El golfo Ártabro, también conocido como Arco Ártabro, es una región geográfica de gran relevancia en la costa gallega, que agrupa las rías de A Coruña, Betanzos, Ares y Ferrol. Este término fue acuñado por el geógrafo Otero Pedrayo y describe un área costera que conecta el final de la Costa da Morte con el interior de Galicia, formando una especie de anfiteatro natural.
El golfo Ártabro está enmarcado por montañas como A Zapateira, O Xalo, Castromaior, Tieira, O Gato, Queixeiro, Capelada y Forgoselo, que lo rodean y le dan su característica forma semicircular. Estas rías ofrecen un contraste interesante: en el interior presentan aguas tranquilas y costas bajas, mientras que sus cabos están marcados por impresionantes acantilados, creando un paisaje costero único.
Dentro de este golfo se encuentran los valles formados por ríos como el Mero, Mendo, Mandeo, Lambre, Villarino y Eume. El valle del río Mero destaca por su amplitud, mientras que los de los ríos Mendo y Mandeo son más estrechos. Estos valles no solo contribuyen al valor ecológico de la región, sino que también desempeñan un papel importante en el desarrollo de la actividad agrícola y en el equilibrio ambiental de esta área costera.
El golfo Ártabro es una joya de la geografía gallega que combina naturaleza, paisajes variados y una rica interacción entre tierra y mar, convirtiéndolo en un lugar de especial interés tanto para los habitantes locales como para visitantes.