Las marismas del Odiel son el tesoro acuático de Huelva después de Doñana, su pulmón y mayor atractivo.
La unión de las aguas saladas del mar y las dulces de las confluencias de las desembocaduras de dos ríos, el Tinto y el Odiel en la llamada punta del Sebo, junto a la influencia de las mareas han dado lugar a las marismas del Odiel. Un colorido humedal realmente espectacular.
Recorrer este lugar en bicicleta o andando es realmente un placer. Su pasado minero inglés y la gesta de Colón están presentes durante el trayecto. También algún vestigio del pasado, ya que esta fue la ribera de Tartessos, reino de Argantonio, primera civilización de occidente. Aunque de ellos apenas nos quede nada.
El paseo de la Ría se encuentra a un kilómetro (diez minutos a pie) de la plaza de las Monjas, el corazón histórico de Huelva.
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Un paseo a pie o en bici desde el muelle de rio Tinto a las marismas del Odiel
Las Marismas del Odiel son el segundo humedal más importante del litoral andaluz, con más de 7000 hectáreas entre islas, canales y lagunas. Aquí habitan más de 300 especies de aves; espátulas, garzas…
En el año 2016 se hizo un esfuerzo de regeneración de la ciudad de Huelva, abriéndose un paseo de unos cinco kilómetros por donde antes solo las grises industrias y el puerto, donde se inicia. Aquí se encuentra el antiguo muelle-embarcadero de mineral. Una construcción de hierro acostada sobre el Odiel a la que acuden los onubenses a correr o a disfrutar de las puestas de sol.
El Muelle del Tinto
Aunque la construcción se encuentra sobre el río Odiel, a este lugar se le llamar el muelle del Tinto. El nombre hace alusión a que este era el kilométrico descargadero usado durante un siglo por los trenes de la empresa inglesa Rio Tinto Company Limited que venían de Río Tinto cargados de las famosas minas de cobre procedentes del norte de la provincia.
Un trayecto que hoy recorre un tren turístico que nos permite visitar las minas de Riotinto y al que le dedicamos una Visita a las rojas minas de Riotinto.
Antiguamente por la plataforma superior circulaban los trenes de minerales y por la inferior los de mercancías Hoy en día esta pieza de arqueología industrial es la principal atracción monumental de la donde podemos pasar por ambas plataformas y hacer bonitas panorámicas sobre la ría.
Monumento a la Fe Descubridora
Tras un paseo de aproximadamente un kilómetros, acondicionado con jardines, pérgolas y quioscos, se inicia un carril bici de unos tres kilómetros que discurre parcialmente sobre el agua hasta la punta del Sebo, donde concluye el paseo.
Aquí se encuentra el monumento a la Fe descubridora, una escultura de unos 37 metros de altura que representa a un hombre encapuchado que abraza una cruz mientras dirige su mirada hacia América. En su pedestal hay diversos bajo relieves que representan las culturas azteca, inca, maya y cristiana.
Hay distintas interpretaciones de a quién representa esa figura. Unos dicen que al mismísimo Cristóbal Colón. Otros sostienen que a un monje del cercano monasterio de La Rábida.
Visita a la otra orilla del rio Tinto
Al otro lado del paseo, en la otra orilla del rio Tinto se encuentra el Muelle de las Carabelas y el Monasterio de la Rábida.
Muelle de las Carabelas
El muelle de las Carabelas es llamado así porque aquí se encuentran réplicas exactas de la Pinta, la Niña y la Santa María, que pueden incluso visitarse por dentro. En este parque temático también hay un museo donde se proyecta un audiovisual sobre el descubrimiento de América y se exhiben piezas de arte precolombino. En verano hay un programa de animación y talleres.
Monasterio de la Rábida
El Monasterio de la Rábida es un convento franciscano situado en Palos de la Frontera, cuyos monjes intervinieron en los prolegómenos de la gesta colombina.
Aquí, ante la imagen de alabastro de Nuestra Señora de los Milagros, rezó Cristóbal Colón antes de iniciar su gesta.
Del conjunto destaca la iglesia gótico-mudéjar, las estancias coloridas decoradas con frescos sobre la gesta de Daniel Vázquez Díaz, el claustro y el museo.
Palos de la Frontera
A unos cuatro kilómetros del Monasterio de la Rábida se encuentra el puerto de Palos de la Frontera.
De Palos de la Frontera eran los sesenta de los noventa marineros, incluidos los hermanos Pinzón, que partieron de este puerto con dirección a las Américas. Y también de aquí está enterrado Martín Alonso Pinzón, que murió a los pocos días del regreso del primer viaje.
En este lugar aún se encuentra la Fontanilla, donde las naos se aprovisionaron de agua y la casa de Martín Alonso Pinzón.
Excursión por el margen derecho del Odiel
Para explorar este lugar hay dos opciones. Una de ellas, la terrestre es pedaleando por el carril bici que sale de la ciudad por el antiguo puente Sifón o también hacerlo en coche. Puedes alquilar una bici en Tracketea
La otra opción es hacerlo en canoa, atravesando las marismas. Hay varios barcos al día (solo en verano) que salen del muelle de Levante y efectúan la travesía hasta Punta Umbría en 45 minutos- 605 800023-, atravesando las marismas por el canal de Burrillo.
Si seguimos la primera de las opciones, la terrestre, nada más cruzar la ría nos desviaremos a la izquierda por una pequeña carretera que va saltando de islita en islita; Calatilla, Bacuda, Saltés…y así una tras otra.
Bordeando montañas de sal marina y flamencos se llega a nuestra siguiente parada.
El Centro de Visitantes Anastasio Senra
El Centro de Visitantes Anastasio Senra, está situado en el kilómetro 2,5 de la carretera que atraviesa el paraje natural de las marismas de Odiel, en la margen derecha del Odiel. En su entorno inmediato existen varias sendas señalizadas y observatorios.
A continuación se encuentra la playa del Espigón, de unos seis kilómetros. Luego desaparece entre el océano. Sin embargo aún podemos recorrer unos cinco kilómetros sobre el Dique de Contención Príncipe Juan Carlos I, hasta llegar al Faro del Espigón, donde solo llegan paseantes y pescadores.
Otros visitas de interés en la zona
El Legado Inglés de Huelva
El kilométrico muelle del Tinto, la estación de tren neomudéjar, la Casa Colón-antiguo hotel y sede de la Tinto Company Limited-, donde se fundo en 1889 el Huelva Recreation Club, posteriormente recreativo de Huelva – y el barrio Reina Victoria que albergó a los obreros de la compañía minera.
La Playa de Mazagón
A ella se accede por unas escaleras de madera que baja hasta la arena desde el Parador de Mazagón.