En el Valle del Jiloca, en la provincia de Zaragoza y equidistante de Teruel y la capital aragonesa, existe una bonita ciudad medieval. Esa ciudad se llama Daroca. Muy cerca de allí se encuentra una ruta que lleva al maravilloso pueblo del Anento. Este pueblo estuvo a punto de desaparecer por despoblación allá por los años 70, cuando solo vivía en él un pastor. Más información…
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La Ciudad medieval de Daroca
Daroca es una ciudad que mantiene intacto el reflejo de su pasado. Esto se refleja el esplendor medieval en sus torreones, templos, castillos, portales de acceso o casonas centenarias. Un pasado donde la monumentalidad románica de sus murallas y palacios nos revelan el cruce de caminos entre culturas y religiones, del cristianismo de Castilla con el Islam del mundo musulmán.
El conjunto histórico es presidido por los restos de un castillo medieval y cerrado por una muralla de más de cuatro kilómetros que despunta en numerosas torres defensivas. Desde el alto de ellas se tiene una panorámica espectacular de la ciudad.
…sus monumentos
Un paseo por sus calles nos lleva a su Puerta Baja . Por ella accedemos a la Calle Mayor y a un conjunto de escalinatas y estrechas callejuelas donde en su día vivieron judíos, musulmanes y cristianos. Los restos que aquí encontramos narran un pasado a la vez convulso y heroico.
Quizás la edificación más lujosa sea la Colegiata románica de Santa María, que da cabida a la capilla con el relicario de los Sagrados Corporales. Debido a la gran cantidad de peregrinos y fieles que aquí se daban cita, sobre todo en el día de la Procesión del corpus, la basílica tuvo que ser ampliada. Ese día se recuerda el milagro eucarístico ocurrido durante la Reconquista cristiana. El paño en que fueron envueltas seis formas sagradas apareció manchado de sangre.
Además de la anterior son Iglesias destacadas son la se San Juan, Santo Domingo –junto al Museo de historia y Artes- o la de San Miguel Arcángel.
Otros pequeños rincones de interés son el pozo de San Vicente, el Portal de Valencia y la Puerta Alta. También la fuente de los 20 caños, una fuente del siglo XVII que como dice su nombre, tiene 20 caños con rostros que escupen agua. Alarde de la riqueza de la villa está situada junto a la monumental Puerta Baja de Daroca.
También destaca el palacio gótico de los Luna, La Casa del Diablo, la piedra legendaria del Ruejo o la ermita de Nazaret.
…y sus maravillosos dulces
En Daroca, postres, pasteles y dulces tienen fama de deliciosos. El Museo de la Pastelería de Manuel Segura es una visita inexcusable para todo foodie que se precie. En esta pastelería cuyo origen se remonta al año 1874, se pueden degustar algunos sin más límites que tus niveles de azúcar.
Consta además de un museo dedicado a la repostería: chocolate, caramelos, turrones, pasteles y también miel y cera. Más información…
El Anento, uno de los pueblos más bonitos de España
El pueblo de Anento, a pesar de ser nombrado uno de los pueblos más bonitos de España, estuvo al borde de la despoblación. El tesón de sus nuevos vecinos y el turismo relax han conseguido revitalizarlo. Hoy en día, este pueblo que forma parte de la red de Los pueblos más bonitos de España y cuenta con más de cien habitantes censados. Lugar embajador de la filosofía slow, aquí se dejan caer muchos de los amantes del mundo rural que quieren disfrutar de su monte y de su cielo.
…y sus tesoros
Dentro de este entorno excepcional encontramos varios tesoros; En el interior de la Iglesia románica de San Blas de Anento se encuentra el retablo mayor, uno de los mejores ejemplos del gótico que se conserva en la corona de Aragón. Es obra del pintor Blasco de Grañén del siglo XV. Hay que ver también la portada y las pinturas murales de vivos colores situada en la bóveda del ábside simulando una vidriera. En las nueve calles de tres alturas en que está dividido muestra escenas bíblicas y de santos como las de Santo Tomás Becket, mártir de la iglesia católica y anglicana.
Otro de sus tesoros de esta tierra es el castillo y el torreón de San Cristobal. Porque Anento tuvo mucho antes que la fortaleza medieval del castillo un torreón celtíbero. Sus sillares están situados hoy en día junto a unas parideras en la plataforma superior del barranco. Desde esa ubicación se vigilaba hace 22 siglos el valle y las vías de comunicación.
el monte que llora
Además destacan las casas de color tierra y azulete y las cárcavas arcillosas del propio pueblo de Daroca merece la pena la excursión al Aguallueve.
Hay que destacar que en este paraje húmedo dominan el agua, el musgo y la roca. Aquí podrás disfrutar de una hora y media de caminata de ida y vuelta a través de un barranco con selvática vegetación.
Un manantial alimenta una balsa de color esmeralda de un agua cristalina y pura que se desliza entre el musgo y la grutas que no te puedes perder.
