El Barranco de la Hoz es un gran cañón de piedra arenisca por el que se abre paso el río Gallo, principal afluente del Tajo. Sus caprichosas formas, su color rojizo y su variedad botánica hacen de este barranco un paraje muy singular.
El Barranco de la Hoz está situado a tan solo 10 kilómetros de Molina de Aragón, en la parte baja junto al río, empotrada en un descomunal monolito se encuentra el Santuario de la Virgen de la Hoz.
Desde aquí parte un camino de escaleras tallado en la roca y con miradores a distintas alturas que se asoma a un paisaje prodigioso de color rojizo.
La excursión al Barranco de la Hoz es una de las excursiones más recomendables de este parque natural lleno de sorpresas y rincones literarios. El barranco lo podemos recorrer tanto hacia arriba como hacia abajo.
Molina de Aragón se encuentra a 140 kilómetros de Guadalajara. Desde esta villa al Santuario de la Virgen de la Hoz y al Centro de Interpretación Dehesa de Corduente hay menos de 15 minutos. A estos lugares se accede desde el pueblo de Corduente o desde el de Ventosa.
Molina de Aragón
Molina de Aragón es una importante ciudad del nordeste de Guadalajara y capital del antiguo Señorío de Molina, uno de los más importantes de la Edad Media castellana.
La villa de Molina de Aragón conserva su trazado urbano y barrios medievales encerrados por unas imponentes murallas. Plaza fuerte fronteriza a lo largo de la Baja Edad Media, Molina de Aragón posee un castillo (siglos XII-XIII).
La alcazaba medieval, con sus tres recintos fortificados defendido por numerosas torres cuadradas, además de la torre de Aragón pentagonal, domina recostada sobre la ladera, esta villa señorial que forma parte de la ruta de los Caminos del Cid.
Su casco histórico
Su casco histórico está declarado Bien de Interés Cultural. Entre los edificios más destacables se encuentran las iglesias de San Martín, románica (siglos XII-XIII); de Santa María la Mayor de San Gil (siglos XV-XVII); la conventual de San Francisco (siglo XVIII), construida sobre la antigua iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, con torre renacentista (siglo XVIII) y fachada neoclásica (1816); y el convento de Santa Clara, románico-gótico (1284).
Entre su rico patrimonio monumental además de sus numerosas iglesias, también se encuentra palacios renacentistas y barrocos de los siglos XVI-XVIII, sus barrios de judería y la morería y un puente románico de arenisca roja sobre el río Gallo que enmarca otra de las mejores estampas de la localidad. Más información…
El Tajo y el parque natural y geoparque de la Unesco
En su parte alta, el Tajo es un río bravo, que fluye con fuerza. En su curso ha labrado un desfiladero en plena roca, entre gigantescas paredes de piedra que alcanzan los cien metros de altura.
El Alto Tajo que hoy un parque natural y geoparque de la Unesco, antaño era el lugar por el que los gancheros se ganaban la vida, guiando los troncos de los pinos que de ahí se extraían hasta las Vegas de Aranjuez. Un duro trabajo que ya hoy no se realiza, aunque se replica es alguna de las fiestas locales.
Uno de sus tramos más espectaculares es el que dibuja los cañones del Tajo y sus afluentes, entre ellos el Gallo, en las solitarias tierras del barranco de La Hoz. Más información…
El Barranco de la Hoz
A este lugar llegaremos por una zigzagueante carretera que parte del pequeño pueblo de Ventosa.
En las orillas del Gallo, cubiertas de verde y frondosa vegetación de ribera, podemos admirar toda la maravilla que la naturaleza ha ido creando durante millones de años. Profundas cuevas naturales, roques imponentes, y gradas sobre las que crecen pinos, lairicios y quejicos.
En su parte baja, junto al río se encuentra el Santuario de la Virgen de la Hoz, una pequeña ermita levantada en el lugar donde la leyenda dice que en el siglo XII un pastor encontró una imagen de la virgen cuando buscaba una oveja perdida.
Trepar los casi 300 escalones que nos lleva a la cima es costoso pero el esfuerzo bien vale la pena. En el ascenso podemos contemplar, mientras recuperamos el aliento, un entorno impactante desde los distintos miradores que encontramos en el camino e identificar, gracias a los paneles explicativos, formaciones tan singulares como el Huso, la Rueca o la Cobertera.
