Moguer se encuentra a 20 kilómetros de Huelva, en la margen contraria del río Tinto. El poeta Juan Ramón Jiménez nació y disfrutó en este lugar, lugar donde hoy descansan sus restos.
Aquí, en la llamada por él «la blanca maravilla» pasó sus mejores años, los más jóvenes y fructíferos. Escribiendo, paseando por sus calles, pinares y arenales cercanos en la compañía de Platero, que “con un trotecillo alegre que parece que se ríe”.
A un paso de Moguer se encuentra el parque de Doñana y las playas salvajes entre Mazagón y Matalascañas. Dos lugares a conservar intactos. Pasear a lomos de un caballo, y más cuando se pone el sol, en la playa de Mazagón es una experiencia única.
También vale la pena una visita por La Rábida y Palos de la Frontera, lugares que al igual que Moguer están ligados a la gesta de Cristóbal Colón.
Lo mejor es visitar la zona en invierno o primavera pues las temperaturas son agradables y el parque de Doñana rebosa de vida. En primavera incluso puedes disfrutar de la playa.
Visitando el Moguer de Juan Ramón Jiménez
Moguer se encuentra a ocho kilómetros de Palos de la Frontera, desde donde partió Cristóbal Colón con destino a las Américas. Aquí, en Moguer se construyó la Carabela La Niña, y de aquí tanbien procedían el resto de los marineros que embarcaron y que no eran de Palos de la Frontera.
Pero además de estar salpicado por este pedazo de historia, Moguer es el pueblo natal del gran escritor, Juan Ramón Jiménez.
El nobel de literatura en 1956, fue el encargado de mostrar Moguer al mundo, de la mano de su burrito Platero, protagonista de su obra Platero y yo. Aquí muchos lugares nos lo traen del recuerdo. Su casa natal, la vivienda donde creció, el cementerio donde está enterrado, así como la decena de esculturas al aire libre repartidas por el lugar.
El lugar está rodeado de campos de fresas y fresones, como ocurre en Palos de la Frontera, porque…quién no conoce el famoso fresón de palos.
La casa Natal de Juan Ramón
Aquí en Moguer se encuéntrala la Casa Natal de Juan Ramón, donde nació en 1881 y en la que vivió hasta los cuatro años. “Aquí, en esta casa grande, hoy cuartel de la Guardia Civil, nací yo, Platero…Desde el mirador se ve el mar”. Para visitarla has de contactar en el 673 398542. Cierra los lunes y la entrada cuesta 3€.
Casa-Museo Zenobia-Juan Ramón Jiménez
En la Casa-Museo Zenobia-Juan Ramón Jiménez pasó su niñez y juventud Juan Ramón Jiménez, durante su etapa más prolífica. El Museo se inauguró en 1956 cuando recibió el Nobel. Aquí se conserva su biblioteca particular formada por unos 3700 libros y más de 7500 revistas. El museo cierra lunes y festivos. Entrada 3,5€.
A pocos metros de la plaza del Marqués se encuentra la escultura de Zenobia Camprubí, escritora, traductora y lingüista, que se convirtió en la esposa y principal colaboradora del escritor.
Museo Platero Escultura
En la plaza del Cabildo se encuentra una escultura de Platero, obra del artista Álvaro Flores. Platero, forma parte del museo al aire libre Platero Escultura de Moguer. Un Museo del que forman parte otras siete esculturas inspiradas en la obra de Platero y yo: Darbón, en la Plaza de san francisco, Aguedilla, en la calle Rábida; El Niño y el Agua, en la calle Ribera…
Además de las esculturas también en todos estos lugares hay una veintena de azulejos que evocan momentos de la vida del poeta y pasajes de su obra.
El Cementerio Parroquial
El Cementerio Parroquial, es otro de los lugares muy vinculados al escritor. Un lugar que solía recorrer cuando le apretaba la nostalgia y como decía él “Era mi paseo favorito cuando yo vivía en Moguer de muchacho”. Aquí descansan los restos de Juan ramón Jiménez y su mujer Zenobia desde 1958, después de que murieran en el exilio en San Juan de Puerto Rico, ella en el 56 y él en el 58.
Finca Fuentepiña
A dos kilómetros al sur se encuentra Finca Fuentepiña, la casa de campo que solía frecuentar Juan Ramón. A su lado se encuentra el llamado Pino Gordo, un pino piñonero centenario junto al cual el poeta enterró a su querido Platero.
Aquí puedes alojarte en el Hotel Rural Nazaret de Moguer, antigua casa del médico del escritor situada al lado, y que guarda muchos recuerdos del escritor.
Monasterio de Santa Clara de Moguer
Además de los lugares vinculados con el escritor, también hay que visitar en esta localidad el Convento de Santa Clara. Por fuera el convento parece una fortaleza pero por dentro guarda auténticas joyas de arte como el claustrillo mudéjar y el claustro grande o de las Madres.
Aquí, al igual que hizo al irse en Palos de la Frontera, rezó Colón al volver de América. Y es que Colón era un hombre religioso. La abadesa de este monasterio, que tanto lo había ayudado, Inés Enríquez, era tía de Fernando el católico.
El entorno de Moguer
En el entorno de Moguer aún se conservan lugares que han permanecido prácticamente intactos desde la época del escritor; Las mismas dunas, acantilados, pinos …. Uno es Doñana y el otro son las playas salvajes de Mazagón y Matalascañas.
Doñana
Doñana es el último y mayor refugio de aves y linces de Europa. Aquí fuimos a disfrutar de turismo activo, por lo que no nos vamos a parrar nada más. Si queréis conocer mas de este lugar, os recomendamos que visitéis nuestro post……………….
Playas Salvajes de Mazagón
Fontanilla, Arenosillo, Rompeculos, Torre del Loro…son solo algunas de las playas salvajes de Mazagón donde pasear y bañarte.
Es espectacular la playa del parador, rodeada de dunas, acantilados y un pinar presidido por un árbol monumental, el pino del parador, majestuoso, que ya debía de ser enorme en la época del poeta, y al que se le calcula una edad de trescientos años.
Matalascañas
También hay que recorrer las arenas del Parque Dunar de Matalascañas.
Aquí damos por terminada nuestro particular tributo a Juan Ramón Jiménez y a Moguer el lugar que amaba tanto. Sus últimas palabras antes de morir fueron “Moguer…madre….Moguer” y es que el escritor amó Moguer hasta la muerte.