Vertiginosos acantilados donde los faros ponen un punto de luz. Playas vírgenes e infinitas dunas blancas, donde sentir el sonido del agua en absoluta soledad. Bosques verdes sumidos en brumas en medio de una naturaleza salvaje y agreste. Esto es parte de lo que encontrarás si decides recorrer el Camino de los Faros en A Costa da Morte. Un camino bordeando una costa donde, como su nombre indica, un batido mar ha tragado muchos barcos y marineros y donde reina el percebe, rey absoluto de su gastronomía. Un cirrípedo marisco con un mayúsculo SABOR A MAR.
Si estos atractivos te han convencido y decides hacer el Camino de los Faros o alguna de sus etapas, lo mejor es ir desde finales de primavera a principios de otoño. En verano, aunque puedes alternar la caminata con baños en las increíbles playas de su costa, puede que haga demasiado calor.
Si no quieres hacer el recorrido por libre puedes sumarte a algunas de las escapadas de fin de semana que organizan la asociación O Camino dos Faros entre marzo y junio, en las que se abordan alguna de las ocho etapas del camino.
Nosotros hicimos las ocho etapas por libre y a nuestro aire, pues queríamos saborear cada una de ellas. En este post os hacemos un pequeño resumen, aunque también os iremos contando detalles de cada uno de los lugares por los que pasamos en sucesivos post. Es tan maravilloso que no hay tiempo que perder. Comencemos!!!
Tabla de contenidos
El Camino de los Faros
Origen del Camino
Fue en 2012 cuando los fundadores de la asociación sin ánimo de lucro, O Camiño dos Faros, seis “trasnos” y sus dos perros, comenzaron a desbrozar y señalizar un camino. Un camino fascinante que de alguna forma u otra dinamizaría lugares apenas visitados hasta el momento.
Hoy en día, este camino de subidas y bajadas, entre acantilados, playas y bosques, está a punto de convertirse en un sendero de Gran Recorrido.
Es cierto que no hace falta ser un atleta pare recorrerlo, de hecho nosotros no lo somos, pero sí que hay que tener una cierta buena forma física y planificarlo en función de nuestras circunstancias particulares.
De hecho, nosotros tuvimos problemas para encontrar un alojamiento en alguna de las etapas, porque la infraestructura hostelera de los destinos de alguna de sus etapas es escasa. Más nos hubiese valido tener de mano el teléfono de un taxi para que nos llevase a una población cercana a dormir y volvernos a traer a la mañana siguiente…, pero fuimos a la aventura, con todas sus consecuencias. No obstante, os recomendamos no hacer lo mismo, porque en alguna etapa pagamos como un cuatro estrellas alguna alquiler vacacional de alguna casa rural que en realidad, por los servicios que tenía, sinceramente no lo merecía.
Planificando el Camino
El camino delos Faros transcurre por tres comarcas; Bergantiños, Terra de Soneira y Finisterre. Es la llamada, Costa da Morte.
Para poder planificar el Camino cuentas con mucha información en la web de la asociación.
La asociación ha dado “vida” a Trasky, uno de los duendes de la mitología gallega, que ha dejado marcadas sus huellas verdes para guiarte a lo largo del camino. Unos 200 kilómetros contempla las ocho etapas en las que se divide el trayecto de Malpica a Finisterre. Un recorrido con pocos tramos fáciles, sin grandes cumbres pero exigentes y en ocasiones por caminitos de vértigo, pero donde podrás disfrutar de un paisaje que no parece de este mundo. Bueno del de hoy…quizás sí del de hace millones de años, cuando la tierra virgen no sentía todavía el devastador efecto de la mano humana.
Las ocho etapas del Camino de los Faros
Primera etapa: Malpica-Niñóns
La ruta parte del pueblo de Malpica. 22 kilómetros donde nos encontraremos playas, como la Praia de Area Maior, a la salida del pueblo de Malpica, la playa de Seaia, la playa de Beo, la de Seiruga…, donde tendremos que descalzarnos y subirnos los pantalones hasta la rodilla para cruzar el pequeño río y la de Barizo.
