La comarca de Los Ancares es extensa (1.048 km2). Sin embargo está poco poblada (algo más de 11.000 habitantes). Sus seis municipios son: Navia de Suarna, Baralla, Cervantes, As Nogais, Pedrafita de Cebreiro y Becerreá, la principal villa existente. Una elemental red urbana se completa con núcleos de carretera –As Nogais, Pedrafita y Baralla– y con la recogida Pobra de Navia, al amparo de su bello puente.
La Sierra de Ancares
La Sierra de Ancares es un espacio protegido situado en el extremo noroeste de la provincia de León y en la parte más oriental de la provincia de Lugo. En 2006 fue declarada Reserva de la Biosfera por la Unesco.
Su territorio está formado principalmente por los valles de los ríos que bajan de las cumbres hacia la cuenca,. El del río Sil en El Bierzo, en la ladera oriental, y el río Navia en la provincia de Lugo, en la ladera occidental de la sierra.
A esta corriente fluvial afluyen innumerables ríos y arroyos desde las altas montañas circundantes. Un valle abierto hacia tierras asturianas y cerradas por un círculo montañoso casi continuo que, topográficamente, lo aísla del resto de Galicia.
Aislamiento y arquitectura tradicional
Esto ha generado que hasta hace relativamente poco, muchas aldeas permanecieron totalmente aisladas conservando unas costumbres ancestrales y una arquitectura tradicional. Esta arquitectura heredera de la cultura castreña, considerada como la más antigua de todo el noroeste peninsular y una de las más antiguas de Europa.
Su ejemplo más destacable son las cónicas pallozas, un tipo de vivienda rural y circular con techo de paja, que aún se conserva en pueblos como O Cebrero, Piornedo, Balouta, Balboa, Campo del Agua o Chano.
Atractivos
La belleza y calidad del espacio natural y la peculiar arquitectura popular, han hecho de estas montañas un centro de atracción. Aquí la tradición rivaliza en interés con la belleza del paisaje, las rutas de senderismo, los caminos de escalada, bosques, desfiladeros y picos elevados que componen un entorno único de gran valor ecológico.
Además, por aquí entraba el Camino de Santiago Francés y en O Cebreiro se mantiene revitalizado el singular poblado originario, uno de los enclaves más significativos de Galicia.