Centro de Interpretación Dehesa de Corduente
El Geoparque cuenta con 4 Centros de Interpretación que se localizan en Zaorejas, Checa, Orea y Corduente. Este último es el de referencia, y permite conocer el parque natural a través de reproducciones, maquetas y medios audiovisuales.
Si visitas primero este Centro de interpretación, lo lógico es hacer el camino del Barranco de la Hoz al contrario, de arriba a abajo. Para ello podemos llegar al barranco en coche o a pié siguiendo la ruta SPG-15 desde el pueblo de Corduente. Son unos 9 kilómetros que pasan por el moderno Centro de Interpretación Dehesa de Corduente, donde nos informarán sobre los atractivos naturales de este espacio del Alto tajo; hoces, desfiladeros, páramos, despeñaderos y bosques.
Otros lugares y actividades de interés en el parque natural
Por el parque podemos realizar otras excursiones que nos lleven a descubrir otros pueblos gancheros en los que el río va creando vados y pozas naturales de aguas turquesa donde podemos disfrutar de un refrescante baño, o realizar actividades de turismo activo como descensos por el río Tajo en piragua, como Peralejos de las Truchas o Poveda de la Sierra.
Descensos por el Tajo
Hay una serie de empresas organizan estos descenso y cuyo precio está en torno a los 45€. Un ejemplo es el Centro de Turismo Activo Alto Tajo con sede en Pobeda de la Sierra, Alto Tajo o Aqua Aventur en Taravilla.
Peralejos de las truchas
Entre las localidades que se ciñen al cauce en la zona del Alto Tajo se encuentra Peralejos de las Truchas, entre paredes verticales horadadas por el curso del Tajo. Esta localidad guadalajareña está casi en el límite con la provincia de Cuenca.
El pueblo es un excelente punto de partida para recorrer la zona tanto a pie, como a caballo o en bicicleta. Los amantes de la espeleología podrán disfrutar de su tiempo de ocio en las abundantes cuevas y simas que por ahí se distribuyen.
En su casco urbano se encuentra una iglesia erigida en el siglo XVII dedicada a San Mateo, patrón de Peralejos y cuyas fiestas se celebran entre el 20 y el 24 de septiembre. Otra importante cita cultural es la ermita de Nuestra Señora de Ribagorda, de origen medieval y remodelada en el siglo XVIII. El 20 de mayo, día de la virgen, una romería llega hasta este lugar.
La Cascada de Poveda de la Sierra
En Pobeda de la Sierra hay una espectacular cascada de 20 metros que surge del proyecto abandonado de la construcción de una presa. Un precioso salto de agua que se disfruta desde un mirador.
La Laguna Taravilla
Un sitio espectacular es Taravilla. A 20 minutos andando desde la cascada de Pobeda, se encuentra esta laguna de montaña que se alimenta principalmente de agua subterránea.
Al sureste de la provincia de Guadalajara, en las cercanías de la laguna de Taravilla, surge la localidad del mismo nombre. Un excepcional mirador sobre los paisajes que atraviesa el río Tajo en su recorrido más agreste.
Bosques y sierras se ven atravesadas por hoces y barrancos, hábitat ideal para una abundante y rica fauna. Las especies cinegéticas (de caza tanto mayor como menor) y las aves rapaces son las abundantes en esta zona. Entre sus principales recursos histórico-artísticos y culturales está su iglesia parroquial, de traza medieval aunque con importantes modificaciones posteriores.
El Puente de San Pedro
Otro lugar precioso es el puente de San Pedro, donde el río Gallo vierte sus aguas en el tajo. Se encuentra en el término de Zaorejas y junto a él se ha creado una playa de piedra que permite el baño en las aguas cristalinas del río Tajo.
El Mirador de Zaorejas
Muy cerca del Puente de San Pedro se encuentra el Mirador de Zaorejas, concretamente a ocho kilómetros. Este mirador es el más espectacular del parque ya que nos regala unas vistas impresionantes del cañón del Tajo. Una serie de carteles explicativos ilustran lo que se contempla, su formación geológica y la fauna que habita en él. También se puede admirar el majestuoso vuelo de buitres y águilas que aquí se congregan.