Las tierras de la comarca de O Baixo Miño son llamadas así porque son las que baña el río Miño en el tramo final de su curso, antes de desembocar en el océano Atlántico. Comprende los municipios de A Guarda, O Rosal, Oia, Tomiño y Tui.
El Miño es el gran río gallego que baja por las tierras gallegas como es representado en la bandera de Galicia. Separa España de Portugal por 300 metros de orilla a orilla. Por eso por las noches, además de la luz de la luna, refleja las luces de las dos ciudades fronterizas. Un puente internacional une la capital del Baixo Miño, Tui con la población portuguesa de Valença do Minho. En medio de un espacio natural muy interesante, por contener un estuario de gran riqueza ecológica por la variedad y cantidad de aves que invernan en este lugar.
Historia y patrimonio
O Baixo Miño, en su totalidad, se distingue como un territorio impregnado de la presencia humana a lo largo de los tiempos. Con evidencia de restos paleolíticos que datan de más de 200.000 años, este espacio ha sido testigo de diversos momentos culturales que dejaron una rica huella arqueológica. Entre los vestigios destacan herramientas paleolíticas, túmulos, petroglifos, y poblados castrexos, marcando de manera significativa las distintas etapas de la humanización de la región.
La presencia de castros confirma la existencia de poblados en constante crecimiento desde los siglos VII-VI a. C. hasta la romanización en el siglo I a. C. Ejemplo de ellos son el castro de Santa Tegra en el Monte Tecla.
La era romana perdurará durante cinco siglos, seguida por el período germánico desde el siglo V hasta el VIII, momento en que se inicia la Edad Media. Desde entonces, la sede episcopal de Tui y los monasterios medievales, especialmente el de Oia a partir del siglo XII, se erigen como dos destacados señoríos eclesiásticos con gran influencia en la comarca, limitando el poder de los señoríos laicos, como el de Tebra. Tomiño se vincula a los monasterios de Barrantes y Santa María.
La época Moderna está marcada por conflictos continuos con Portugal, que luchó por su independencia a lo largo del siglo XVII, configurando definitivamente el territorio como fronterizo. Las numerosas fortificaciones presentes en todo el territorio son testamento de esta intensa actividad bélica. La creación del sistema municipal y judicial en el siglo XIX dio lugar a la formación de los actuales ayuntamientos en O Baixo Miño, consolidando a Tui como sede de la administración civil y judicial y estableciéndola como núcleo principal de la comarca.
No debes abandonar el Baixo Miño sin probar….
Los espectaculares vinos de la D.O. Rías Baixas, ya que la cultura del vino en la comarca de O Baixo Miño viene de lejos. Aunque ya tenemos referencias en la época romana parece que fueron los monjes del monasterio de Oia los que extendieron el cultivo de la vid en estas tierras.
Esta es la zona más cálida de la D.O Rías Baixas y en donde se cultivan las vides en terrazas fluviales. Las altas temperaturas de la zona propician una excelente maduración da uva, lo que le confiere al vino un elevado contenido en azúcar y una acidez menor que en otras zonas situadas más al norte.
En el Baixo Miño se producen dos variedades de vino: el Albariño, un monovarietal de aroma afrutado y envolvente, elaborado únicamente con uvas del mismo nombre. El Rosal, obtenido de la mezcla de uvas albariñas, loureira e caíño branco, lo que le da una gran personalidad.
Las mayores extensiones de estos viñedos se encuentran en Tomiño y en el Rosal, trazando un hermoso recorrido que forma parte da Ruta del Vino Rías Baixas, que combina paisaxe, arte e gastronomía.
Los espectaculares vinos blancos de O Rosal maridan a la perfección con una no menos espectacular lamprea. Para ello debes visitar la comarca de O Baixo Miño en los tres primeros meses del año, que es cuando este pez de boca succionadora y forma de serpiente viene a desovar al río. Los cocineros de esta comarca -además de en la zona de Arbo, en la comarca de A Paradanta- suelen prepararla guisándola en su propia sangre. Pero también se consume ahumada el resto del año, compartiendo protagonismo con la angula y la anguila, que junto al salmón y el sábalo son otros manjares que no te deberías perder en esta zona,
Los manjares de las distintas fiestas gastronómicas que tienen lugar en A Guarda, como la fiesta de la langosta, a principios de julio, o la del pez espada el último fin de semana del mismo mes, o la de la angula que tiene lugar en abril en Tui.
Y conocer…
Los molinos do Folón e O Picón. El Monasterio de Santa María La Real de Oia o la Catedral de Tui. Son todos ellos lugares que no te puedes perder en tu visita a esta comarca de la provincia de Pontevedra.
