron en la península en 427 al mando de Teodorico I con el encargo de someter a otros pueblos germánicos a cambio de tierras. Arrinconaron a los suevos en Galleacia, acabaron con los alanos y obligaron a los vándalos a trasladarse a África. Tras su derrota en la batalla de Vouillé (507) contra los francos, penetraron con toda su población a través de los Pirineos, en la península ibérica y crearon el Reino Visigodo de Toledo.
Museo de Los Concilios y la Cultura visigoda
Para sumergirnos en ese periodo de historia, lo mejor es visitar la referencia visigoda más importante de la ciudad de Toledo, el Museo de los Concilios y la cultura visigoda.
El Museo se encuentra en pleno centro monumental, en la Iglesia de San Román de Toledo.
Esta edificación mudéjar de gran belleza, ya merecería por ello misma ser digna de una visita, pero es que además, bajo sus pinturas murales se despliega todo un universo de hallazgos arqueológicos de más de 15 siglos de antigüedad.
Aquí encontraremos toda una colección de capiteles, frisos, pilastras y vitrinas llenas de piezas de orfebrería espectacular. En una de ellas se encuentran las réplicas del tesoro de Guarrazar. Los originales se encuentran en el Museo Cluny de París y el Museo Arqueológico de Madrid.
El museo cierra los lunes y la entrada es gratuita.
Guarrazar
Saliendo de Toledo por debajo de una autovía y tras un desvío nos adentramos en los campos solitarios manchegos llegaremos a Guarrazar.
El lugar asombra por su excepcionalidad ya que en él surge un fenómeno natural bastante infrecuente en la zona: un manantial permanente que brota incluso en periodos de sequía. Poco a poco el lugar se convirtió en un lugar de peregrinación de aquellos que buscaban la sanación del cuerpo por medio del agua.
Su situación, a poca distancia de la capital, fué motivo que quedara bajo protección real.
El yacimiento de Guarrazar
Las excavaciones de los últimos años, están sacando a la luz entre los campos de olivares, los restos de un palacio-monasterio, un hospital y una iglesia. El recinto arqueológico pertenece al término municipal de Guadamur, donde se ubica su imponente castillo del siglo XV, un centro de interpretación y un museo sobre el yacimiento.
En este templo estarían expuestas las coronas votivas que forman parte del tesoro más importante de toda la Edad Media Europea.
Unas maravillas de la orfebrería que fueron escondidas en su día ante el temor de una invasión musulmana descubiertas en 1858 de manera accidental. En este templo estarían expuestas las coronas votivas que forman parte del tesoro más importante de toda la Edad Media Europea.
Unas maravillas de la orfebrería que fueron escondidas en su día ante el temor de una invasión musulmana descubiertas en 1858 de manera accidental.
El yacimiento es un activo centro de talleres relacionados con la arqueología, pero también con la naturaleza y las artes plásticas. Las visitas al yacimiento son guiadas y en ellas nos explican a través de los vestigios, restos arquitectónicos, crónicas medievales y un gran trabajo científico los misterios de un pasado desconocido.
El Castillo de Orgaz
Continuando nuestra ruta llegaremos a Orgaz, atraídos entre otros motivos por el interés de su castillo, los recuerdos de Conde y Calderón de la Barca y las pinturas de El Greco, el cual inmortalizó el entierro de un tal conde en su “ El entierro del conde de Orgaz”.
El Castillo de Orgaz, de finales del siglo XIV se visita los fines de semana. 925317685
San Pedro de la Mata
Continuamos nuestra ruta visigoda hacia la iglesia visigoda de San Pedro de la Mata en la misma pedanía de Casalgordo. Este trayecto se puede incluir en una ruta circular a pie de 17 kilómetros que parte de Casalgordo.
Los restos de San Pedro de la Mata se encuentran al borde de la carretera, como si surgieran de la misma roca, ya que el sitio en el que fue erigida es un afloramiento rocoso, una laja lisa, lo que permita que no tenga cimientos, y que añade un carácter temporal al conjunto.
La iglesia es un templo cruciforme construido en época del rey Wanda. Situado a menos de dos jornadas de Toledo y cerca de la vía que conducía a Córdoba, podía ser una iglesia situada en un inmenso latifundio propiedad de algún noble visigodo. En él se incluiría el recinto de Los Hitos.
Para visitar los Hitos debemos ir a Arisgotas y seguir un par de kilómetros. Estos dos recintos arqueológicos, Los Hitos y San Pedro de la Mata se pueden visitar por libre.
Arisgotas
Los Hitos
En Arisgotas encontraremos un recinto arqueológico que nos permitirá vislumbrar el modo de vida de la aristocracia visigoda. Es posible que en sus orígenes este recinto fuese un pabellón de caza de algún noble o incluso de un rey y que luego fuese utilizado como panteón. Con el tiempo se le añadió una iglesia y otras dependencias y más tarde se convirtió en aldea visigoda y luego en una alquería musulmana.
En nuestra ruta visigoda hay que detenerse en el pequeño pueblo en cuyas calles, además de su Museo de Arte Visigodo de Arisgotas, podemos admirar relieves de esta época encastrados en las fachadas de las casas.
Santa María de Melque
El colofón de esta ruta visigoda por tierras de Toledo nos lo dará la Iglesia de Santa María de Melque.
En clavada en un paraje solitario, la arquitectura de este templo nos habla del mundo romano pero también de soluciones técnicas innovadoras. La iglesia, que fue el centro de una importante comunidad monástica, debió fortificarse en algún momento como respuesta defensiva de un lugar fronterizo en una época convulsa.
Su interior está en consonancia con el exterior. Parece que hemos viajado en el tiempo, lejos de este mundo actual.
La iglesia cierra los lunes. Anexo a ella se encuentra un Centro de Interpretación.
Castillo de Montalbán
El imponente por su gran tamaño y elevados muros, Castillo de Montalbán -627 562921- fue en su día alcazaba musulmana y posteriormente castillo templario.
Hoy se visita acompañado de un guía que nos cuenta sus entresijos. Como que una leyenda cuenta que un túnel unía la Iglesia de Santa María de Melque con el castillo medieval, uno de los mayores del sur del Tajo.
El castillo se encuentra asomado a un cortado vertical de cien metros sobre el río Torcón.
