En busca del sorprendente nacimiento del río Pitarque

Algo que llama poderosamente la atención del rio Pitarque es donde nace. Este afluente del Guadalope, no lo hace en los Pirineos ni en la Cordillera Cantábrica, sino que, nace formando fabulosas cascadas y cristalinas pozas, en un cañón del árido Maestrazgo turolense. Eso lo convierte en algo único.

Las aguas del río Pitarque descienden por un profundo cañón generado por la erosión durante años y que van a parar al rio Guadalope, para después acabar en el Ebro en su camino hacia el mar. En su transcurso la roca caliza de los cortados parece licuarse bajo su propio peso como por arte de magia.

En primavera y otoño, después de las intensas lluvias el agua brota en cantidad, por lo que es el momento ideal para visitarlo.

El itinerario que lleva al nacimiento del río Pitarque es una de las excursiones imprescindibles en la provincia de Teruel. Nosotros realizaremos la ruta a pie hasta el nacimiento, la cual se complementa con otra en coche por desfiladeros y bellos pueblos al borde de los precipicios.

Pitarque se encuentra a 126 kilómetros al noreste de Teruel, por la N-430 hacia Montalbán y luego por la N-211 hacia Alcañiz, para luego desviarse a Ejulve y seguir la carretera de Cantavieja (A-1702). También se puede acortar el camino yendo por Aliaga pero si lo haces así te perderás los Órganos de Montoro.

Pasando por los Órganos de Montoro

En nuestro camino hacia su nacimiento, tres kilómetros antes del desvío a Pitarque viniendo por la carretera A-1702 desde Ejulve, pasamos por los Órganos de Montoro.

El nombre de estos estratos calcáreos del Cretácico Superior deriva por una parte de la imaginación popular, que han visto en estas altas paredes que semejan cuchillos puntiagudos, los tubos de enormes órganos. El resto del nombre, deriva de estar situados en las proximidades de Montoro de Mezquita.
Desde su mirador, se contemplan a placer estas agujas pétreas de hasta 200 metros de altura, resultado de la erosión diferencial de estratos planos casi verticales, de roca caliza. Hay paneles interpretativos y una pequeña zona acondicionada como merendero.

De camino hacia el pueblo de Pitarque

Después de rebasar el mirador de los Órganos, el itinerario se vuelve aún más espectacular si cabe.
Tras unas cuantas vueltas y tras pasar por un túnel excavado en la roca, descendemos rápidamente a las profundidades del río Pitarque. Este es un paraje agreste.
En la parte más baja, junto al río se encuentra un hostal histórico, el hostal de La Trucha, que en su día albergó la primera fábrica de papel moneda de España. Un kilómetro y medio más adelante se encuentra el pueblecito de Pitarque.

Ruta hacia el nacimiento del río Pitarque

Desde el pueblo seguiremos la ruta que conduce hasta los ojos donde aflora el río del mismo nombre, en el fondo de un abrupto cañón de roca caliza. Es una ruta lineal de 4,5 kilómetros y unas 3 horas de duración, incluida la vuelta por el mismo camino, perfectamente señalizada con paneles informativos y letreros. El itinerario no tiene dificultad, salvo los últimos metros, equipados con peldaños y asideros metálicos.

El sendero trascurre primero por bancales abandonados por un valle abierto hasta la ermita de la Virgen de la Peña. Luego se adentra en un gran cañón formado por las montañas calizas de Peñarrubia y la Peña de La Virgen, donde sobrevuelan los buitres leonados.
Aquí, el contraste cromático es espectacular. Por un lado, arriba los tonos anaranjados de la piedra caliza y en el fondo, el verde esmeralda del río, discurriendo entre el bosque de olmos, avellanos, sauces y otra vegetación de ribera.

El maravilloso nacimiento del rio

El sendero aunque llano se torna cada vez más estrecho y boscosos. Llega un momento en que el cañón estrangula el cauce del río y para proseguir hay que seguir hay que cruzar un pequeño puente de cemento y luego continuar hasta pasar bajo una gran bóveda pétrea y por fin llegamos a nuestro maravilloso destino.
Y es que es ver para creer, porque más bien parece que estamos en una isla tropical y no en la provincia de Teruel. Pegada a la pared del cañón hay una chimenea de roca por la que el agua brota de las entrañas del monte y cae en cascada. Tras superar unos escalones rocosos nos asomamos a la gruta donde nace el Pitarque. Un lugar espectacular donde zambullirse, en la gran poza que se forma debajo.

Camino de vuelta al pueblo de Pitarque y lugares de interés

Volviendo al pueblo por el mismo camino y luego es hora de continuar nuestro trayecto en coche. Por la carretera A-1702 bordeamos los precipicios y pueblos de casas colgadas como Villarluengo y Cañada de Benatanduz hasta llegar a Cantavieja.

Al este de Cantavieja se encuentra Iglesuela del Cid y al norte Mirambel, una preciosa villa que ya hace más de 30 años recibió el Premio Europa Nostra la restauración del patrimonio arquitectónico.

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