En esta ocasión vamos a visitar el bosque de Muniellos. Para eso nos dirigimos a la llamada Puerta de Asturias, el suroccidente asturiano, en los cursos altos de los ríos Narcea e Ibias. Entre los montes de Muniellos, Valdebois y La Viliella discurre el río Tablizas, afluente del río Narcea, en el interior de un valle fascinante, el de Muniellos.
Pasear por esta catedral de la naturaleza es una experiencia difícil de olvidar, porque además de alguna colmena aquí se dice que habitan seres fascinantes como las hadas (xanas), serpientes enormes (cuélbres) y trasnos (trasgu) que hacen travesuras a los caminates que lo visitan.
Ficción o realidad, lo que sí es este bosque hoy en día es algo excepcional, con un aspecto formidable y virginal. Nada hace sospechar que la madera y fauna de este bosque fueron explotadas hasta el año 1970. Prueba de ello son las pistas para la saca de madera que aún podemos ver y que antaño se utilizaban para llevar la madera a los astilleros asturianos y gallegos. Esa misma madera que también era utilizada para la fabricación de traviesas de ferrocarril y que aún se ven en las inmediaciones del río Tablizas.
Actualmente el bosque luce regenerado y salvado de un fin anunciado allá por los años 60, gracias quizás al interés de los conservacionistas y a las excepcionales condiciones naturales del mismo.
La Reserva Natural Integral se encuentra en plena conjunción de valles y revueltas entre Cangas de Narcea e Ibeas. Con aproximadamente 5600 hectáreas (56 kilómetros de extensión), es el mayor robledal de la Península Ibérica y probablemente de Europa y por ello está considerado joya del patrimonio forestal europeo.
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El bosque de Muniellos
Muniellos es un bosque de cuento. Fresco, denso, con olor a hojas y humedad. Esto hace que proliferen líquenes y musgos que tapizan robles centenarios de cerca de 10 metros de diámetro. Aquí reina el silencio, solo roto por el sonido del agua de los regatos y de los animales que lo habitan. Entre ellos destacan el corzos y rebecos, martas, osos pardos, lobos y urogallos.
También las truchas que pueblan sus ríos y que lo convirtieron antes de ser reserva en un excelente lugar de pesca. Algo que se dice que ha comprobado el famoso escritor estadounidense Ernest Hemingway.
Urogallo, uno de los animales más emblemáticos que se refugian en el bosque.
Este impresionante bosque de roble albar, el mejor conservado de Europa, está salpicado también de hayas y abedules lo que le confiere una variedad cromática increíble durante el otoño. Por ello, probablemente esta sea la mejor época del año para visitarlo, desde finales de octubre a mediados de noviembre, aunque también en abril y mayo. No obstante el invierno es la mejor época para observar la fauna.
Con el objetivo de preservar el ecosistema, la visita a Muniellos está restringida a 20 personas al día como máximo, por lo que hay que solicitar con mucha antelación el permiso de entrada. Los trámites para reservar entrada al bosque se realizan en el teléfono y también on line en la página web del principado de Asturias.
Rutas por el bosque de Muniellos
La AS-15 comunica con Cangas de Narcea, principal población del concejo. Para llegar hasta Muniellos en Ventanueva hay que seguir por la AS-21 hasta Moal, donde se toma la desviación a Tablizas, el área de recepción de la reserva.
El recorrido más transitado del bosque es un recorrido circular que discurre por este bosque y que lleva a sus cuatro lagunas glaciares; La Isla, La Honda, La Grande, y La Peña.
El sendero parte de Tablizas y lleva bordeando el valle de la Candanosa, hasta la fuente de Fonculebrera, donde se encuentra el famoso “roblón”, un ejemplar de roble de unos siete metros de diámetro y muchos más de alto.
La primera laguna glaciar está situada a unos 1400 metros de altura es llamada así porque presenta un pequeño islote central. A ella se llega a través del itinerario circular de unas 7 horas. Un itinerario duro, por su longitud e irregularidad del terreno.
A la segunda laguna, La Honda se llega siguiendo un difícil camino ascendente un poco más adelante. Esta laguna es aún si cabe más bella que la anterior.
A la tercera, La Grande, se llega por un sendero apenas dibujado. Desde la cuarta, La Peña, se inicia el descenso hacia el punto de partida por un camino que discurre paralelo al río Muniellos.
Cangas de Narcea y sus alrdedores
No puedes abandonar la zona sin acercarte a Cangas del Narcea, el concejo de mayor superficie de la comunidad autónoma del Principado de Asturias y uno de los mayores de España. Limita al norte con Allande y Tineo, al oeste con Ibias (al que se accede por el Puerto del Connio y por el Pozo de las Mujeres Muertas y el Alto de Valvaler), al sur con Degaña (al que se accede por el Puerto del Rañadoiro) y el municipio leonés de Laciana (al que se accede por el Puerto de Leitariegos), y por el este con Somiedo.
Pasear por Cangas de Narcea es un placer. Con una arquitectura típica de montaña, sin olvidarnos de llegar a Vega de Regos para admirar la Iglesia de San Juan y el Palacio de Muriellas.
En Moal hay que ver la talla medieval de San Julián que se custodia en la capilla de San Juliano y en Xendré, la Iglesia de Santa María.
En la zona alta del valle asoma Monasterio de Hermo, con su iglesia románica, notables casas solariegas y el bosque que lo rodea.