En Las Merindades existe un bello rincón de verdes prados y rocas calizas, el Valle del Mena. Hundido entre las crestas montañosas de los Montes de Ordunte, por el norte y los Montes de la Peña, por el sur, este lugar alberga numerables tesoros arquitectónicos y naturales. Ejemplo de ellos son dos iglesias románicas excepcionales. También el nacimiento de un río, el Castilla y una calzada romana.
Villasana de Mena, capital del valle, se encuentra a 111 kilómetros de Burgos, en el medio de estos dos crestas que albergan picos superiores a los 1100 metros de altitud.
El viaje se inicia por la N-627 hasta Sotopalacios. Pasada esta localidad es la CL-629 la que enlaza Burgos con Bilbao. Se alcanza Villasana 45 kilómetros antes de llegar a Bilbao.
Salvo el invierno, cualquier estación es estupenda para recorrer el valle, aunque si se quiere explorar el curso del Cadagua o disfrutar de la cascada de Peñaladros es mejor esperar a la época de lluvias, pues los acuíferos cargados de agua lucen más espectaculares.
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Historia del Valle del Mena
La especial configuración orográfica del valle lo convirtió desde tiempos inmemorables en el corredor natural por el que transitaron durante siglos los que querían llegara desde la meseta interior a las costas cantábricas a escasos 20 kilómetros en línea recta.
Primero fueron los romanos, que unieron por el fondo de este cuenco las mansiones de Herrera de Pisuerga y Castrourdiales. Luego cuando los foramontanos penetraron hacia aquí hacia el interior mientras la Reconquista empujaba hacia el sur el mundo musulmán.
Una sencilla lápida en la localidad de Taranco recuerda la ubicación del monasterio entre cuyas paredes el abad Vítulo escribió el 15 de septiembre del año 800 el documento más antiguo que se conocen el que parece la palabra Castilla, una realidad política que iba tomando forma.
Más tarde fueron las corrientes migratorias que en el siglo XX, generadas por un éxodo del rural burgalés a la industrializada ciudad de Bilbao.
Y sus atractivos arquitectónicos y naturales
Calzada romana
En los alrededores de la localidad de Irús, una de las mejor conservadas de toda la provincia de Burgos, encontramos los restos de la calzada de Mena. Un camino de piedras desgastadas pero sólido, forman el camino por el que transitaron romanos y demás habitantes de la villa hasta que se construyó la carretera y este tramo de historia cayó en el olvido.
Casi escondidos por la vegetación del camino, hay que ir a pie a la iglesia de esta localidad y encontrar el sendero de piedra que pasa por detrás de la iglesia pero por delante del cementerio que comunica esta localidad con la de Arceo a unos 5 kilómetros.
Iglesias Románicas
Más visibles están dos joyas románicas del valle, las iglesias de Santa María, en Siones y San Lorenzo, en Vallejo de Mena. Están a solo dos kilómetros una de la otra.
La singular iglesia de San Lorenzo, de estilo románico burgalés, es una iglesia de una sola nave y tres portadas. Tiene un curioso ábside del que destacan sus haces de columnas y un dosel de arcos ciegos de influencia lombarda. Destaca su enigmática galería de arcos abierta sobre la portada sur que se relaciona con el paso de peregrinos hacia Santiago por el ramal secundario del Camino del Norte. Los peregrinos que llegaban acosados por la enfermedad y veían imposible continuar la peregrinación hasta Santiago, recibían en la Puerta del Perdón el jubileo.
En la pequeña Iglesia de Santa María, destaca el tímpano románico que con una insólita representación de Jesús con la cruz a cuestas, rodeado de soldados. En la orla exterior se encuentra el sepulcro vacío, guardianes dormidos, un ángel y las tres Marías.
El Nacimiento del río Cadagua
Muy cerca pero en dirección opuesta se encuentra otro tesoro, en este caso natural. El nacimiento del río Cadagua, uno de los más importantes del Nervión, es en realidad como se denomina al conjunto de cavidades por las que aflora el curso subterráneo de este río, tras brotar de forma estruendosa por la cueva de la Cencerrona. La parte más accesible se localiza a pocos metros de la localidad de Cadagua.
Desde su nacimiento el río recorre unos 70 kilómetros. Un buen plan es recorrer el camino que parte detrás de la iglesia por la parte de atrás y luego descender, recorriendo un pequeño tramo del sendero GR 85 que atraviesa el valle en un par de horas. Desde el recóndito, húmedo y sombrío nacimiento hasta la iglesia de Siones, en un recorrido circular.
Otros atractivos naturales
Aquí son muchos y muy variados los entornos naturales que le han valido la inclusión dentro de la red Natura 2000. Entre ellos destaca el valle de Angulo, un pequeño apéndice orográfico en la frontera con el País Vasco que atesora una de las mayores joyas paisajísticas de Mena, la cascada de Peñaladros.
También la cascada de San Miguel, cuyas aguas se desploman desde más de 200 metros de altura sobre el valle de Angulo. El acceso hasta este salto de agua del río San Miguel se localiza justo tras sobrepasar la localidad de Cozuela. Un cartel indica la pista de cemento que a pie o en coche lleva en unos 700 metros ante la cascada, escondida tras la vegetación circundante y que rebosa agua en la época de lluvias.
Otros atractivos del Valle del Mena
Villasana de Mena
Del entramado histórico de la localidad, tejido entre los siglos XIV y XVI destacan la calle del Medio y los edificios de la Casa Fuelle, el palacio Sancho Ortiz de Matienzo, la Torre de los Velasco, el Convento de Santa Ana y la plaza de Santa Ana, corazón y mercado de la antigua villa medieval. Otras tramas medievales de interés en el valle son las de Irús, Arceo, Concejero, Vallejo, Caniego, Vivanco o Lezama.
Embalse de Orduente
Es una de las principales reservas de agua de la ciudad de Bilbao. Como enclave natural destaca por la presencia de una rica avifauna. Puede rodearse andando completamente por caminos de tierra (10 kilómetros).
Santuario de Cantonad
Visitar el lugar donde se rinde culto a la patrona de todo el valle permite, si la frecuente nubosidad lo permite, gozar de unas espléndidas vistas. Con la ayuda de un mapa es posible identificar algunos de los lugares más significativos del valle.
Torres Fuerte
Entre los siglos XIV y XV surgió en el valle una pequeña colección de torres fuerte, como las de Lezana, Villasana o Maltranilla. Era la manera con la que los diferentes linajes nobiliarios proclamaban el poder que ejercían sobre aldeas y posesiones.
