La villa termal de Guitiriz atrae a quienes buscan bienestar en un entorno natural privilegiado. Una excelente opción para disfrutar de la zona es el Iberik Gran Balneario de Guitiriz & Golf, donde nos alojamos una semana en diciembre, justo antes de las vacaciones navideñas (concretamente del domingo 8 al lunes 16 de diciembre de 2024). A continuación os vamos a contar cómo fue nuestra experiencia.
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Un hotel que roza la perfección
El Iberik Gran Balneario es un hotel de cuatro estrellas renovado en 2019. En el exterior conserva el encanto de la construcción original, pero con un diseño interior moderno y minimalista. La amplitud de las habitaciones, los suelos de madera y la decoración cuidada hacen que te sientas como en casa. Nos alojamos en la habitación 105, adaptada para personas con movilidad reducida, lo que aportaba aún más espacio. Otros huéspedes también destacaron la comodidad del hotel. La limpieza diaria y el trato del personal hicieron la experiencia aún mejor.
El balneario: relajación en estado puro
El balneario, conectado al hotel por una pasarela de cristal, es uno de sus puntos fuertes. Ideal para los días fríos, puedes acceder a él sin salir al exterior. Hay que decir que las aguas del balneario no son termales, sino mineromedicinales. Por eso no solo son buenas para el baño sino que también se beben ofreciendo múltiples beneficios para la salud. Es cierto que el agua no alcanza altas temperaturas, ya que debe ser calentada, y los chorros se activan de forma remota. Sin embargo, la piscina rodeada de bosque es espectacular y ofrece un ambiente de paz y naturaleza inigualable.
Gastronomía local: un festín para los sentidos
El restaurante del hotel ofrece un buffet variado, con especial atención a los productos locales. También funciona a la carta. En el desayuno, puedes disfrutar de fruta variada, bollería, tostadas y lácteos, como quesos gallegos San Simón, Arzúa Ulloa o Tetilla. En ocasiones sirven la famosa Torta de Millo. El pan, típico de Lugo, es excelente. El almuerzo incluye platos tradicionales como el cocido gallego, elaborado con deliciosos productos típicos de la zona (lacón, cacheira, grelos…). También destacan las cremas, como la de setas, cuyo sabor sorprende. Aunque el café podría mejorar, la experiencia gastronómica en general es muy satisfactoria, quizás demasiado para mantener la línea.
Actividades y entorno natural del balneario de Guitiriz
Durante nuestra estancia, asistimos a un taller gastronómico impartido por el encargado de restauración del hotel, una experiencia muy interesante que que incluyo en el post de los quesos gallegos. También exploramos el bosque del balneario, dentro de las instalaciones del hotel. Una extensión enorme, dado que incluye un campo de golf del hotel, además de la fuente de San Juan y una pequeña mezquita. Además los alrededores de Guitiriz ofrecen numerosas actividades de naturaleza, como rutas de senderismo y ferias de productos locales, donde se unen la riqueza natural y cultural de la zona. Una opción perfecta para desconectar y disfrutar.