Casi al final de la etapa tras pasar el Monte Nariga, llegamos al primero de los faros, en Faro de Punta Nariga, diseñado en 1995 por el arquitecto Cesar Portela y donde destaca la escultura de el Atlante de Manuel Coia, un morracense que conocí en su casa del pueblo de Nerga.
Desde allí hasta el final de etapa recorremos las Penas do Rubio por un tramo algo complicado hasta la Enseada do Lago, para finalizar en la Playa de Niñóns.
Segunda etapa: Niñóns-Ponteceso
Esta etapa de 26 kilómetros nos lleva por una sucesión de acantilados, ensenadas y playas solitarias. Primero la playa de Morro, luego Niño do Corvo hasta llegar al Puerto de Santa Mariña.
Bordeando los montes de Mean y la Arbosa llegaremos a la playa de Barda, uno de los puntos más emblemáticos de esta segunda etapa que termina en el espléndido estuario del río Anllóns.
Antes, la senda de os percebeiros por el duro pero espectacular tramo de la costa Tremosa. Pasando la arcaica aldea del Roncudo por sus acantilados, famosos por sus percebes , donde el Faro Roncudo, rodeado de cruces blancas recuerdan a tantos percebeiros que perdieron la vida entre sus afiladas rocas.
Ya en Corme, el interior de la Ría de Corme-Laxe el paisaje cambia, con el Monte da Facha y toda la desembocadura del Río Anllóns y las dunas de A Barra hasta llegar a Ponteceso.
Tercera etapa: Ponteceso-Laxe
Ya en Ponteceso, esta tercera etapa se inicia en el Estuario do Anllóns. En estos casi 26 kilómetros visitaremos construcciones ancestrales del como el Castro de Borneiro y el dolmen de Dombate –catedral del megalítico de Galicia- y alcanzaremos la parte más alta del camino de los Faros a 312 metros, en el Monte Castelo de Lourido.
Aquí también destacan las furnas y hermosas playas como la Rebordelo, que se suceden en la espectacular costa de Cabana. Desde a Punta do Cabalo llegaremos a Laxe, a través de su playa donde finaliza la etapa.
Cuarta etapa: Laxe-Arou
La cuarta etapa es la más sencilla del camino, apenas 18 kilómetros. Parte de la gran playa de Laxe.
Después de recorrer el Monte da Insua y el Faro de Laxe subimos al Peñón de Soesto. desde ahí podemos divisar la surfera playa de Soesto y luego recorreremos casi tres kilómetros de arenal virgen de la playa de Traba , con su laguna repleta de vida natural hasta llegar a Camelle después de recorrer un tramo espectacular de rocas y pasar por la colorida playa de los cristales.
En Camelle podemos visitar el Museo de Man y el de las palilleras de Camelle dedicado al encaje de bolillos antes de llegar a Arou. Man, cuyo nombre era Manfred Gnadinger fue un artista alemán que consagro su vida a modelar todo lo que traían las olas a la costa de Camelle, donde construyó su hogar en una especie de cabaña. El desastre del Prestige arruinó su obra y parece ser que lo mató de pena.
Quinta etapa: Arou-Camariñas
Este tramo transita por el corazón de O Camiño dos Faros y de A Costa da Morte. Una costa abrupta, virgen, salvaje.
El pequeño Porto de Santa Mariña nos da acceso a la ensenada de Trece.
Aquí existe la duna rampante más grande de Galicia y al Cementerio de los Ingleses, donde se recuerda a los tripulantes del Serpent. Este navío inglés que encalló en 1890 frente a la punta do boi .Solo sobrevivieron 3 de sus 175 tripulantes.
A raíz de os numerosos naufragios de la zona la prensa británica bautizó esta costa como la Death Coast-Costa de la Muerte o en gallego A Costa da Morte-, nombre con la que la conocemos hoy en día. Sin embargo parece ser que su nombre ya le vía de antes, pues en esta costa, lo que muere cada día, ya era el sol.
Desde allí por un tramo muy cómodo llegamos al Faro Vilán, punto clave de este camino que adentra en el mar sobre un promontorio rocoso de 100 metros de altura. El faro cuenta con una zona de exposiciones, un centro de interpretación de naufragios e incluso un café en la antigua casa de los fareros.
