En esta ruta talayónica descubriremo una maravilla patrimonial que, y nunca mejor dicho, nos dejará de piedra. Pues esta isla concentra unos 1500 monumentos prehistóricos, lo que la convierte en uno de los yacimientos arqueológicos más densos del mundo.
Cuando los romanos desembarcaron en Menorca, se encontraron unas mesas de piedra enormes, diez veces mayores que ningún altar que antes hubiesen visto. También enormes barcas pétreas para navegar al más allá. Y torres, infinidad de torres.
Monumentos prehistóricos de la ruta talayónica, todos ellos los pueblos que por aquí pasaron a lo largo de la historia (cartagineses, romanos, vándalos, musulmanes …) y posteriormente (aragoneses, ingleses, franceses…) preservaron.
Torres troncocónicas que servían para vigilar y defender el territorio llamadas talayots. Navetas, construcciones que semejan barcas colocadas bocabajo y usadas generalmente con uso funerario, para navegar al más allá. Y taulas, inmensos bloques de piedra en forma de T, que presidían santuarios.
Visitarlos todos ellos nos llevaría años, por lo que si queremos hacernos una idea, lo mejor es visitar los más representativos, recorriendo la isla de este a oeste, desde la capital Maó a Ciudadella.
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Monumentos en el inicio del camino de Maó a Ciudadella
Iniciando la ruta en Maó, a solo dos kilómetros en dirección a Sant Lluis se encuentra el poblado de Trepucó, uno de los mayores de Menorca.
Aquí pueden admirarse dos talayots erigidos entre los años 1000 y 700 a.C. También restos de viviendas del 650-123 a.C. y una enorme taula con una piedra soporte de 4,20 metros y otra encima de 3,65 que se suponen del año 850-450 a.C.
En Sant Lluís merece la pena visitar el talayot de Sa Pedrera Des Pujols. Talayot ubicado a 6,5 kilómetros al sur de Maó, en Torrent (Sant Lluís). Está sin señalizar. Es el menos interesante de la ruta, sin embargo vale la pena la visita por la amplía vista que se alcanza desde su cima y por el restaurante homónimo que se encuentra justo al lado y que es considerado uno de los mejores de la isla.
Cerca de Maó se encuentra también pero camino hacia Alaior, el poblado de Talatí de Dalt. Este yacimiento se encuentra a cuatro kilómetros de la capital con acceso señalizado yendo por la carretera Maó-Ciudatella (Me-1).
Completamente integrado en el entorno, aquí se encuentra la taula más singular de la isla. Una cercana columna probablemente caída de forma accidental se apoya en la parte lateral de la T central semejando una taula plegable.
Unos cuantos kilómetros más adelante se encuentran las Navetas de Rafael Rubí. El acceso a las mismas se encuentra indicado en el kilómetro 6,800 de la carretera Maó-Ciudatella (Me-1). Estas navetas son dos construcciones funerarias colectivas con una losa perforada de acceso a la cámara interior que está dividida en dos niveles. Los retos humanos encontrados en una de ellas son del año 900 a.C.
Monumentos de la ruta talayonica en el entorno de Alaior
En el entorno de Alaior se encuentran tres yacimientos de suma importancia. Estos son:
Torralba D´en Salort
Poblado señalizado a 3 kilómetros al sureste de Alaior junto a la carretera que lleva a la cala En Porter.
Este poblado alberga uno de los recintos de taula más bellos, monumentales y mejor conservados de la isla. Parece como si los sacerdotes de la diosa púnica Tanit hubiesen oficiado su ceremonia ayer y no hace 2000 a.C.
Torre Llisa Vell
Taula escondida en un recinto circular de piedra seca a 6 kilómetros al sureste de Alaior, lo que la convierte en la taula más misteriosa y fotografiada.
Aunque su acceso está sin señalizar, se va por la carretera de Alaior a cala. En Porter y 2,5 kilómetros después de pasar el poblado de Torralba, se dobla a la derecha por el camí de´s Ablagai y luego por el siguiente a la izquierda.
Torre D´En Galmés
Es otro yacimiento fundamental, pues es el poblado prehistórico más grande de la isla, con unos 66.000 metros cuadrados. Dispone de un centro de interpretación.
Levantado sobre una colina, desde donde se divisa buena parte de la costa sur de Menorca y la vecina Mallorca en los días más claros.
Consta de tres talayots, un recinto de taula, un sistema de recogida de aguas pluviales, 27 casa circulares compartimentadas con paredes radiales y tres salas hipóstilas que quizás servían de establos o almacenes.
Se llega por la carretera que va de Alaior a la playa de Son Bou. Está bien indicado. A 5 kilómetros de la primera población.
Monumentos antes de llegar a Ciudadella
Naveta Des Tudons
Es el mayor tesoro de Menorca, su monumento más emblemático e imagen más icónica, incluso más que sus maravillosas calas.
Situado a 5 kilómetros de Ciutadella, junto a la carretera que viene de Maó (Me-1), es el edificio íntegramente conservado más antiguo de Europa, ya que data del 1200 a.C. por lo que es 800 años más viejo que el Partenón.
Es una tumba colectiva, excavada y restaurada a mediados del siglo XX. En ella se encontraron los restos de un centenar de individuos y sus ajuares funerarios: brazaletes y armas de bronce, botones de hueso etc.
Monumentos de la ruta talayónica tras pasar Ciudadella
Para completar la ruta talayónica solo hay que hacer dos visitas más.
Sont Catlar el único poblado con una gran muralla ciclópeaun kilómetro de longitud y dos metros de anchura -a 7,5 kilómetros al sur de Ciudadella.
Se encuentra al sur, por el camí de Sant Joan de missa para, después de 4 kilómetros desviarse a la derecha por la carretera que lleva a las playas de Son Saura.
Cala Morell es una impresionante necrópolis rupestre a 9 kilómetros de Ciudadella, junto a la urbanización del mismo nombre.
Consta de 14 cuevas excavadas en la pared de un barranco que forman uno de los mayores y más espectaculares cementerios prehistóricos de la isla.
Algunas de estas cavidades de esta necrópolis usada entre 1700 a.C. al siglo II d.C. son sencillas, pero otras son grandes panteones rupestres con portal, patio, espacios diferenciados con escalones y columnas e incluso adornadas con motivos arquitectónicos clásicos esculpidos sobre las fachadas.
Otros lugares de interés en la Isla de Menorca
No debemos perdernos el Castillo de Sant Nicolau de Ciudadella que defendía la entrada del puerto y ahora es visitable.
Y como no podía ser de otra forma, Menorca es una isla y como tal nos ofrece espectaculares playas y calas de arena blanca y fina y agua azul hielo. La cala Trebalúger o la cala Macarellena son algunos ejemplos de lo que nos encontramos, rodeadas de fragantes pinares y cantiles calcareos.
De hecho, la cala Macarella, de solo 50 metros de longitud es considerada por muchos como la más bella de España. Situada a 12 kilómetros de Ciudadella hacia sant Joan de missa y luego hacia la playa de Macarella, desde donde se accede caminando cinco minutos por los acantilados de la derecha.