La ciudad de Lugo se encuentra enclavada a orillas del río Miño, en el interior de la provincia del mismo nombre. Lugo es la capital de provincia gallega en la que la civilización romana dejó una huella más importante, como su puente romano o sus termas.
Sin embargo, el máximo exponente del legado romano en la ciudad es su muralla. La singularidad de esta fortificación milenaria y su buen estado de conservación le han permitido convertirse en la única muralla romana declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Construida entre el siglo III d. C. y principios del siglo IV en la que entonces se denominaba Lucus Augusti, esta característica construcción pétrea ha conseguido sobrevivir al paso de los siglos.
Hoy en día, la muralla continúa siendo el elemento arquitectónico que define de manera decisiva el aspecto de la ciudad, marcando los límites del casco histórico y el ensanche. Intramuros, la ciudad conserva tranquillas calles peatonales, amplias plazas y espacios ajardinados, donde sobresalen edificios como la Catedral, el Palacio Arzobispal y el Ayuntamiento.
Además de su patrimonio arquitectónico, su casco antiguo alberga también algunos de los mejores restaurantes de Galicia. En ellos es posible saborear lo mejor de su afamada gastronomía lucense: carnes de vacuno, lacón con grelos (carne de cerdo con verdura típica), quesos de tetilla y un amplio surtido de pescados y mariscos frescos. Todo ello encuentra un perfecto maridaje en los excelentes vinos que se producen al sur de la provincia, amparados por la Denominación de Origen Ribeira Sacra. Más información…
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La ciudad intramuros de Lugo
Una buena manera de conocer la urbe es, precisamente, subiendo a esta imponente construcción, de unos 10 metros de altura, y paseando por los 2.266 metros que posee su perímetro. Desde esta posición se puede admirar el casco histórico de su interior. Más información…
Las puertas de la muralla
Cualquiera de las diez puertas de la muralla permite acceder a un entramado urbano de tranquilas calles peatonales flanqueadas por sobrios edificios de granito.
Algunas de las más emblemáticas son la puerta del Carmen, o Porta Miñá, utilizada tradicionalmente por los peregrinos que se dirigían hacia Santiago de Compostela. La puerta Nova, la de San Pedro o la de Santiago, construida en el siglo XVIII y que permite acceder directamente a la Catedral de Lugo. Más información…
Plazas y otras edificaciones de interés
La Plaza Mayor es uno de los centros del vivir urbano, presidida por el llamativo Palacio Municipal. La plaza, en fin, es un buen lugar desde donde decidir entrar o salir cuantas veces se desee del animado entramado de calles y plazas de la zona vieja, algunas con acogedores soportales, entre las que destaca la Praza do Campo.
Las plazas de Santo Domingo y de España son dos puntos cardinales del centro. En ésta última se alza la magnífica fachada barroca del Ayuntamiento, que data de 1738. Anexa a la misma se encuentra la torre del reloj, del XIX, si bien el primitivo edificio fue levantado por Pedro de Artiaga en el siglo XVI.
Junto al consistorio, comparten protagonismo en esta plaza ajardinada los cafés más elegantes de la ciudad y lujosas edificaciones, como el modernista Círculo de las Artes.
La Catedral
Otra monumental construcción del casco antiguo lucense es la Catedral, templo románico-gótico que se comenzó a edificar en el s. XII y cuyas obras se prolongaron durante más de un siglo.
Tras su construcción se le sumaron obras posteriores que dotaron la edificación de remates de gran belleza. Una de ellas es la de su fachada neoclásica, conocida como puerta de Santiago.
El Palacio Episcopal y la porticada plaza do Campo
En la misma plaza del recinto catedralicio, otro edificio de renombre viene a completar este espacio arquitectónico ecléctico, el Palacio (Pazo) Episcopal. Este edificio barroco data del siglo XVIII y se alza sobre el antiguo emplazamiento de la torre de los Condes de Lemos.
Multitud de vías comerciales y populosas se extienden en torno a la porticada praza do Campo, que en otras épocas fue foro romano y mercado medieval.
El Museo Provincial de Lugo
Muy cerca se alza la iglesia de San Pedro, bello ejemplo de arquitectura medieval. Pertenecía al que fuera convento de San Francisco, hoy ocupado por las instalaciones del Museo Provincial, uno de los más importantes de la provincia lucense.
Lugares para degustar
“Y para comer, Lugo”. Así reza el famoso lema de la ciudad, cuyo casco antiguo da cobijo a algunos de los mejores restaurantes de la capital.
Pero antes, nada mejor que pasear por las estrechas y empedradas calles de la Cruz, Rúa Nova y aledañas. Una auténtica ruta del tapeo con paradas en los numerosos bares y tabernas típicas que invitan a disfrutar de los generosos aperitivos que acompañan a cada consumición.
La ciudad extramuros
Fuera ya del recinto amurallado, la ciudad se expande de forma radial a partir de la ronda de la Muralla, que circunda la ciudad vieja.
El parque de Rosalía de Castro
De ella parten vías tan importantes como la comercial avenida de A Coruña y se extienden amplias zonas verdes como el parque de Rosalía de Castro que, con su estanque y su arboleda, se convierte en lugar idóneo para pasear y descansar. El parque alberga un variado número de especies arbóreas, además de una escultura de la escritora gallega.
El balneario y termas de Lugo
Desde el mirador del parque se obtiene una amplia panorámica del valle del Miño, donde se encuentra el balneario de Lugo, famoso por sus aguas termales. Las termas romanas de Lugo, declaradas Bien de Interés Cultural, ya fueron explotadas por los romanos, quienes descubrieron en sus aguas diversas propiedades terapéuticas.