El fascinante hayedo de Grevolosa y su entorno

El hayedo de Grevolosa es un bosque fascinante que se encuentra en el valle del Ges, en Sant Pere de Torelló, a unos 90 kilómetros al norte de Barcelona en el prepirineo catalán.

El hayedo es un sobrecogedor y monumental lugar ideal para disfrutar de inolvidables excursiones con la familia, sobre todo en otoño, que es cuando el bosque se llena de boletos bajo un espectacular manto cromático de rojos, dorados y ocres. Por eso, el momento para visitarlo además del otoño, con permiso de la primavera, que es cuando el hayedo goza de todo su verde esplendor.

Si vas por carretera la mejor opción es seguir la C-17 en dirección a Vic y luego conectar con laC-37. Desde el interior de la península, la mejor forma de llegar es ir hacia Lleida siguiendo la AP-2 y la A2 hasta Cervera, para luego tomar la C-25 hasta Vic. Más información… 

Sant Peré de Torelló y su hayedo

El hayedo de Grevolosa es, además de un idílico bosque de hayas y acebos que le dan nombre (ya que acebo en catalán es grèvol), un bosque de robles, tilos, pinos rojos y encinas, lo que lo convierten en uno de los mayores espacios de interés natural de Cataluña.

Algunas de las hayas del bosque han sido declaradas y protegidas como árboles monumentales. Algunas de ellas alcanzan alturas de hasta 30 metros de altura y más de un metro de diámetro.

Está situado al sur de la famosa cima del Puigsacalm (1515 m.), en el macizo de Collsacabra, en el corazón de las sierras de Milany-Santa Magdalena y Puigsacalm-Bellmunt y Savassona, en un valle de la sierra dels Llancers, entre las sierras de Curull, San Miguel y Cabrera.
El hayedo de Grevolosa pertenece al municipio de Sant Peré de Torelló, y aunque la mayor parte del municipio está compuesto de bosques, arboledas y pastos, también tiene otros atractivos, como la iglesia parroquial de estilo neoclásico.

Los senderos y entorno del hayedo de Grevolosa

Al bosque es un lugar recóndito al que solo se puede acceder desde el norte por la collada de Bracons desde la población de Joanetes viniendo de Sant Andreu de la Vola o por el sur siguiendo el curso del torrente de la Grevolosa, por un bucólico sendero repleto de avellanos hasta llegar a la ermita de Sant Nazarí. La ermita, del siglo XIV es un precioso paraje es un lugar ideal para pasar una tarde de picnic en familia, rodeados de centenarios y enormes robles.

Siguiendo una ascensión constante, aunque apta para todas las edades, unos 300 metros más arriba nos adentramos en el corazón del bosque, donde las hayas cobren todo el protagonismo, alzándose majestuosas sobre sus fuertes raíces repletas de un manto de hojas dando lugar al escenario más bucólico imaginable. Entre ellas sobresale en el centro del bosque junto al arroyo un haya enorme, de unos seis metros de contorno y unos cuarenta de altura, probablemente con tres siglos de vida, la más vieja del lugar.
Debido al tamaño de los árboles y a su situación en un estrecho valle, el bosque se usa algunos años como auditorio, y en otoño, generalmente a finales de octubre, se celebra un concierto de música de cobla a cargo de la cobla orquesta Principal de la Bisbal, al que asisten varios centenares de personas.

Los alrededores del hayedo de Grevolosa

El Santuario de Bellmunt

Situado a unos 1250 metros de altitud, el santuario de Bellmunt, el cual nos ofrece una de las mejores panorámicas de la zona. Desde lo alto del Turó de Sa Reganyada la panorámica es abrumadora. El Canigó, el macizo de Montseny enmarcando la plana de Vic, Pedraforca y Montserrat.

Santa María de Besora

En el valle de Bisaura se encuentra Santa María de Besora, un pequeño municipio de montaña del valle de Bisaura y abrazado a la ribera del río Ter.

Parque del Castillo de Montesquiu

En el extremo norte de la comarca de Osona se encuentra El Parque Natural del Castillo de Montesquiu. Una auténtica joya de más de 545 hectáreas rodeando un castillo. Originariamente este castillo era una torre vigía del siglo IX. Hoy en día ofrece visitas teatralizadas. Las maldiciones del castillo de Montesquiu es un espectáculo que transcurre por sus dependencias, en busca de fantasmas y espectros.

El salto del Mir

por último, situado a los pies de la sierra de Bellmunt, las aguas del torrente de la Foradara se deslizan por una roca de 35 metros de altura generando un espectacular salto de agua, el salto del Mir.

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