Boicarent es una población valenciana de origen árabe, situada en la comarca del valle de Albaida entre Xátiva, Alcoi y Villena.

Sus casas parecen asomarse desde lo alto de la mole rocosa en la que se agrupan, en la mitad del cañón del río Clariano.
El pueblo ha tenido siempre una estrecha relación con la roca, algo que podemos comprobar recorriendo tanto sus calles como alrededores. También subiendo a sus famosas cuevas-ventana.

Aunque cualquier época del año es buena para visitar este lugar, la primavera y el verano son las estaciones más agradables para práctica el senderismo. Además, en verano es una cita obligada Las Danzas, que se celebran en agosto. Sin embargo en invierno, concretamente en febrero se celebran las fiestas grandes de Moros y cristianos.

Boicarent queda a 95 kilómetros de distancia de Valencia. Más información… 

Visitando la ciudad

Lo primero que nos llama la atención al llegar a Boicarent son sus edificaciones estrechas e irregulares adaptadas a la orografía natural del terreno. Por un lado de la plaza podemos contar con seis o siete plantas, mientras que por otra solo alcanzan dos o tres.

El ayuntamiento de la Boicarent, adornado de guirnaldas, como si estuviese de fiesta, es un buen punto de partida a las distintas rutas por la localidad.

La población conserva aún muchos elementos de su origen musulmán. Sus calles de trazado laberíntico están llenas de recovecos y callejones sin salida llamados atzucacs. Las subidas en vez de ramplas tienen escaleras talladas en la roca, lo que facilitan el tránsito de los vecinos y de los burros tan utilizados por los lugareños para distintas tareas.

Más fácil o al menos con menos esfuerzo te sería descubrir Boicarent desde el aire. La empresa Tot Gobo, organiza vuelos en globo (190€) para contemplar el entorno de Boicarent.

Fuentes y manantiales

La abundancia de manantiales fue decisiva para el asentamiento de la población. En todo el casco urbano proliferaron fuentes diseñadas de forma parecidas debido a los usos a los que eran dedicadas. Por un lado, para abastecer las necesidades de la población y regar los huertos urbanos.
Por otro, para abastecer a la industria textil, que precisa de agua pare el tintado de la lana, y que aún hoy conserva la elaboración de las famosas mantas que le dieron fama.
Si como foodies, prefieres llevarte otro recuerdo más acorde a tus intereses, en la tienda gourmet Mercacentro, situada frente al Mercado, podemos encontrar los dos productos tradicionales de la localidad: el herbero (licor de hierbas) y la salsa pericana, entre otros.

El Casco Antiguo

El casco histórico de Boicarent está declarado conjunto histórico. En cada rincón del barrio medieval-de calles estrechas y escalonadas, plazoletas, portales, fuentes y casas apiñadas- se percibe la belleza que atesora la parte más antigua de esta bonita localidad de valencia.

Paseando por el casco antiguo descubriremos alguna que otra tradición. Una de ellas es la de pintar los vanos de puertas y ventanas de color azul añil para alejar a las brujas y espíritus malignos.

De su patrimonio destacan monumentos imponentes como la iglesia parroquial, que en su día fue levantada sobre el castillo árabe. También destaca por su singularidad la Plaza de Toros, al estar tallada en la roca viva y ser la más antigua de la Comunidad Valenciana. El precio para entrar es de 3€, aunque existe un bono de 5€ para visitar los principales lugares de Boicarent a precio reducido

Otras visitas imprescindibles en Boicarnet

Boicarent tiene tantos rincones e historia que lo mejor es conocerlo con un guía. Una de las empresas que organizan estas visitas, muchas de ellas temáticas, es La Sária.

Covetes dels Moros

Uno de los mayores atractivos de la ciudad es Las Covetes dels Moros, excavadas en una de las paredes del cañón que ha formado el río a 300 metros del núcleo urbano.

Las Covetes dels Moros son las más complejas, mejor conservadas y más famosas de las llamadas cuevas-ventana que se encuentran en el entorno. Las cuevas-ventana, que en su día servían de almacén, se abren al vacío a varias decenas de metros del suelo. Para acceder a ellas era necesario el uso de escalas de soga, lo que permitía evitar cualquier tipo de asalto. Aunque en un principio las distintas cámaras de la cueva eran departamentos estancos, hoy se encuentran interconectadas entre sí. Por eso, la visita a ellas es toda una aventura en la que tendremos que trepar , reptar y valernos de nuestra agilidad para poder avanzar.

Para visitar la cueva es necesario realizar una reserva previa en la caseta de información instalada al comienzo del sendero. La entrada cuesta 3€.

Covetes del Colomer y rutas de los alrededores

Más accesibles son las Covetes del Colomer, un grupo de cuevas-ventana situadas junto al puente de Darrere la Via-el más antiguo de Boicarent- y que acoge el Centro de Interpretación de les Covetes dels Moros. Precio 2€.

Desde aquí parten diferentes recorridos, como la ruta Mágica o el sendero del Barranco dels Taronjers, más largo y con cierta dificultad y que nos lleva al Pou Clar, el nacimiento del río Clariano. Allí disfrutaremos de un espectacular paisaje de pozas de aguas transparentes y lecho de roca blanca.

Cava de Sant Blai

Nuestra última visita nos lleva a conocer un poco más otro aspecto relacionado con la actividad de la localidad, la industria relacionada con el comercio de la nieve y el hielo.
La Cava de Sant Blai, un norme nevero de once metros de profundidad y casi ocho de diámetro excavado directamente en la roca, ubicado en el mismo núcleo urbano de Boicarent. En este y otros neveros se acumulaba la nieve del invierno que luego se vendía transformada en hielo en Valencia y en los pueblos de alrededor. La entrada cuesta 3€.

Senderos de la Sierra Mariola

El parque natural es un tesoro de la botánica silvestre, pues cuenta con más de 1400 plantas catalogadas, entre las que destacan las aromáticas.

También guarda una nutrida red de senderos que dan cuenta del aprovechamiento humano de sus recursos a lo largo de la historia.
Sus caminos conducen a espacios singulares como el nacimiento del rio Vinalopó o el pico de Montcabrer, la cima del espacio protegido a 1390 metros de altura. En estos momentos se conservan además varios pozos de nieve visitables.

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