El final de etapa recorre todo el Arco do Vilán hasta Camariñas.
Sexta etapa: Camariñas-Muxía
Este es el tramo más largo del camino, ya que son unos 32 kilómetros de trayecto. Un poco extenuante, cuando has recorrido ya más de 125 kilómetros de las etapas previas, aunque sea un trayecto casi plano.
En esta etapa recorreremos toda la Ría de Camariñas, con unos paisajes menos agrestes. Pasaremos por bonitas aldeas y tranquilos arenales de la desembocadura del Río Grande y por playas como la incomparable playa do Lago.
Casi ya en Muxía, donde el Camino de los Faros se cruza con el Camino de Santiago, llegaremos al Santuario da Virxe da Barca después del ascenso al Monte Corpiño. Unas diez horas de etapa antes de finalizar en la playa do Coido.
Séptima etapa: Muxía-Nemiña
Esta etapa de unos 25 kilómetros nos lleva por la agreste y casi inaccesible costa de Muxía, donde se encuentra el espectacular parador de Muxía. Nos hubiese gustado pasar una noche en él, ojalá en otra ocasión.
Nos espera un tramo de ruta muy duro que se suaviza una vez llegamos a la Playa de Moreira hasta el Faro Touriñan. Aquí se encuentra el punto más occidental de la península ibérica.
A continuación de encuentra el punto y final de esta etapa, la espectacular Playa de Nemiña. Aquí nos tomamos una merecida estrella galicia con unas vistas insuperables, mientras esperábamos a que nos vinieran a buscar para llevarnos a Fontequeiroso, donde pasaríamos la noche.
Octava etapa: Nemiña-Finisterre
Solo nos quedan unos 26 kilómetros para acabar este maravilloso recorrido por los faros de a Costa da Morte. Un camino de gran diversidad y belleza paisajística que se repite una y otra vez con sus singularidades. Iniciamos este tramo bordeando la ría de la Ría de Lires y luego siguiendo la costa donde se van sucediendo una serie de playas y acantilados hasta llegar a Fisterra o Finisterre, donde destacamos la gran la playa de Rostro y el castro marítimo sin excavar de Castromiñán.
Y llegamos al faro de Fisterra, Finisterrae, el fin del mundo, según los romanos y el colofón perfecto de esta singular e irrepetible ruta de los Faros.
Por último…
Atrás hemos dejado impetuosos faros como Nariga, Vilán, Finisterra….Playas como la de Traba, Rostro, Lago, Lires, Nemiña…salvajes, solitarias, de una virginidad absoluta. Montes y miradores sobre el mar con panorámicas fascinantes sobre A Costa da Morte como Monte do facho, Punta Buitra, Monte Branco o Monte Lourido.
Por el camino hemos encontrado paraísos ornitológicos, como el estuario del Anllóns o la ría de Lires. Y retazos de historia como el Dólmen de Dombate o el Castro Borneiro.
Hemos visitado visitado pueblos y aldeas encantadoras, con hermosos puertos pesqueros como el percebeiro Corme. Acudido a las subastas de pescados y mariscos como las que por la tarde de lunes a viernes se celebran en Malpica, Laxe o Fisterra. Y hemos rendido nuestros respeto en los cementerios donde fueron enterrados muchos marineros que perecieron jugándose la vida en estas peligrosas aguas, como el de los Ingleses.
También hemos recordado el desastre del Prestige, no solo en Muxía, con su monumento de A Ferida, sino en todas y cada una de las rocas que aún conservan el horrible e imborrable chapapote, que persiste casi veinte años después de la tragedia. esa que un gallego no podrá nunca olvidar aunque algunos hayan perdonado.
Por todo eso, no podemos dejar un camino tan repleto de belleza tan solo para recordar. Así que iremos desgranando de forma más detallado en distintos post que iremos añadiendo e cada una de las etapas que aquí os hemos resumido. De momento solo podemos animaros a descubrirlas por vosotros mismos, porque realmente todas ellas son maravillosas.
